Futuro hipotecado: En dos años se triplicaron las asistencias al Tesoro

Adriano Mandolesi

Nota escrita en colaboración con Lic. Agustina Leonardi 

 Las cuentas públicas no cierran y las necesidades de recursos del Tesoro son crecientes. Las asistencias del Banco Central (BCRA) y de Anses al Tesoro se triplicaron en dos años, pero aún son insuficientes para equilibrar las cuentas públicas que están al rojo vivo.

El déficit fiscal en los primeros siete meses del año fue de 108.172 millones de pesos, según el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas (Mecon), guarismo un 181 % superior al desequilibrio registrado en igual período de 2014 y que iguala al rojo de todo el año 2014. Lo más llamativo y preocupante de este muy delicado estado de situación es que al resultado fiscal anterior se arriba con los aportes extraordinarios que hicieron Anses y el BCRA al Tesoro. Sin estos recursos, estaríamos en presencia de un rojo sustancialmente mayor para el período enero-julio de 2015, equivalente a 174 mil millones de pesos. Es decir, un 60 % más.

Los traspasos de estos dos organismos han crecido de modo más que notorio en los últimos años. Puntualmente, en los primeros siete primeros meses de este año ascendieron a 65.891 millones de pesos, un año antes fueron de 61.061 millones y en 2013 habían sido de 21.786 millones de pesos, es decir, en dos años se triplicaron las asistencias de estas dos entidades al Tesoro Nacional. Y, si la comparación se realiza con el ejercicio 2012, las ayudas casi se quintuplicaron.

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En síntesis, los números ilustrados dejan en claro el tamaño del agujero fiscal y la decisión del Gobierno de transformar a la autoridad monetaria en un prestamista de primera instancia del Tesoro a través de adelantos transitorios y utilidades contables -lo que en pocas palabras es emisión e inflación-, y de utilizar rentas del Fondo de Garantía de Sustentabilidad de Anses para hacer frente a sus mayores gastos. La “maquinita” no se detiene y el futuro del sistema previsional parece no importar. Los argentinos tenemos una vez más el futuro hipotecado.