Aprender del pasado: Lysander Spooner

Una de las manifestaciones de la cultura, del deseo de cultivarse, consiste en estudiar las contribuciones fértiles que han realizado autores del pasado. Muchas veces se trata de pensadores no muy conocidos para la opinión pública en general pero descubrirlos y escarbar en sus meditaciones alimenta el intelecto.

Este es el caso de Lysander Spooner, un jurista y economista decimonónico estadounidense que escribió sobre muy diversos temas que no sólo son de su época, sino de todo momento.

Uno de sus trabajos se refiere al derecho natural, un concepto frecuentemente mal interpretado, pero que resulta central para contar con mojones o puntos de referencia extramuros del derecho positivo y, por ende, permite juzgar la ley con el criterio de la justicia. Como se ha dicho, igual que las cosas que nos rodean tienen ciertas propiedades, también ocurre con el ser humano. Para que pueda seguir su camino hay que dejarlo en paz, lo cual significa respetar sus decisiones para usar y disponer de lo propio, situación que implica respetar su derecho, que es anterior y superior a la existencia del monopolio de la fuerza que denominamos gobierno. Continuar leyendo

Situaciones límite

En economía, ciencia política y en el territorio del derecho se conoce con el nombre de “life boats situations” a aquellas situaciones consideradas límite en cuanto a las relaciones humanas.

Por ejemplo, un naufragio propiamente dicho, donde se pierde la noción de casi todo. Cuando el dueño o quien al momento representa al propietario, en su caso el capitán o sus subordinados, declaran que deben subir a tal o cual bote los niños y las mujeres y, sin embargo, fulano o mengano atropellan a todos y se trepan con su familia a la embarcación sin reparo alguno. Se dice en las áreas de estudio mencionadas que naturalmente semejante situación no puede tomarse como guía de normas civilizadas, puesto que constituyen conductas descarriadas (por más comprensibles que resulten). Del mismo modo, en cuanto al combate a los terroristas, no puede tomarse como ejemplo de nada la declaración de un pariente de la víctima que sostiene que debe liquidarse al victimario sin juicio alguno.

Sin duda que las normas de convivencia deben sopesarse y meditarse en un clima de tranquilidad y objetividad fuera de situaciones límite.

Pero viene otro asunto de la mayor importancia estrechamente vinculado a lo que comentamos y son los “life boat situations, en otro plano de la vida social. Se trata de situaciones aparentemente excepcionales en las que supuestamente habría que proceder conforme a reglas diferentes a las habituales. Continuar leyendo

Monopolio de la fuerza y matrimonio

En medio de los problemas que aquejan al mundo se instalaron debates acalorados sobre como debería ser el matrimonio al efecto de legislar en consecuencia. Estos debates se arrastran desde la instauración del “matrimonio civil”.

Muchos de los que idearon esta última visión con razón querían deshacerse del monopolio de las iglesias sobre la materia, especialmente la católica en países que se declaraban oficialmente de esa religión. A tal punto que en una provincia argentina (Santa Fe), en 1867, los que se oponían al matrimonio civil enmarcaron la ley correspondiente, la colgaron en una pared y la fusilaron en la plaza pública mientras el obispo del lugar amenazó con excomulgar al gobernador por ser el autor de la iniciativa legal.

En esta materia hay varios puntos que comentar. En primer lugar, ningún país civilizado debería mezclar el poder con la religión en ningún sentido. Esto se puso de manifiesto en la genial “teoría de la muralla” estadounidense para trasmitir esa separación tajante de personas que huyeron de las intolerancias y las espantosas masacres realizadas en nombre de la religión, de la misericordia y de Dios. Continuar leyendo

¿Para qué es el gobierno?

En realidad, el rol y las funciones del monopolio de la fuerza que llamamos gobierno se instituyó luego de que buena parte de la humanidad pudo sacarse de encima a los faraones, sátrapas, emperadores y similares, para en su lugar ofrecer seguridad y justicia, es decir, para proteger los derechos a la vida, la libertad y la propiedad, tal como rezan todos los documentos fundamentales de las sociedades abiertas.

Pero henos aquí que de un largo tiempo a esta parte, las funciones de los aparatos estatales se han ido ensanchando hasta cubrir los espacios más íntimos de las personas, con lo cual, en lugar de proteger derechos, los gobiernos se han convertido en los principales enemigos de los gobernados y estos, siempre encerrados en el dilema del “menos malo”,  sufren los embates de forma reiterada. Continuar leyendo