Recorrido intelectual de Vargas Llosa

Uno de mis proyectos aún no ejecutados consiste en invitar a varios de mis amigos, con algunos de los cuales he hablado en borrador, ex-marxistas y ahora formidables liberales para que escriban sobre sus respectivos tránsitos intelectuales y recopilar esos documentos en un libro (y no digo tránsitos ideológicos, porque esta palabreja en su acepción más difundida implica algo cerrado, terminado e inexpugnable, lo cual es la antítesis del liberalismo y de todo conocimiento que es por definición provisorio y abierto a refutaciones tal como nos enseña la visión popperiana).

Esta idea es naturalmente en interés personal al efecto de percatarme de cuáles han sido los autores, las obras y las ideas que los atrajeron cuando eran socialistas, cuales fueron las que los incitaron al cambio y finalmente cuales las que primeramente los atrajeron del lado liberal.

Esto es lo que en cierto sentido ha hecho muy resumidamente Mario Vargas Llosa en su reciente presentación Mi trayectoria intelectual, una conferencia suya titulada “Mi trayectoria intelectual: del marxismo al liberalismo”, pronunciada en el Institut économique de Montréal un año antes de la publicación a que hacemos referencia, también en francés y en inglés en la misma edición. Continuar leyendo

La historia que no se estudia

Hay miradas infinitas respecto a las clasificaciones de la historia, algunas quedan completamente desactualizadas, como por ejemplo la que alude a la anacrónica “historia moderna” de otros tiempos, como si el presente quedara estanco, contradiciendo la visión agustiniana de cómo se escapa el presente entre pasado y futuro. Hay otras clasificaciones por lo menos curiosas como la de mi cuentista favorito Giovanni Papini quien la divide en grandes categorías según se use la fruta de la manzana.

Así, Papini concluye que hubo cuatro manzanas decisivas en la historia de la humanidad. La primera la de Adán que abrió cauce a la noción del mal. La segunda, la de la discordia, fue la de oro para premiar a la mujer más bella en el relato de Homero, entuerto que finalmente zanjó Paris -el hijo del rey de Troya- que la concedería a Afrodita, pero al secuestrar a Helena desencadenó la conocida trifulca. La tercera fue la de Guillermo Tell fabricada por Schiller y ejecutada por Rossini que desafió al poder político, y la cuarta fue la científica de Isaac Newton, un relato confirmado en la biografía de William Stukeley en cuanto a aquello de la célebre manzana que derivó en la formulación de la ley de la gravedad. Continuar leyendo