Evolución: una apostilla

Es difícil entender la postura de quien se declara opuesto al evolucionismo. Dado que los seres humanos estamos años luz de la perfección en todas las materias posibles, entre otras cosas, debido a nuestra colosal ignorancia, la evolución es el camino para intentar la mejora de la marca respecto de nuestra posición anterior, en cualquier campo de que se trate. Lo contrario es estancarnos en el empecinamiento al mostrarnos satisfechos con nuestros raquíticos conocimientos. Es cierto que en el transcurso de la vida, tomando como punto de referencia el universo, en términos relativos es poco lo que podemos avanzar, pero algo es algo. No hay tema humano que no sea susceptible de mejorarse.

Pero aquí viene un tema crucial: el simple paso del tiempo no garantiza nada, se requiere esfuerzo de la mente para progresar, básicamente en cuanto a la excelencia de los valores. También en la ciencia que no abre juicios de valor (simplemente describe), en su terreno específico, el científico genuino tiene presente la ética ya que sin el valor de la honestidad intelectual se convierte en una impostura. El progreso es sinónimo de evolución pero no es un proceso automático, como queda expresado, hay que lograr la meta con trabajo. Continuar leyendo