Macri la reta

Alexander Martín Güvenel

Hace tiempo que Mauricio Macri decidió apoyar para las PASO -que el próximo 26 de abril proclamará al candidato del PRO para sucederlo- a su jefe de gabinete Horacio Rodríguez Larreta. Incluso ha hecho reiterados intentos por convencer a la senadora Gabriela Michetti de bajar su candidatura y acompañarlo en la fórmula presidencial. También les pidió -con éxito en este caso- a Diego Santilli y a Cristian Ritondo que bajen sus candidaturas, esperando con ello aportar algunos votos más para Larreta. La novedad del día de ayer es que puso esa carta sobre la mesa, con resaltador y a la vista de todos. En un breve pero contundente texto publicado en su cuenta de Facebook (ver al pie), Macri deja perfectamente en claro su preferencia por el jefe de gabinete. También lo hará hoy por la noche en el anunciado regreso del programa La Noche de Mirtha Legrand por canal 13. Así intentará torcer una elección en la cual, según la mayoría de las encuestas, la Senadora aparece liderando.

¿Por qué tamaña decisión? Las razones podrían buscarse en varios frentes. Tal vez sea una suerte de revancha ante los rechazos de Michetti de saltar a la provincia de Buenos Aires –ese fue el primer pedido- y luego de acompañarlo en la fórmula presidencial. Otra explicación podría estar en que la Senadora suele tener sus matices dentro de la línea central del PRO y, si bien no contradice a su jefe político, muestra mayor independencia respecto a un Rodríguez Larreta que siempre aparece enfocado/alienado en la gestión. Es probable también que el jefe de gobierno considere mejor sucesor al ex interventor del PAMI confiando en su hiperactividad para sobrellevar los problemas diarios de esta mega ciudad.

Si bien el PRO es un partido montado sobre la carrera política personal de Macri, también ha ido creciendo por la apertura de su líder hacia funcionarios, políticos y académicos que no solo demostraron lealtad sino también capacidad e iniciativa. Así es que tanto su gestión en Boca como en la ciudad de Buenos Aires tienen una alta valoración social basada en resultados concretos. Quienes se han reunido o trabajado con él dan cuenta de esa vocación por formar equipos que estén enfocados a mejorar la calidad de gestión. Esa forma de encarar la vida política tiene su contrapartida en el evidente hastío que le provoca el trabajo de consolidación e institucionalización que requiere su partido. Esta tarea no arroja resultados fácilmente mensurables -como puede hacerlo el Metrobús o el entubamiento de un arroyo- pero son indispensables para el crecimiento de una opción política, sobre todo en un país donde el sistema de partidos ha quedado circunscripto, desde la irrupción del peronismo, a fluctuar entre el bipartidismo y un sistema de partido predominante (Sartori, 1976) donde las terceras fuerzas han resultado siempre opciones efímeras.

Macri esperaba un camino de rosas hacia las elecciones en la ciudad de Buenos Aires dado que ha logrado consolidar en el distrito una hegemonía política que hace que sean las PASO de su partido las que elijan al próximo jefe de gobierno. Habiendo intentado sin éxito modificar la decisión tomada por Gabriela Michetti, no parece acertado enfrascarse en un apoyo tan contundente a su jefe de gabinete. Se ha pactado entre ambos precandidatos un debate en el programa A dos voces de TN que promete ser mucho más picante de lo que desearía el Jefe de Gobierno pero debe tener claro que, con su decisión, ha hecho un gran aporte para esto. ¿Aceptará en este contexto Michetti evitar hacer críticas o “denuncias” que puedan afectar indirectamente al candidato presidencial? Es claro que Macri se ha apoyado muchas veces en el trabajo de su Jefe de Gabinete para compensar sus ausencias en la gestión en pos de su trabajo como líder de un partido que pretende tener alcance nacional, pero también es cierto que ha descansado en la figura de la actual Senadora cuando necesitó de un dirigente que pueda aportarle electoralmente.

Más allá de lo que vociferen públicamente queda claro que a ningún líder político le gustan las elecciones internas –abiertas en la nueva ley- sino que prefieren que todo se decida por su mágico dedo. En este caso, un hombre como Mauricio Macri que es, de alguna manera, un outsider de la política se jugó por completo por un político de raza como Rodríguez Larreta. Por otro lado, tener en las filas de un partido personalista y nuevo como el PRO a una dirigente con capital político propio -seguramente la única que tracciona votos por sí misma en el ámbito porteño-bonaerense además de Macri- debería ser un activo pero queda claro que para esta elección, y con la decisión adoptada por el jefe de gobierno, ha resultado una molestia.

Al estar asegurada la continuidad de gobierno en la Ciudad de Buenos Aires, todos los esfuerzos del PRO apuntan hacia que su líder se convierta en el sucesor de Cristina Kirchner, pero no haber sido prescindente en la elección capitalina puede ser un traspié en el comienzo de una larga carrera donde Mauricio Macri tenía todo servido para picar en punta.

 

ANEXO: La carta de Macri publicada en Facebook

LA ELECCIÓN EN LA CIUDAD

En estos últimos siete años, como Jefe de Gabinete, Horacio fue la persona más cercana a las decisiones de nuestro gobierno. Muchos de los proyectos que transformaron la Ciudad, surgieron del trabajo que hicimos juntos. Cuando correspondió, él estuvo presente para superar los momentos difíciles. Por eso tengo confianza en Horacio. Lo conozco, conozco su templanza, conozco su capacidad de trabajar en equipo, conozco su idoneidad, su entrega, su integridad intachable.

Mas allá del enorme afecto y el respeto que tengo por Gabriela siento que es importante expresarme, así como todos podrán expresarse votando en las PASO el próximo 26 de abril.