De la justicia social al agujerito en la pared

No es justo negarle al kirchnerismo el haber recuperado algunos aspectos del peronismo original. El fuerte intervencionismo sobre la economía, la personalización de la política y la ayuda social, la decidida vocación anitiliberal, una política exterior zigzagueante, el desdén hacia la ética pública y el intento de control de los medios no son un despreciable currículum para presentarse como dignos herederos de Perón y Evita. Lo que sí sucede es que, como todo final de ciclo que atraviesa una crisis, debe amoldarse a las restricciones que la realidad le impone. La cruzada antiimperialista ya es más difícil de sostener en los hechos cuando los dólares se necesitan como agua en el desierto. La política exterior no tiene ya la compañía de gobiernos regionales que ven en la paridad de sus fuerzas internas un llamado a la moderación y la prudencia, así es que ya no existe el paraguas que permite fletar un tren de la alegría como el que Diego Maradona y Hugo Chávez (con sector VIP incluido obviamente) opusieron a la visita de Bush a Mar del Plata. Continuar leyendo

Los simuladores

A medida que se acercan las elecciones que van a terminar, de una forma o de otra, con el largo gobierno del kirchnerismo, los candidatos acrecientan su temor a dar pasos en falso. La mayor parte de ellos trata de ubicarse en una posición expectante que les permita conservar la línea de flotación en la que se encuentran a la espera de que se vaya aclarando el camino. En términos de la psicología y el coaching personal se los acusaría de mantenerse en su zona de confort. Por acontecimientos recientes, entiendo que ya se habrán dado cuenta de que el kirchnerismo no les va a facilitar esa tarea, utilizando para ello su vasta experiencia en dinamitar cualquier posibilidad de fortalecimiento opositor. Continuar leyendo