Un acuerdo en desacuerdo

Alfredo Atanasof

El acuerdo que ha firmado la República Argentina con Irán el pasado 27 de enero, a través de los cancilleres de ambos países, no contribuye a esclarecer el cruento y brutal atentado ala AMIA, que dejó el lamentable saldo de ochenta y cinco muertos y un significativo número de heridos, por la cual la sociedad toda sigue reclamando justicia.

La Argentina continúa sin poder ejercer su soberanía jurisdiccional desde el momento en que las actuaciones e investigaciones judiciales llevadas a cabo hasta hoy caen en saco roto, y aunque Irán se niegue sistemáticamente a poner a disposición a los implicados para que declaren y sean juzgados en nuestro país, se rompe una vez más un principio elemental: la Argentina renuncia implícitamente a ejercer su derecho, es decir, juzgar en nuestro país, pues el atentado ha sido perpetrado en nuestro territorio.

Esta medida es inconstitucional, ya que se viola el artículo 109 de la Constitución Nacional, donde se hace mención a que “en ningún caso, el presidente de la Nación puede ejercer funciones judiciales, arrogarse el conocimiento de causas pendientes o restablecer las fenecidas”.

Se desconceptúa a la Justicia argentina que mediante una exhaustiva investigación concluyó que los más altos funcionarios del gobierno iraní fueron imputados y deben comparecer ante los tribunales competentes de nuestro país.

El Estado iraní, mancilla y desconoce a la Justicia argentina,  y más grave aún es que el gobierno lo consciente.

Es menester alzar la voz para que Irán no siga burlando nuestro sistema de Justicia. Que las víctimas y sus familiares encuentren el consuelo que sólo se alcanza con la condena de los responsables. Así, y de ningún otro modo, los argentinos podremos creer en nuestra independencia y soberanía jurisdiccional, proclamando la frase de toda pretensión judicial, “Será Justicia”.