Los primeros diez mil millones de dólares para Mauricio Macri

Las recientes declaraciones del titular de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Luis Etchevehere, quien reconoció que una futura rebaja en las retenciones y un dólar único podrían generar confianza en caso de ser verdad el rumor sobre una suspensión hasta marzo de las retenciones a la soja, da el indicio de que el futuro Gobierno de Mauricio Macri podría conseguir de entrada hasta unos diez mil millones con el cepo cambiario cerrado. Esta aclaración no es un tema menor, ya que sería un error abrir el cepo antes de que ingrese una cantidad importante de dólares sin sacar del mercado financiero unos doscientos mil millones de pesos que sobran. De lo contario, se podría generar una corrida cambiaria. Por lo tanto, esos pesos deberían sacarse del mercado a través de la colocación de un bono como el que propone el economista Javier Milei.

El dato de los diez mil millones de dólares que podrían ingresar surge de sumar el equivalente a unos siete mil millones de dólares en granos sin liquidar que tienen las principales cerealeras agrupadas en la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y del Centro de Exportadores de Cereales (CEC). El resto provendría de líneas de prefinanciación de exportaciones que están atrasadas por unos tres mil millones de dólares. Ese número no coincide con el dato de trece mil millones en granos sin liquidar guardados en silo bolsas que calcula la AFIP, pero está cerca de los 8.800 millones de dólares que manifestó Etchevehere que el campo puede liquidar en mejores condiciones que las actuales. Continuar leyendo

Scioli, Macri, Massa y un festival de cepos inédito

La próxima elección presidencial del 25 de octubre será la primera, desde las elecciones de julio de 1989, donde los candidatos enfrentarán una situación parecida con diversos tipos de cambios. En aquel entonces había varios tipos de dólar -oficial, comercial, financiero, dólar para la industria, dólar para el agro y un dólar blue. En cambio, ahora coexisten el dólar oficial, el blue o ilegal y otras versiones más sofisticadas como el dólar bolsa y el contado con liqui. Estos tipos de cambios diferenciales distorsionan los mercados de bienes, servicios y a la larga deben ser eliminados, como así también el festival de cepos que hoy prolifera en la economía producto de las constantes restricciones que aplica este Gobierno que no respeta el sistema de precios libres que caracteriza a la economía mundial, salvo a Argentina y a Venezuela.

Como manifiesta Adam Smith en su libro La riqueza de las naciones: “Los precios que se establecen en transacciones voluntarias entre compradores y vendedores son capaces de coordinar la actividad de miles de millones de personas, quienes, buscando cada una de ellas su propio interés, contribuyen al bienestar general de la población”. Un sistema de precios libres genera los incentivos para producir más y eficientemente, para determinar un valor de equilibrio en el mercado y da información para la toma de decisiones de los agentes económicos. Continuar leyendo

El dólar entre el relato salvaje y el relato ficcional

El reciente reclamo de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner a la sociedad argentina de que “en lugar de comprar dólares adquieran bienes” y su recomendación de “no destinar ahorros a adquirir dólares sino a invertir en cosas que se tocan y se ven” forma parte del relato ficcional que utiliza el gobierno para explicar distintos eventos económicos. El relato salvaje muestra una economía que se desmorona y un dólar que aparece nuevamente como refugio para los argentinos frente a la suba de inflación que el gobierno no reconoce. Continuar leyendo

El teorema de Axel Kicillof

Por definición, un teorema es la demostración de una verdad que se deduce de ciertas hipótesis que se dan por ciertas. Se trata de una explicación lógica que parte de postulados que no se discuten o de otros teoremas ya demostrados. En la política económica argentina pocas veces se habla de teoremas, pero hay uno muy popular. Este fue enunciado allá por 1985 por el entonces diputado por la Unión Cívica Radical, Raúl Baglini. En síntesis, sostiene que “cuanto más lejos se está del poder, más irresponsables son los enunciados políticos; y cuanto más cerca, más sensatos y razonables se vuelven”. En otras palabras, lo que quiere decir Baglini es que el mantenimiento de las convicciones de un político es inversamente proporcional a su cercanía al poder.

Pero ahora, en función de los últimos acontecimientos que han tenido como principal actor al ministro de Economía, en particular su reciente pelea con el presidente del Banco Central de la República Argentina, Juan Carlos Fábrega, para presionarlo a que baje las tasas de interés en medio de una nueva mini corrida cambiaria, se ha comenzado a hablar del “Teorema de Axel Kicillof”, tanto en ambiente empresarial como en el mercado financiero.

Éste expresa que, en la medida que un funcionario del Gobierno se acerca al joven ministro, corre el riesgo de irse o de ser fulminado políticamente por acercarse a sus ideas. El primer caso fue el del ex secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, quien pensó que cerca de Kicillof continuaría en su puesto. Se equivocó. Significó su ida del Gobierno a una representación diplomática en Roma. “Los pendejos de La Cámpora me traicionaron y en particular Axel”, comenta Moreno” en su círculo íntimo. El segundo funcionario que sufrió en carne propia el “Teorema de Axel Kicillof” fue el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, ya que pese a ser socio en una consultora en los 90 y uno de los empleadores del joven ministro, vio como su poder se esfumaba cuando se acercó en las ideas económicas: fue dejado de lado en las decisiones económicas y dentro del equipo de Kicillof comentan que el ex gobernador del Chaco no ha sido un buen comunicador de las acciones del Gobierno.

El tercer funcionario alcanzado por el “Teorema de Axel Kicillof” fue el ex ministro de Economía, Hernán Lorenzino, a quien su sucesor comenzó a esmerilar desde que llegó como su viceministro. Se había acercado luego de ser designado como Director de la Unidad de Reestructuración de la Deuda, creada por un decreto del Poder Ejecutivo Nacional, pero fue desplazado rápidamente en los primeros días de enero de este año, quedando la reestructuración de la deuda a cargo del nuevo súper ministro y su secretario de Finanzas, Pablo López. Lorenzino fue eyectado y todavía la Cancillería no le aprobó su placet como embajador en la Unión Europea.

Cintura política para preservarse

Por el momento hay tres funcionarios del Gobierno que forman parte de las decisiones de política económica que toma la presidente Cristina Kirchner y que prefieren preservarse para no ser alcanzados por el “Teorema de Axel Kicillof”.

En primer lugar, se encuentra el presidente del BCRA, Juan Carlos Fábrega, quien prefiere estar lejos del ministro y hasta podría dejar su sillón en Reconquista 266 para dedicarse a la política. Se habla de una probable candidatura a gobernador en su Mendoza natal. Además, prefiere hablar más con los banqueros que con el propio Kicillof, quien cuenta con tres directores que le responden en el directorio del BCRA, mientras “El Garante” -así lo llaman a Fábrega en el mercado financiero- cuenta con dos directores que le respoden.

Otro de los funcionarios que prefiere no estar cerca de Kicillof es el titular de la Anses, Diego Bossio, un economista técnico con buena relación con la presidente y su hijo Máximo Kirchner. Este economista egresado de la Universidad de San Andrés, que maneja el segundo presupuesto mas grande de la Argentina, unos 380.000 millones de pesos del Fondo de Garantía y Sustentabilidad de la Anses, prefiere recorrer la provincia de Buenos Aires y todas las semanas para luego candidatearse como futuro gobernador por el oficialismo. Bossio surge dentro de los gobernadores peronistas como uno de lo candidatos a ministro de Economía en caso que la situación de Kicillof se complique en el futuro.

También el titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, ha preferido estar distante del ministro de Economía. Esta semana se lo vio muy serio al anunciar una virtual moratoria impositiva. El recaudador ya tuvo dos pasos en falso cuando dio a entender que el Gobierno no extendería el blanqueo de capitales o exteriorización de divisas y luego fue prorrogado las dos veces por un pedido de Kicillof a la Presidente.

Echegaray estuvo a punto de entrar dentro de las víctimas que plantea el “Teorema de Kicillof” cuando comenzaron a analizar conjuntamente una aumento del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias, pero dejó todo en manos del joven ministro, porque habría considerado que es mejor estar distante y consolidarse como el funcionario más eficiente de este Gobierno. A este listado se suma el CEO de YPF, Miguel Galluccio, a quien varios empresarios también encumbran como uno de los funcionarios más capacitados. Responde a la presidente Cristina Kirchner y se acerca lo menos posible al ministro para no ser opacado y no formar parte de las víctimas del “Teorema de Axel Kicillof”.