El Día D que esperan los mercados financieros

Los mercados financieros están atentos a lo que pase el próximo miércoles 13 de abril. Ese día, la Cámara de Apelaciones de Nueva York comenzará a analizar si levanta definitivamente las cautelares para abrir el camino para que Argentina lance, entre el 18 y el 24 de abril, la mayor emisión de bonos soberanos de la historia financiera mundial por unos 12.500 millones de dólares para pagarles a los holdouts y salir del default definitivamente. El único impedimento podría ser que los holdouts no acepten el pago después del 14 de abril, que es la fecha fijada en el acuerdo del 29 de febrero pasado.

Obra de la casualidad, tal vez, ese mismo día la ex presidente Cristina Fernández de Kirchner deberá presentarse en los tribunales de Comodoro Py frente al juez federal Claudio Bonadio, que pretende imputarla por asociación ilícita y administración fraudulenta en las ventas de dólar futuro que hasta ahora le han hecho perder unos setenta mil millones de pesos al Banco Central de la República Argentina (BCRA) y podrían llegar a los cien mil pesos en junio. Continuar leyendo

Unidad de fomento: la carta secreta del Central para aumentar el crédito hipotecario

La evaluación de un sistema parecido al de la unidad de fomento chilena, un mecanismo que Chile lanzó cuando tenía niveles de inflación similares a los actuales de Argentina es uno de los aspectos más importantes de la futura política que estudian las autoridades del Banco Central (BCRA) para comenzar a expandir el crédito hipotecario en los próximos años.

Este novedoso sistema podría permitir en el futuro que la cuota de un crédito hipotecario sea menor a la de un alquiler, como ocurría en los noventa con los créditos hipotecarios a 10 y 30 años que se otorgaron durante la convertibilidad. Por ese motivo, desde el BCRA apuntan que un crédito hipotecario con una tasa de interés del 1%, en unidad de cuenta, podría permitir un crédito a 30 años con una cuota parecida o por debajo a la de un alquiler.

Por ejemplo, para un crédito de unos 750 mil pesos, la cuota mensual inicial sería de unos 2.300 pesos, en tanto que el ingreso familiar requerido sería de unos $7.500 pesos que no tiene nada que ver con el sueldo que se necesita ganar hoy para acceder a un crédito hipotecario por la relación cuota-ingreso que se debe demostrar. Continuar leyendo

Las estadísticas son el peor enemigo del próximo presidente del Banco Central

En los últimos días se ha profundizado un debate dentro del equipo económico de Cambiemos sobre una nueva reforma a la Carta Orgánica del Banco Central de la República Argentina (BCRA). El futuro ministro de Hacienda y Finanzas Alfonso Prat-Gay ha manifestado en recientes reportajes que es necesaria una reforma.

En tanto, el próximo presidente del BCRA, Federico Sturzenegger, reconoce que no hace falta y que sólo hay que modificar los objetivos de la política económica del Central que se fijaron en la nueva Carta Orgánica ideada por Axel Kicillof y aprobada por el Congreso de la Nación en abril de 2012.

Esta reforma fue estrictamente de carácter ideológico, en particular el artículo 3: “El BCRA tiene por finalidad promover, en el marco de las políticas establecidas por el Gobierno nacional, la estabilidad monetaria, la estabilidad financiera, el empleo y el desarrollo económico con equidad social”. Luego de casi más de tres años de puesta en vigencia, lo que se puede observar es que sólo un objetivo, el del empleo, se ha cumplido; el resto no. Esto ocurre en particular porque los bancos centrales en el mundo, como lo hace la FED en los Estados Unidos, el Banco Central Europeo en la Comunidad Europea o el Banco Central de Brasil, tienen como único objetivo preservar el valor de la moneda, como indicaba el artículo 3 de la Carta Orgánica que Kicillof reformó a su manera. Continuar leyendo

Los tres aspectos que explican una futura devaluación del peso

Por lo general, la frase donde decimos que algo está a la vuelta de la esquina es cuando algún acontecimiento está muy próximo a suceder, es decir, algo que va a ocurrir rápido, como podemos señalar una futura devaluación del peso frente al dólar. Por eso, frente a las diferencias que proponen los economistas de los distintos candidatos presidenciales la gran duda en el mercado financiero local y de inversores extranjeros no es si el próximo Gobierno deberá devaluar el peso frente al dólar, sino la magnitud que tendrá esa devaluación. Hay tres aspectos relacionados con el mercado cambiario para explicar por qué hay una alta probabilidad de que el próximo Gobierno realice una devaluación del peso frente al dólar en el mercado oficial de gran magnitud.

El primero es que por primera vez el presidente que asuma el 10 de diciembre próximo encontrará varios tipos de cambio diferenciales, algo que no ocurría desde que Carlos Menem asumió el poder, el 9 de julio de 1989. En ese entonces existían por los menos cinco tipos de cambio diferentes, como el dólar oficial, el financiero, el turista y el paralelo, entre otros, una situación parecida a la actual, pero donde la brecha cambiaria no superaba más del 40 % entre el valor más caro y el más barato, mientras que hoy la diferencia es del 70 %, pero con un mercado declarado ilegal, una diferencia muy importante con respecto a aquella época donde el Banco Central (BCRA) podía intervenir en el mercado cambiario comprando y vendiendo dólares en el mercado paralelo, algo que ahora está impedido de hacer. Por consiguiente, esta situación de desdoblamiento cambiario se debe modificar. Continuar leyendo

Dólares cuidados contra dólares descuidados

En la medida en que la dupla Axel Kicillof-Alejandro Vanoli no comprenda que el aumento de la inflación es producto de una desmedida emisión de pesos del Banco Central (BCRA) para financiar un abultado déficit fiscal. Y que, por otro lado, el BCRA no puede seguir dilapidando sus reservas internacionales para vender dólares baratos a la gente, como el dólar ahorro y dólar turista, al Estado para pagar sus obligaciones de deuda pública y a algunas empresas para pagar sus importaciones, el rango de una futura devaluación del peso frente al dólar será cada vez mayor.

Basta comparar el saldo comercial del Indec, que se mide con exportaciones menos las importaciones, y las ventas de dólar ahorro del BCRA entre enero y julio de 2014 y 2015 para entender el problema. En el 2014 el saldo comercial fue de unos 4400 millones, mientras que las ventas de dólar ahorro llegaron a los 1000 millones de dólares, lo que deja una diferencia positiva de unos 3400 millones de dólares. En cambio, si comparamos el mismo período en este año, la diferencia es negativa de unos 1600 millones de dólares como consecuencia de un superávit comercial de unos 1400 millones contra ventas de dólar ahorro por 3000 millones. Esto refleja que el BCRA está vendiendo más dólares ahorro de los dólares netos que le quedan entre la liquidación que hacen los exportadores y las compras que hacen los importadores. La dupla Kicillof-Vanoli vende más dólares comerciales de los que entran y, para colmo, los dólares financieros que ingresan se evaporan con los pagos de deuda y de importaciones de energía que hace el Gobierno. Continuar leyendo

Kicillof y Vanoli transitan una peligrosa bicisenda financiera

Pocas dudas quedan que en la economía argentina, luego de las elecciones presidenciales, habrá que hacer un ajuste. El interrogante es si será con una política gradualista o heterodoxa – o lo que denominan los economistas de Daniel Scioli, “sinceramiento” o “normalización” de algunas variables. La otra sería la que proponen en privado los economistas de Mauricio Macri. Esta consistiría en un ajuste -o shock ortodoxo- donde no se puede descartar una mega devaluación del peso en el mercado oficial y el final del cepo y del desdoblamiento cambiario. El dilema de política de shock contra gradualismo frente a las elecciones presidenciales ha dejado a los economistas enfrentados en las últimas discusiones en congresos, encuentros informales y reuniones con empresarios como la reciente del IAEF. Pero ninguno de ellos se anima a decir qué hay que hacer y se habla ambiguamente sobre una mezcla de ambas políticas para no exponerse ante la sociedad y el gobierno antes de las elecciones.

Lo cierto es que no hay muchas posibilidades de mantener la actual política fiscal monetaria y cambiaria, que conduce inexoralmente a esa mala palabra que se llama “retraso cambiario” o, dicho de otra forma, una fuerte apreciación del peso frente al dólar o al euro. Esta política consiste en emitir una gran cantidad de pesos sin respaldo en reservas del Banco Central de la Republica Argentina (BCRA) para financiar el exagerado déficit fiscal que llega a unos 6 puntos del PBI pagando altas tasas de interés a los bancos por sus títulos en cartera. A esto se suma mantener el tipo de cambio oficial semifijo que no ajusta con la inflación vendiendo dólares baratos al Estado para pagar deuda pública y a los particulares a través del dólar ahorro. El Gobierno debería estar atento a las PASO de agosto ya que las elecciones del 2011 y el 2013 marcaron importantes subas en la cotización del dólar.

La política monetaria muestra que su hacedor, el BCRA, está quebrado en términos patrimoniales. Por lo tanto no podrá pagar a los bancos tasas del 28 % anual como la que paga por la renovación de las LEBACs, cuyo monto total llega a los 320.000 millones de pesos. Hay que sumar un Tesoro Nacional deficitario que no podrá pagar mucho tiempo mas tasas del 24% anual por sus bonos aunque su bajo nivel de endeudamiento le permitiria seguir colocando deuda en el mercado.

En lo que respecta a la política cambiaria, podemos decir que no será fácil mantener la política que privilegia un dólar barato subsidiado de 9 pesos para que compre la gente a través del dólar ahorro, el Gobierno para pagar los intereses de la deuda pública y con el que se hace mas difícil poder exportar frente al súper dólar del mundo. Al respecto, se puede mencionar un reciente trabajo presentado por el economista Martín Redrado a los equipos técnicos del Fremte Renovador. Redrado puntualiza que las reservas internacionales del BCRA llegarán a unos 25.000 millones de dólares a fin de año. Pero a eso le suma que la institución está cuasi quebrada. Los pasivos monetarios llegan a unos $ 750.000 millones dice el informe, y puntualiza que se trata de una relación 22 a 1 contra las reservas internacionales, mientras que en el 2009, cuando él presidía el BCRA, esa relación llegaba a solo 4 veces las reservas internacionales.

El trabajo destaca además que el BCRA tiene un patrimonio neto negativo de $470.000 millones, ajustado por el valor de las letras intransferibles que el Tesoro colocó en el BCRA, los adelantos transitorios al Tesoro y las utilidades del ejercicio 2014 recientemente aprobadas y que distribuirán. Redrado plantea modificar la Carta Orgánica del Banco Central para terminar con la práctica que en los hechos implica ser la chequera del Gobierno, es decir, fijando límites precisos a las transferencias de dólares y pesos a la Tesorería. En este caso, debe quedar claro que el BCRA no tiene mucho tiempo más para pagar los intereses que le paga los bancos mientras mantiene el valor del dólar oficial cuasi fijo.

Analizando la política monetaria, un trabajo de la consultora Ecolatica indica que el stock de plazos fijos subió a una tasa anual del 26,5% desde fines de diciembre hasta abril pero en mayo ese valor pasó al 35,5%. Pero gran parte de esa suba está explicada por los depósitos a menos de 90 días de plazo y 60 días o menos. Esto indica que los inversionistas no están dispuestos a dejar el dinero en los bancos más allá de setiembre próximo. La suba de las tasas de interés impulsada por el BCRA alienta colocarse en pesos en lugar de comprar dólares en el mercado libre pero solo se ha logrado que el vencimiento de los plazos fijos no superen los tres meses. Las tasas del 25 % anual que pagan algunos bancos parecen rentables, pero no lo son frente a una inflación del 25% anual. En la actualidad el rendimiento del plazo fijo es nulo si lo medimos contra la inflación y de casi un 2 % si lo medimos contra un dólar cuasi fijo. Esta especie de bicicleta financiera transita a gran velocidad por una bicisenda que al parecer no está preparada para soportar ese sprint al que la somete la dupla Kicillof y Vanolli. Con gradualismo o con shock habrá que salir de ella.

Con o sin Cristina, Kicillof quiere quedarse en el BCRA

Las recientes designaciones de tres nuevos directores en comisión en el Banco Central de la República Argentina (BCRA) no solo reflejan la incidencia del ministro de Economía en el BCRA, quien ahora cuenta con siete directores propios, sino que marca un cambio sustancial. Por primera vez desde enero del 2010, cuando Martín Redrado fue obligado a dejar su puesto en el BCRA por negarse a utilizar las reservas internacionales de esa institución para pagar deuda pública y privada, con la entrada de Alejandro Formento, Mariano Beltrani y Bárbara Emilia Domatto Conti, todos jóvenes funcionarios kirchneristas allegados al ministro de Economía, Axel Kicillof, y a la agrupación La Campora, se ha completado el directorio de 10 miembros de esa institución. Continuar leyendo

Las imprevisibles consecuencias económicas del caso Nisman

En la medida que pasan los días,  la muerte del fiscal de la causa AMIA, Alberto Nisman, se transforma en un hecho conmocionante que repercute en todos los estratos de la sociedad. Las consecuencias parecen imprevisibles tanto en lo político como en lo económico. No queda duda que para el Gobierno esta especie de terremoto institucional representa un duro golpe difícil de asimilar y con una situación económica que no pasa por su mejor momento.

La reciente historia argentina tiene dos antecedentes de episodios que golperaron a los gobiernos de turno y provocaron luego drásticos cambios en la política económica: el copamiento al Regimiento de La Tablada y la renuncia del vicepresidente de la Nación, Carlos “Cacho” Alvarez. La característica común de estos procesos es que ambos finalizaron con una gran perdida de confianza de los inversores, aumento de la tasa de inflación, salida de dólares del sistema financiero, corridas bancarias, corridas cambiarias y abruptas megadevaluaciones del peso.

El copamiento del Regimiento de La Tablada sucedió el 23 y 24 de enero de 1989 en manos del Ejercito Revolucionario del Pueblo (ERP), cuando estaba en vigencia el “Plan Primavera” en el gobierno de la UCR de Raúl Alfonsín. Luego de esa toma se produjo la primera hiperinflación, hubo una fuerte fuga de dólares del sistema financiero, aumento del valor del dólar y se debieron adelantar las elecciones y la entrega del poder en julio del 89 a Carlos Menen. La renuncia el 5 de octubre de 2000 de Carlos “Chacho Alvarez” como vicepresidente el gobierno de la Alianza, por los sobornos que se habrían pagado en el Senado de la Nación para sacar la Ley de Reforma Laboral durante la “Convertibilidad”, finalizó con la renuncia del presidente De La Rúa, una posterior salida traumática de la Convertibilidad y la llegada de Néstor Kirchner al poder en mayo de 2003.

Si bien el escenario actual dista bastante del que se observaba en enero de 1989 y en octubre de 2000, tanto en el aspecto local como internacional, es importante que el Gobierno tome las previsiones necesarias para evitar que el caso Nisman provoque disturbios en el campo económico. A pesar del cepo cambiario no se debe descartar que este terremoto institucional genere una nueva pérdida en la confianza de los inversores, lo que podría traducirse en una corrida como producto de una salida de dólares del sistema cuya consecuencia podría ser una crisis cambiaria.

Sobre ese punto, recientemente el presidente del Banco Central República Argentina (BCRA), Alejandro Vanoli, reconoció que se podrían hacer los cambios rápidos con respecto a las restricciones cambiarias. Pero por el momento el Gobierno no tiene esa intención. “Ahora es necesario fortalecer esta calma cambiaria”, aseguró Vanoli. Pero deben estar atentas las autoridades del ministerio de Economia y del BCRA acerca de esta ultima cuestión si la muerte del fiscal genera una mayor perdida de confianza de los agentes económicos.

Un error de diagnóstico que provocará más inflación

Una de las grandes preguntas que se hace el mercado financiero es cómo hará en el futuro el presidente del BCRA Alejandro Vanoli para emitir entre 100.000 y 120.000 millones de pesos y evitar otra devaluación del peso en caso de que el gobierno no no logre sacar a la economía de la recesión, no reduzca la tasa de inflación ni el déficit fiscal, se mantenga la actual brecha cambiaria entre el dólar oficial y el dólar paralelo y no  haya un arreglo con los holdouts. En recientes reuniones con banqueros Vanoli reiteró que “no debe esperarse una devaluación y que se proyecta un escenario favorable para sostener el nivel de actividad y preservar el nivel de empleo”.

Pero el error de diagnostico del equipo económico que comanda Axel Kicillof, de creer que el aumento de la inflación es producido por un aumento de la demanda de bienes y servicios superior a la oferta de los mismos o culpa de empresarios inescrupulosos que aumentan los precios, le juega en contra. El problema es que la inflación se debe a un fenómeno monetario. Un proceso de emisión de pesos nunca visto desde los 90 a la fecha para financiar el déficit fiscal, agravado ahora por una caída en la demanda de dinero de los agentes económicos que se desprenden de los pesos para comprar bienes o dólares legales, ilegales o los que consiga. Continuar leyendo

La salida de “El Garante” abre la compuerta

Con la salida de “El Garante” se abre la compuerta para que aumente aun más la inflación y siga subiendo el dólar paralelo. Pero el problema es la suba del la inflación y del dólar y no el presidente del BCRA.

En la medida en que el Gobierno no reconozca el principal problema que tiene es bajar la inflación, es probable que Juan Carlos Fábrega no sea el último presidente del Banco Central de la República Argentina (BCRA) que echa la presidente Cristina Fernández de Kirchner con el acuerdo del ministro de Economía Axel Kicillof. Además Fábrega era reconocido tanto en el ambiente empresarial como en el sistema financiero como una especie de “Garante” que frenaba a Kicillof en su intento por aumentar la emisión monetaria, reducir las tasas de interés y no devaluar el peso. Continuar leyendo