De regreso a agosto

Luego de tres meses intensos para los candidatos, las últimas encuestas marcaron que la intención de voto para las elecciones presidenciales finalizó muy cerca de los guarismos de las PASO del 9 de agosto.

En este sentido, todos los esfuerzos de Daniel Scioli, Mauricio Macri y Sergio Massa para aumentar su base electoral habrían resultado inocuos. Congelados los resultados, quedaría sellado que habrá una nueva ronda electoral: el ballotage. Pero vale la pena analizar brevemente si esto podría cambiar.

Resulta lógico y razonable que en sólo tres meses de diferencia no existan grandes cambios en las preferencias de los votantes. La oferta electoral en esta elección general es prácticamente la misma que en las primarias, con dos excepciones: el millón cuatrocientos mil ciudadanos que votó por Juan Manuel de la Sota, al que ya no encontrarán en el cuarto oscuro y los cuatrocientos mil electores que optaron por boletas minoritarias, que tampoco estarán en esta ronda por no haber superado el mínimo solicitado.

En el primer caso, las hipótesis sobre un corrimiento de los votos de gobernador de Córdoba habrían sido falseadas por las encuestas, que suponen que se mantendrán dentro del frente que encabeza Massa. En el segundo, sobre los votantes de alternativas minoritarias, es de suponer que se dispersen entre las otras opciones, sin concentrarse en ninguno en particular. Habrá que esperar hasta la noche del domingo para observar si esto es así. Continuar leyendo

Confirmaciones y sorpresas

El politólogo francés Daniel Gaxie ha dicho que toda elección son en realidad dos elecciones: la primera es el acto real de la votación, y la segunda es la interpretación de sus resultados. En el caso argentino de las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias del 9 de agosto, las interpretaciones sobre los resultados son tan variadas como las modalidades de organizar y leer los datos.

Dos cuestiones contribuyen a la confusión. La primera es coyuntural: la demora en el escrutinio de los datos y la arbitraria organización de carga y publicación de los mismos en las primeras horas del día lunes favorecieron la generación de falacias ecológicas: tomar la parte por el todo. La segunda cuestión es estructural. El propio esquema organizativo de las PASO no contribuye a entender su mecanismo central de funcionamiento, esto es si son personas compitiendo en distintas categorías; desde la presidencial hasta para concejal del último pueblo del país; o si son partidos y frentes presentando candidatos, y estos son los que compiten entre sí.

Desde ya se debe aclarar que toda afirmación sobre si ganó tal o cual candidato es virtual, o en el mejor de los casos transitorio, simplemente se ha resuelto que ese ganador por frente o partido concurrirá en las elecciones generales del 25 de octubre, mientras que los perdedores quedan eliminados, así como los frentes que no hayan logrado reunir el piso del 1,5%.

El sistema es imperfecto. Daniel Scioli fue como único candidato por el Frente para la Victoria. Con más de 82 por ciento de las mesas escrutadas, el 37.7% obtenido a nivel nacional por Scioli está levemente por debajo de lo esperado, pero se da por hecho que esos votos son propios de su espacio político, y lo seguirán en las generales. Por su parte, Cambiemos presentó tres candidatos con diferentes posibilidades. Macri, obtuvo el 24,9%, en forma individual quedó a más de 12 puntos de Scioli, pero fue socorrido por Sanz y Carrió para alcanzar en conjunto casi el 31%, lo cual lo deja a 6.3 puntos del Gobernador.

Pero los votantes no son robots, nadie asegura que algunos de los votantes de Sanz viajen automáticamente a Macri y no para Stolbizer que sacó apenas 3,5% pero de cosecha propia. Esto es más notorio en UNA, el frente entre Massa y de la Sota. Globalmente obtuvo en muy destacable 20,6% que lo vuelve a colocar en la carrera competitiva. Sin embargo, con de la Sota fuera de carrera, nadie asegura que parte del 7,2% de los votantes del cordobés vayan automáticamente al tigrense.

Una pequeña sorpresa se daría en el Frente de Izquierda de los Trabajadores, donde el debutante Del Caño (PTS) le estaba ganando por escaso margen al incombustible Jorge Altamira (PO), propiciando una renovación en este espacio.

Aquí hay una problemática no menor. Las PASO fueron pensadas idealmente para que los partidos dinamicen su democracia interna, sin embargo, la primera línea de la clase política argentina optó, de acuerdo a sus consideraciones y posibilidades, construir unidades transitorias entre dirigentes con estructuras partidarias de muy diversa envergadura. Estos frentes políticos tienen una finalidad electoral y no constituyen nuevas identidades políticas. En el caso del oficialista Frente para la Victoria, el camino fue el inverso, la propia Presidenta invitó a la no participación de los múltiples candidatos a presidente disponibles, en especial a Florencio Randazzo.

A revés de presidenciales, en la carrera a Gobernador en la provincia de la provincia de Buenos Aires, el FPV forjó una interna competitiva por lo que dividió sus votos entre Aníbal Fernández (21,1%) y Julián Domínguez (18,4). Esto elevó a Vidal, la candidata de Cambiemos a ganadora en términos individuales 30,7%, superando a su propio jefe político a modo individual. Pero enunciar que Vidal le ganó al actual Jefe de Gabinete es real pero a la vez engañoso, porque es esperable que la gran mayoría los votantes de Domínguez sigan al ahora sí candidato Fernández podría superar los 40 puntos.

Por lo visto, las reales sorpresas hay que rastrearlas a nivel municipal con las derrotas de Raúl Alfredo Othacehé en Merlo, Darío Giustozzi en Almirante Brown y Mariano West en Moreno. Ellos sí estarían hasta el momento perdiendo las internas dentro del FPV contra Gustavo Menéndez; Mariano Casacallares y Walter Festa, respectivamente. En este caso, los notorios barones del Conurbano quedarían fuera para las elecciones generales del 25 de octubre.

Como síntesis, el análisis de los resultados de las PASO muestra más un juego de estrategias y especulaciones, que de dato cerrado. Se trata de ver para la siguiente ronda, si los candidatos de cada espacio puede mejorar sus performances, pero observando cuáles son las fuentes de los nuevos votos.

La principal mirada estará puesta en si Daniel Scioli puede evitar el ballotlage. Si el Macri de Cambiemos logra mantienerse por encima del 30%, el actual Gobernador de la provincia de Buenos Aires, tendrá que ir por el 45% de los votos, lo que hace a primera vista inevitable la pelea en la última vuelta entre Scioli y Macri. Y allí sí a todo o nada.

¿Cómo llegar con vida a las PASO?

El camino a las PASO ha mostrado ser uno muy intrincado y con muchos baches. En sí y para sí, como le hubiera gustado decir a Hegel.

En los seis meses que pasaron entre diciembre de 2014 y agosto de 2015 los tres principales candidatos, Sergio Massa, Mauricio Macri y Daniel Scioli, han tenido su oportunidad de liderar la carrera presidencial. Cada uno utilizó de diferente forma ese capital político transitorio.

Sin embargo, a su tiempo, ni Massa ni Macri pudieron o quisieron aprovechar la ventana de oportunidad que les abría para establecer un liderazgo para subsumir tras de sí al resto del arco político no kirchnerista, mientras que Scioli, contra muchos pronósticos, es finalmente el sucesor de doce años de Gobierno K.

Massa lideró las encuestas todo el año 2014. Esa ventaja importante la utilizó para construir un espacio, cuya estrategia principal se basó en cooptar intendentes del conurbano bonaerense, sin entender las características políticas y personales de esos actores ni las consecuencias de esa alianza débil, mal vista por los sectores medios que lo habían acompañado en las elecciones de 2013.

Así fue que Massa armó una ronda con cinco, seis (o más) candidatos a gobernadores a la provincia de Buenos Aires y mientras, con aires patriarcales, planteaba que “todos compitieran en las PASO”. Allí mismo, al verse no ser el elegido, muchos comenzaron a hacer las valijas para retornar al kirchnerismo, y Massa se quedó finalmente con Felipe Solá, a ciencia cierta un “tapado”, que en otro contexto podría haber sido un protagonista de primer nivel. Continuar leyendo

Sorpresas y decepciones

A las 00.01 horas del día, domingo 21 de junio de 2015, coincidiendo con el Día del Padre, quedaron definidas las listas de precandidatos para las elecciones Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias que se realizarán el 9 de agosto.

Con el trascurrir de los días se irá pasando el “peine fino” para el análisis de las boletas presentadas por los distintos frentes para las diversas categorías. Allí se podrá observar el peso relativo de los distintos espacios políticos, así como las potencialidades de los candidatos y la futura posible conformación del Congreso Nacional.

Sin embargo, se pueden presentar algunas conclusiones del complejo proceso de selección de candidatos:

1) El kirchnerismo sigue manteniendo la centralidad del escenario político.

La gran novedad la aportó la incorporación de Carlos Zannini en la fórmula presidencial del Frente de la Victoria, y la salida de Florencia Randazzo como contrapeso de Daniel Scioli.

Los riesgos de dividir las candidaturas singulares frente a Mauricio Macri impulsó a unificar la fórmula presidencial, aún a riesgo de retirar a un Randazzo que no sólo había ascendido en su intención de voto en la primaria del FPV, sino quien era sentido como próximo para una parte de la militancia kirchnerista.

Queda claro, que a pesar de los 10.000 anuncios del fin de ciclo kirchnerista, el oficialismo nacional sigue mostrando vocación de poder, audacia, disposición a asumir riesgos políticos y capacidad para provocar (de paso) al antikirchnerismo.

2) La oposición política sigue siendo una constelación de pequeños planetas girando en torno a las decisiones de Cristina Fernández de Kirchner.

En efecto, quienes intentan asumir la conducción política del país desplazando al kirchnerismo del poder, mostraron, en términos generales, confusión, comedias de enredos, decisiones de último momento, candidatos que se conocieron para la foto, en definitiva una falta general de liderazgo y voluntad de confrontar con autoridad a la Presidenta.

Sin interés de establecer un gran “acuerdo nacional”, entre Macri y Massa, el primero se inclinó por Gabriela Michetti como candidata  a vicepresidente a último momento, luego de una serie de discusiones conocidas a través de versiones, y las insólitas presiones del ya famoso “círculo rojo”. Massa, luego de jugar al misterio y a la sorpresa con el fin de superar las deserciones de parte de su espacio, pero finalmente se inclinó, para completar su boleta, por un dirigente salteño desconocido para el gran público.

Las idas y venidas de muchos políticos (especialmente de los intendentes del Conurbano bonaerense) entre el massismo, el macrismo y el kirchnerismo, más allá de hilaridad que causa, requiere un llamado a la reflexión sobre la vulnerabilidad de las identidades políticas de nuestros días.

3) Por lo dicho, la discusión actual se traslada velozmente a la futura duplicidad entre quien tiene alta probabilidad de  asumir la primera magistratura el 10 de diciembre y entre quién lidera el espacio político kirchnerista.

La discusiones en la semana sobre la posible conformación del gabinete de Scioli confirman esto. Cómo alinear dos formas superpuestas de poder será un rompedero de cabezas a partir del 10 de diciembre, y pondrá en juego la innegable muñeca de Daniel Scioli, y su vocación de tiempista político.

4) Que la Presidenta no ocupe ningún cargo electivo, como se había especulado en los últimos tiempos, muestra dos elementos: su convicción de poder conducir el próximo proceso político, y su deseo de evitar polarizar la elección en torno a su figura.

El primer elemento se observa en la conformación de las listas a diputados del FPV. Allí si bien conviven distintos espacios del kirchnerismo y el sciolismo, las boletas más emblemáticas son lideradas por nuevas figuras surgidas del riñón k.  De esta forma, Eduardo “Wado” de Pedro, encabezando la lista de diputados en la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof  en la ciudad de Buenos Aires y por supuesto Máximo Kirchner por Santa Cruz, entre otros, cristalizan esta nueva realidad.

Luego, una presencia rutilante de la presidenta encabezando la lista del Parlasur hubiera impulsado la polarización total de la elección en torno a su figura. Tal como queda planteado el escenario ahora, los matices superan el espíritu plebiscitario de  su potencial candidatura.

5) Como queda planteado el escenario político, las PASO pierden peso específico. Dos elecciones prácticamente calcadas no ayuda a cumplir el objetivo de acercar la política a la sociedad, finalidad esencial de las primarias.

Sin mediar cambios a posteriori de la presentación de las listas, una de las internas más inesperada se dará en la provincia de Buenos Aires donde  Aníbal Fernández y Martín Sabbatella se enfrentarán en las PASO del FPV a Julián Domínguez y Fernando Espinoza. Sin dudas será una batalla demás interesante.

En definitiva esta etapa del proceso político finaliza con menos lustre que el esperado, donde la sociedad fue más espectador que actor. Ahora comienza la real campaña para conquistar la voluntad de los argentinos.

¿Quién ganó en Santa Fe? De los votos a la apropiación

Toda elección, conlleva dos instancias: la difusión de los resultados y su interpretación.

Los números, puros y duros, en elecciones limpias como sucede en Argentina, no suelen ser sometidos a interpelación, salvo en algún caso excepcional.

En cambio, la interpretación de los resultados suele traer más polémica y tener más aristas. Los analistas, periodistas y encuestadores listan ganadores y perdedores, enumeración que llamativamente suele contener a actores políticos que no participaron como candidatos pero que en verdad pueden quedar debilitados o fortalecidos con los resultados en el gran juego de la política.

En las elecciones de este año en Argentina, se suma otro factor a los datos y a su interpretación, que es la apropiación de los resultados: es decir, qué candidato presidencial puede decir “ganó mi candidato”, un inventario que se supone sumará en octubre. Continuar leyendo

Elecciones en la Ciudad de Buenos Aires: primer PASO hacia el 2015

Algunos jugaron  al misterio y a la sorpresa. Otros tuvieron que construir sobre la marcha y decidir sobre la hora. Finalmente las cartas están sobre la mesa. Son más de veinte los (pre) candidatos a Jefe de Gobierno, que intentarán tomar el testimonio que deja Mauricio Macri en la ciudad de Buenos Aires.

El día 26 de abril será la primera llamada a las urnas en la Ciudad con motivo de las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias en cumplimiento de la Ley 4894. Se elegirán en tres categorías: jefe de Gobierno, diputados de la Ciudad y comuneros. Será la primera vez que el sistema se utilice para la elección local.

Extrañamente la ley no incluye la elección del vicejefe de gobierno en las primarias, que queda al arbitrio del ganador para las generales. Sin embargo, se debe considerar que ningún candidato en las PASO puede ser serlo de otra fuerza política en las elecciones generales, lo que evita los “pases” de último momento. También se debe considera que para progresar a la siguiente etapa de la “oca electoral” se debe superar el 1,5% de lo votos emitidos, en cada categoría (Art. 40 de la Ley), lo que seguramente pondrá un límite a algunos frentes. Continuar leyendo

Escenarios del kirchnerismo ante el 2015

El 10 de diciembre de 2015, Cristina F. de Kirchner le pasará la banda presidencial al candidato elegido por la voluntad popular. Este acto, protocolar en las democracias maduras, se constituirá lógicamente en una fiesta para los argentinos. Sin embargo, ese día D cada vez menos lejano genera muchos interrogantes sobre las estrategias a asumir por los principales actores políticos para llegar a él.

Una de las preguntas más relevantes es cuál será el futuro del kirchnerismo, concretamente cómo trascenderá, si podrá seguir liderando el peronismo; si se constituirá como una fuerza política independiente; si será subsumido por otras corrientes políticas del “movimiento”; o por el contrario, si simplemente se extinguirá como pasó con el menemismo.

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El FpV, la única fuerza que rendirá cuentas a nivel nacional

El kirchnerismo lanzó el sábado 29 de junio desde el microestadio de Argentinos Juniors en la Ciudad de Buenos Aires su campaña electoral con eje central en la figura de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner.

La polarización será la estrategia central del oficialismo frente al escenario electoral, con la finalidad central de evitar la partición en tercios o en cuartos de las preferencias electorales.

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