Navidades sin paz en la década ganada

La llegada de la Navidad produce un choque de imágenes con la Argentina de la década ganada. En primer lugar resalta la ausencia de un clima de paz en el país. Guerras sordas de poder que amenazan con enfrentar a la presidente con los jueces, en una escalada que, más que amenaza, es ya una realidad.

La increíble parábola del destino que viene a reunir, en el fin del ciclo kirchnerista, a un militar sospechado por su oscuro pasado en la dictadura y al sistema de inteligencia interna del país con el corazón de un gobierno que hizo del aparente enfrentamiento con esas estructuras un ariete de su poder.

La Presidente tiene un carácter furioso, cargado de sarcasmos e indirectas; acideces que suben y bajan en una alquimia de tirrias que muchas veces no se explican y que otras muchas terminan por llevar al terreno público lo que son sus pasiones personales. La Sra de Kirchner ha embarcado al país en rumbos determinados, en la mayoría de las ocasiones, no por las conveniencias de los argentinos, sino por sus arrebatos y venganzas, que encuentran en el poderío del Estado las armas que no tendría si fuera una ciudadana común y corriente. La Presidente ha colonizado al Estado y a las instituciones con su carácter para usar su fuerza como herramienta de sus pasiones. Continuar leyendo

¿Están contentos ahora, muchachos?

Quizás este fin de semana haya sido el que más gráficamente sirvió para mostrar los resultados prácticos del modelo; para ver, en definitiva, de qué sirvieron los años de gobierno de los Kirchner. 

En efecto mientras la sociedad veía como se le escurrían sus ahorros y el fruto de su trabajo por entre los dedos, y mientras los que menos tienen pensaban cómo sobrevivirían a la esperable crisis de ingresos y de actividad, una parte de los funcionarios del Estado encabezados -obviamente- por la propia Presidente y su hija, descansaban en La Habana haciendo turismo por la ciudad vieja y disfrutando al sol con la vista en el Caribe.

Así se describió el primer día en la isla de los Castro de la comitiva argentina, la única que ha llegado con cuatro días de antelación al comienzo de la reunión de la Cumbre de la Comunidad de Estados de Latinoamerica y el Caribe (Celac).

Dicen que la Presidente no salió de su habitación y que estuvo en permanente contacto con sus funcionarios en Buenos Aires. Pero no importa. Lo que sí importa es que quienes deben estar al servicio de la gente, descansaban en el agradable clima del trópico, mientras en la Argentina la gente -que es la importante en esta ecuación- trataba de figurarse cómo iba a hacer para cumplir con sus pagos, con los útiles de los chicos, con el colegio, con los impuestos, con el supermercado…

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