La clásica inocencia norteamericana

La Presidente concedió un reportaje a la revista The New Yorker que ella misma se encargó de difundir por las redes sociales oficiales. El reportaje se suponía que sería de persona a persona y con las características propias de una entrevista para un medio gráfico.

Pero el aparato de propaganda del gobierno transformó el hábitat del encentro en un verdadero estudio de televisión. El propio autor de la nota cuenta su asombro cuando entró a un lugar lleno se cámaras, artefactos de iluminación y cables.

La Presidente, incluso, lo peinó para que saliera “lindo” y cuando quizás tomó conciencia de su desubicación, pidió que alguien se acercara para hacer la tarea de un modo profesional.

El centro de la entrevista era la muerte del fiscal Alberto Nisman. El título de la nota (“A deadly conspirancy in Buenos Aires ?” [“¿Una conspiración mortal en Buenos Aires?”]) sugiere una investigación, dentro de la cual apareciera la entrevista con la señora de Kirchner. Pero pronto, esa aspiración se pierde y lo que podría haber sido una oportunidad para observar a la Presidente, quizás por primera vez, frente a alguien dispuesto de controvertirla, se diluye en un reportaje sin repreguntas y que toma como válidas las respuestas que escucha. Continuar leyendo

La muerte que no le importó a nadie

La muerte anunciada de la denuncia del fiscal Alberto Nisman produce muchos efectos, cuando uno detiene la marcha y observa el horizonte.

En primer lugar se siente el impacto de corroborar cómo todo lo que se preveía se fue dando en los hechos, como si la obviedad no solo se hubiera naturalizado en la Argentina sino que también seamos inmunes a ella: aun cuando se termine verificando en la realidad aquello de lo que hasta un chico de cinco años se daba cuenta, es como que no nos importa, no nos afecta. Dale que va. Todo sigue, todo se olvida.

En este caso, la burda y grosera maniobra de esperar a que venza el turno del fiscal Ricardo Weschler para que la apelación del fiscal de Cámara Germán Moldes recayera en el Fiscal de Casación Javier De Luca, integrante de Justicia Legítima y partidario del gobierno, fue de tal magnitud que no se explica cómo el país la acepta así como así, como si todo estuviera bien. Continuar leyendo

Más allá de toda reconciliación

La Presidente ha cortado ayer toda posibilidad de vivir, al menos hasta que termine su mandato, en una sociedad reconciliada. Y la Argentina debería rezar para que las semillas del rencor plantadas durante todo este tiempo no sigan produciendo brotes más allá del 10 de diciembre.

Resultó francamente chocante ver a Cristina Kirchner, detrás de una semisonrisa ácida, decir “quedémonos nosotros con los cantos y con la alegría y dejémosle a ellos el silencio”, en una clara referencia a la marcha que con ese nombre fuera convocada por los compañeros de trabajo del fiscal Alberto Nisman para recordar su memoria a un mes de su trágica muerte. ¿Con los cantos y con la alegría en el medio de la muerte?, ¿cuál es el límite para la urbanidad presidencial?

En esa frase la Presidente envió una confirmación final hacia los que aun albergaban alguna esperanza, de que no está interesada en pacificar los ánimos o en tender una mano de misericordia y respeto a los que no piensan como ella. Para la Sra de Kirchner la democracia debe subsumirse en ella. Como ella ganó las elecciones de 2011, solo ella (y los que piensan como ella) pueden hablar, porque la democracia, según su particular criterio, consiste, justamente, en eso: en que el único con derecho a hablar es el que gana. Los que pierden son la antidemocracia y deben someterse y callar. Continuar leyendo

Densidad y peso específico

Volver a escribir estas columnas en las actuales circunstancias de la Argentina tiene un significado especial. La verdad, no creí que alguna vez debería volver a escribir sobre la muerte relacionada con la política; sobre la violencia mortal originada en el mundo del poder.

Pero aquí estamos de nuevo frente a ella con un fiscal muerto en la víspera de aparecer públicamente ante los diputados de la comisión de Legislación Penal del Congreso. Ya han pasado 15 días desde que Alberto Nisman apareció con un tiro en la cabeza dentro del baño de su departamento de Puerto Madero y más allá de que no sabemos nada, hemos escuchado versiones de todo orden sobre lo que pudo haber acontecido en ese piso 13 de las Torres Le Parc.

La Presidente, que aun no envió sus condolencias a la familia, ha ido de un lado a otro de las hipótesis, rayando, en algunos casos, la interferencia del Poder Ejecutivo en el Judicial y en otros directamente en el mal gusto o la bajeza. Continuar leyendo