¿Cómo sería todo sin conspiraciones?

¿Cómo sería la vida de la Presidente si de pronto su mente dejara de estar dominada por la presunción de conspiraciones?, ¿cómo sería su gobierno si no creyera que todo lo que ocurre es el resultado de una conjura, por supuesto maquinada en su contra?

La respuesta es inasible, simplemente porque la situación planteada en la hipótesis es imposible. La Sra de Kirchner, su figura, su pensamiento, sus acciones y sus dichos están todos impregnados de convicciones conspirativas. Cuando no son los empresarios “dueños de la pelota”, son los sindicalistas que engañaban a los trabajadores; cuando no son ninguno de estos son los comerciantes que estafan al pueblo con la inflación, cuando no, son los buitres… Siempre hay alguien detrás de lo que sale mal, siempre están los que explican los motivos de su fracaso. 

El ya largo período presidencial de Cristina Fernández ha sido un extenso listado de excusas y acusaciones. Empezó con ellas y se está yendo con ellas.

Continuar leyendo

Gils Carbó y los “Jorges”

Los que quieran tener una versión adelantada de lo que será la Argentina sin Justicia -o, lo que es lo mismo, el país bajo la “Justicia democratizada”- sólo deberían prestar atención a lo que ha ocurrido con el Ministerio Público Fiscal desde que la presidente echó al procurador Esteban Righi (luego de que Amado Bodou lo acusara falsamente de tráfico de influencias en el caso Ciccone [Righi en realidad "renunció", pero a buen entendedor, pocas palabras]) para colocar allí a Alejandra Gils Carbó, luego de que su primer intento de coronar al impresentable de Daniel Reposo fracasara abiertamente por la intríseca ignorancia y brutez que el candidato mostró en las audiencias del Senado.

Continuar leyendo