El impuesto como método

La gestión tiene varias herramientas a su alcance para que una organización cumpla sus objetivos. En el caso del Estado, que es una organización, puede acceder a un sinnúmero de ellas, que le permitan mejorar la forma en que viven los argentinos. La estructura tributaria es justamente una de esas herramientas, que no sólo sirve para recaudar, sino también para establecer políticas de Estado y orientar los esfuerzos de los argentinos al bien común.

Cuando se trata de optimizar procesos en una organización, quienes nos dedicamos a diseñarlos sugerimos siempre que no haya controles manuales, sino automáticos, siempre que eso sea posible. Pero por sobre toda las cosas, ningún proceso debe verse interrumpido porque un “guardián” demora en ejecutar controles. Esto significa que las cosas deben fluir y debe haber un proceso paralelo de control que no interrumpa el flujo de trabajo, sino que lo observa desde afuera. En caso de que se detecte una irregularidad, el proceso de control intervendrá, pero sin interrumpir el trabajo, solamente marcando el error. De esta forma nos evitamos, por un lado, que los guardianes acumulen poder y, por el otro, que el trabajo se vea detenido por la falta de proactividad de un guardián. Continuar leyendo

Cuatro años de desafíos

Este domingo triunfó la República, porque el PRO en estos momentos representa eso: un espacio que no sólo profesa los valores republicanos, sino que además los ha puesto en práctica. Tendrá aciertos y desaciertos, uno puede o no estar de acuerdo con cómo han hecho las cosas en la ciudad de Buenos Aires, pero nadie puede negar el carácter republicano que tiene el partido de Mauricio Macri cuando se lo compara con el kirchnerismo.

Los argentinos ahora podemos mirar hacia adelante con otra perspectiva, con otras expectativas, intentando olvidarnos de estos doce años de oscuridad para nuestra república. Y es en este plan que decidí escribir esta columna: dejando de lado el recuerdo del pasado, tomando las lecciones aprendidas y poniendo la mirada en el futuro. ¿Cuáles son hoy los desafíos más relevantes que tiene que enfrentar Mauricio Macri como presidente?

Es cierto que el kirchnerismo ha destruido todo y, por lo tanto, todo tiene que ser reconstruido. Sin embargo, existen algunas cuestiones clave que hay que atacar no sólo de inmediato, sino con una eficacia fuera de serie. Postergar estas cuestiones es llamarse al fracaso, es ignorar la realidad. Continuar leyendo

El golpe de Massa

Todos lo sabemos: los políticos de alto vuelo ya no tienen ideas, sólo miran encuestas. De lo contrario no es fácil comprender la homogeneidad de “pensamiento” que a estas alturas iguala a todos. Esta es la causa por la cual todos hablan hoy de delito y narcotráfico, cuando son realidades que llevan varias décadas flagelando a nuestro país.

Esta vez Sergio Massa hizo un movimiento bastante osado al querer limitar la reelección de los jefes municipales. Puedo especular sobre las razones verdaderas detrás de ese astuto movimiento, pero más me interesan sus consecuencias para todos nosotros. Tal vez por error, tal vez por una casualidad de las que no abundan, este interés va alineado con el de construir una república más sólida.

Las reelecciones indefinidas en los puestos ejecutivos son con certeza la principal raíz de la corrupción, porque la permanencia en el poder permite no sólo la construcción de la estructura de corrupción, sino su cristalización y por lo tanto su establecimiento como poder real y duradero. Con el tiempo, lo que inicialmente se hacía solapadamente, de manera casi tímida, hoy se hace a la vista de todos, porque la estructura de corrupción se ha cristalizado de tal forma que ya es imposible desplazarla. Se genera entonces una situación en la que la reducción de los riesgos da una sensación de omnipotencia a quienes gobiernan. Es así como los gobernantes se tornan en monarcas absolutos con la mirada puesta en su ego, creyéndose dueños de aquello que sólo debieran administrar temporalmente. Y esto es muy fácil verlo en el conurbano y en otras provincias, que parecen más la gran estancia de algún patrón que partes de un territorio nacional gobernado en forma republicana.

Es evidente que este nuevo golpe de Massa es algo interesante, lo que hizo que el casi siempre rezagado Mauricio saliera a “redoblar” la apuesta, corriendo detrás de esta nueva propuesta que propone discutir algo que realmente trasciende el corto plazo: la república.

Este intento por poner coto a las aspiraciones reeleccionistas de los dueños del conurbano y de los feudos provinciales es un movimiento arriesgado, porque se pone en contra a gran parte de los dirigentes políticos. Y no son cualquier dirigente político, sino los dueños de un aparato cooptado que funciona con precisión en las elecciones, para lo cual basta ver los resultados de las elecciones presidenciales en los distritos feudales. Pero es una osadía que vale la pena, porque de concretarse habrá liberado para siempre a la Provincia de Buenos Aires de estos “históricos” gobernantes, que, por cierto, ya están pataleando con disgusto incluso dentro de las propias filas del Frente Renovador.

Un resultado favorable para esta iniciativa habrá iniciado la refundación de la república, porque comenzará lentamente a desarmarse este sistema clientelista que se ocupa más en oprimir que en liberar, aunque siempre bajo la bandera de una democracia algo renga. Si esto no avanzara, al menos el debate está sobre la mesa y es el momento para comenzar a discutir la república que queremos construir.