¿Qué está pasando en Argentina?

Claudio Zin

Esta es la pregunta que, desde ayer, me hacen mis colegas y amigos del “Onorevole Senato della Repubblica Italiana”, fundado aproximadamente en el año 500 a.C.

La respuesta es difícil, complicada, tenebrosa, imposible no teñirla con detalles de enfrentamientos a cambio de diálogos de los últimos tiempos.

En este contexto europeo de un muy fuerte rechazo, por los hechos recientes y los que se temen puedan ocurrir, a las muertes provocadas por el terrorismo, a las muertes que no tienen explicación como esta. Ninguna se justifica, algunas se pueden explicar para deplorar a sus ejecutores.

A la pregunta, agregan: “¿esta muerte del fiscal Nisman es como la de Giovanni Falcone”, en manos de Toto Riina, de la Cosa Nostra Siciliana, mafia de los Corleoneses? ¿O como el asesinato de los periodistas de Charlie Hebdo, cometido por terroristas islámicos, en peligro de confirmación de las acusaciones pendientes, 20 años después, de la voladura de AMIA? ¿O fueron los servicios de inteligencia en una cruzada de venganza, por su desplazamiento, como ocurrió con alguna frecuencia en Sudamérica?

No lo sé, es la respuesta.

Acá en Roma se conocen estos hechos, si bien no hay una continua y proficua información periodística sobre nuestro país o la región en general. Estas circunstancias gravísimas se saben porque acá casi todos tienen familiares en Argentina y preguntan. Internet ha hecho la difusión más contundente sobre el tema. Hasta aquí llegó el desasosiego que provoca esta muerte.

Nadie cree, por estos lares, el tema del suicidio de Nisman. Hay demasiada historia de mafia en este país como para comprar la tesis que esta persona de 51 años, con dos hijas, vaya a pegarse un tiro en la sien con un revolver calibre 22, sin cartas de despedida. Un suicidio poco convincente.

De hecho, los diarios (ver Corriere della Sera, por ejemplo) “sugieren” que esta muerte es sospechosa y no precisamente de suicidio no inducido.

Pero, y aquí el tema, ¿qué contesto?

La respuesta es la no respuesta, no entiendo y por ende no puedo contar, a mis colegas, el o los porqué.

El contexto modela los significados, propuso alguien muy atento. Del contexto se conocen algunos hechos, no todos por supuesto, por ende el significado de esta muerte no se entiende desde tan lejos. Ojalá ustedes más cerca del teatro de los hechos logren saber y puedan contar de qué se trata todo esto.

Sí se sabe con certeza que con esta muerte todos pierden en Argentina, todos. Pero en particular pierde la democracia cuando uno de sus pilares, la Justicia, es violado de este modo, con la sospecha de la muerte dudosa de uno de sus fiscales, protagonista de la investigación de un hecho no totalmente esclarecido 20 años más tarde y que involucra, en distinta manera, varios gobiernos argentinos de los últimos tiempos.

La institucionalidad del país entra en un cono de sombra, y las sombras son funestas. Esto es lo que se siente por aquí respecto a la Argentina.