París, 13N

Sábado 14 de noviembre, 21.30 h, Ciudad de Buenos Aires. Estoy intentando, sentados a la mesa de un restaurante, explicar a mi hija de 19 años el porqué del viernes 13 en París.

Por qué tres o cuatro (a esta altura no se sabe aún con certeza) comandos del Estado Islámico (ISIS, Estado Islámico de Irak y el Levante) asesinaron a más de 130 personas, hirieron a cerca de 350, de las cuales como mínimo morirán unas 80 (tal como ocurre entre los heridos de las grandes catástrofes habitualmente, donde un 20%-25% suele fallecer luego del día de la tragedia). Gente de a pie, comunes mortales que decidieron entretenerse una noche de viernes en lugares de esparcimiento de París, gente como cualquiera de nosotros.

Hombres y mujeres jóvenes que seguramente no tenían una posición tomada sobre la “guerra santa” desatada por el ISIS y que jamás pensó que sería protagonista de esa guerra que se desarrolla en lugares lejanos, tratando de reinstaurar un califato decadente, absurdo, imposible de sostener desde la lógica más elemental de convivencia mundial.

Así el planteo, le contaba a mi hija que volvía a Roma (lugar donde trabajo) urgentemente, porque el lunes a la mañana en una sesión especial del Senado el Gobierno italiano (Poder Ejecutivo) nos explican las medidas de seguridad a tomar en las grandes ciudades italianas, con la finalidad de evitar atentados y escuchar nuestro parecer, nuestros puntos de vista sobre el particular, ya que así funciona un sistema democrático parlamentario. Continuar leyendo

El sueño de una Europa sin fronteras convertido en pesadilla

La acalorada y por momentos subida de tono discusión que tuvieron ayer los ministros del Interior de los 28 países de la Unión Europea (UE) presagia muchas cosas y todas malas.

La primera y más seria: regresamos a la Europa de fronteras. Desaparece la frontera única con terceros Estados y vuelven los límites nacionales.

Cada país de los 28 que forman la UE, más los que se agregaron por el acuerdo-tratado de Schengen (en vigor desde 1995) mediante el cual se estableció la libre circulación de personas en los territorios de casi todos los Estados de la UE (excepto Reino Unido e Irlanda) y otros no UE, como por ejemplo: Suiza, Islandia, Noruega. Schengen es una ciudad luxemburguesa donde se firmó en 1985 el tratado que crea el espacio mencionado, por el cual se puede circular libremente como ciudadano de alguno de esos países o si se ingresó al espacio atravesando la frontera, legalmente por supuesto, de alguno de ellos.

Es decir, un emigrado de Siria llega, vía terrestre, a Hungría y atraviesa su frontera demostrando que tiene derecho a pedir asilo político por provenir de un país en guerra, donde es perseguido, y de allí en más puede circular libremente por los territorios de los países Schengen. Continuar leyendo

Los migrantes y el sueño de una Europa justa

Europa saturada de migrantes, de seres humanos que escapan del miedo, del hambre, de la injusticia, de la guerra, que nunca quisieron.

Nace hoy aquí, en Europa, el miedo al futuro de esta “avalancha” de gente desesperada, famélica de paz y seguridad, y justamente esto es lo que temen perder los europeos, con la migración de cientos de miles de personas provenientes de sitios de conflicto; la paz y la seguridad.

El paladín de estos miedos es David Cameron, el premier inglés que luego de muchas presiones, hasta de su propia población, acepta recibir a 15.000 familias en el territorio del Reino Unido, pero con la condición de que se trate solo de sirios.

Solo para comparar actitudes, el Papa Francesco recibirá, solamente en Italia, 106.000 familias. Una por cada iglesia, convento, santuario de Italia; queda además por hacer la cuenta de cuantos pueda recibir en el resto de la Europa católica, muchos cientos de miles más, sin duda alguna.

Alemania, recibirá a unos 40.000 que se suman a los 120.000 ya recibidos.

Austria, Italia, Grecia, Francia, España, Portugal, entre otros, serán los demás países de acogida.

Este es el marco de contención; Hungría, Polonia, y otros, nada, cero, ni una familia. La otra cara de la Unión Europea, la de la vergüenza.

Perfil del migrante

La escasa calificación laboral, el pobre nivel educacional, el desconocimiento de la lengua del lugar de destino, la posibilidad de infiltrados del ISIS/Daesh entre ellos, configuran un cuadro de incertidumbre para el futuro de esta masa humana que invade, literalmente, Europa. Entran por el Mediterráneo, o por los Balcanes occidentales.

La pregunta que nos hacemos hoy (luego de recibirlos) es ésta ¿qué pasará con esta gente dentro de dos o tres años en los países de acogida? Se concentraran en guetos (quasi villas miserias?), con pocas posibilidades de abandonar la condición de pobre gente desterrada, desarraigada, que debe convivir cerca de la pequeña burguesía europea que vacaciona en Cerdeña? Esta situación desencadenará violencia, tal como la ocurrida en los suburbios de París, años atrás?

El sueño de una Europa justa, igual para todos, con una clase media fuerte y en crecimiento, está hoy en crisis. Llega la realidad de pobres que golpean a sus puertas y entran, reclamando coherencia con la siempre enunciada solidaridad europea, para todo el mundo. Pero esta gente no podrá volver en poco tiempo a sus casas, es probable que nunca puedan volver, ¿quién querría volver a una Damasco destruida por una guerra de casi 4 años, y que una vez finalizada (solo Dios sabe cuando) demorará 20 años en reconstruirse?

Se repite la vieja historia de miles de europeos escapando de sus países de origen, luego de las dos guerras mundiales, dispersándose por el mundo entero, con pocas chances de volver.

Hoy la vieja y cansada Europa, como la llamara Papa Francesco, en su discurso ante el parlamento europeo, tiene que deponer estos miedos y aceptar esta realidad, tal como aceptó en su momento que millones de europeos la abandonaran sin esperanza alguna.

Tampoco puede discriminar, vía la clasificación, a los migrantes que requieren asilo, por persecuciones sufridas en sus países por condición política o religiosa (refugiados), de aquellos que migran por hambre, pobreza, falta de trabajo (inmigrantes económicos). Sencillamente porque todas estas circunstancias se combinan en el mismo hombre, la misma mujer y el mismo niño que hoy llega. Solo podrá decir que no a aquellos que tengan antecedentes o conexiones criminales.

Para los demás, no hay alternativa, TODOS deben entrar.

En el Encuentro Interparlamentario de los países de Europa, por la emergencia migratoria, llevado a cabo este fin de semana en Luxemburgo, en el cuál participé como delegado por Italia, se concluyó:

1) Ayudar económicamente a los países de acogida de migrantes, que no pertenezcan a la UE, como por ejemplo: Turquía, Jordania, Líbano, que hoy contienen a más de 4 millones de sirios desplazados de su país. Sólo Turquía cobija a 2.5 millones de ellos y ha gastado en su cuidado en lo que va del año 5.000 millones de €.

2) Ayuda económica para todos los demás Estados del planeta que abran sus puertas a los migrantes (esta fue una propuesta de mi grupo)

3) Apresurar las gestiones del enviado especial de ONU a Libia, Bernardino León, para lograr un acuerdo con los dos gobiernos ( Tobruk y Trípoli) que paralelamente gobiernan en Libia, para que logren contener en su territorio a los migrantes que provienen de Eritrea, Somalia, Etiopía, Malí, Costa de Marfil, etc., evitando que crucen el Mediterráneo y mueran en el intento, tal como ha ocurrido muy frecuentemente.

4) Pasar a una fase militar mas agresiva (FASE II) en el control del Mare Nostrum, con la finalidad de detener el tráfico de seres humanos, atacando a los traficantes en las costas de Libia.

Entre otras.

En esta conferencia interparlamentaria para la política exterior y la seguridad de Europa, mencioné la propuesta de Argentina, de recibir a refugiados sirios, como ejemplo de buena voluntad de países extra UE, hecho que fue aplaudido por todos los participantes.

Grecia sigue en Europa

El Greece exit no ocurrió, en realidad gracias a todos los países de la Zona Euro que no quieren más experiencias de laboratorio y muy en el fondo, menos aún antes de las vacaciones de verano, ya que uno de sus destinos predilectos es precisamente Grecia.

La incertidumbre, la falta de experiencia previa (hasta el momento ningún país salió del euro; algunos no entraron, los más inteligentes, pero salir, ninguno) pusieron freno a los tecnócratas que no ven viable la economía griega tal como se plantea hoy.

Italia fue la que más bregó por la no salida, de hecho es la que más lucha por no ser tan duros con las sanciones a Rusia por lo ocurrido en Ucrania. Italia, señores, es el país más razonable de la Zona Euro en Europa, y esto es muy bueno para muchos, en el futuro también para Argentina. Continuar leyendo