Un espejismo para los argentinos

Cornelia Schmidt Liermann

El pasado viernes 15 fue el Día de los Derechos del Consumidor a nivel mundial, instituido por la Asamblea General de las Naciones Unidas en el año 1985 con el propósito de reafirmar los derechos de los consumidores. Sin embargo, a los argentinos este día nos encontró en un momento donde lejos de que nuestros derechos como consumidores sean respetados, las prácticas del Gobierno nacional han procedido a acallar el movimiento consumidor.

En la actualidad, la política del secretario de comercio interior, Guillermo Moreno, procedió a dar de baja del Registro Nacional a asociaciones de defensa del consumidor: las persiguieron con campañas en los medios de comunicación y con la AFIP, iniciando juicios a representantes, además de violar el derecho de los consumidores a elegir como comprar y qué comprar.

Con acciones como estas, lo único que hizo Moreno es monopolizar la información, la elección y el ejercicio de los derechos de los consumidores, castigando e ignorando a todos aquellos que quieran hacer ejercicio de sus derechos.

Todo esto demuestra el desamparo inédito en el que se encuentran los usuarios de servicios públicos y los consumidores. El movimiento consumidor que durante años estuvo avanzando en nuestro país, hoy se encuentra en las antípodas de los derechos que siempre defendieron.

No sólo el Gobierno, sino también las empresas deben fortalecer su conducta ética hacia el consumidor, suministrando información clara y comprometiéndose socialmente.

Para los argentinos, los derechos del consumidor se han convertido en un espejismo, una ilusión óptica con una imagen invertida. La triste realidad es que hoy los derechos están lejos y su existencia es sólo una creencia, no una realidad.

Esta mañana, al anunciar el Día Mundial de los Derechos de los Consumidores 2013, la directora general de Consumers International, Helen McCallum, expresó que “una buena protección de los consumidores no radica sólo en la legislación, sino que también busca y logra justicia y puede, incluso, ayudar a crear una sociedad más justa”.

En este sentido, me comprometo a seguir informando desde el Congreso y denunciando el avasallamiento de los derechos de los consumidores y usuarios porque creo que una mejor protección de los consumidores es siempre parte de la solución.