Sed de protagonismo

Cornelia Schmidt Liermann

Muchos debemos coincidir en que la ex presidente Cristina Kirchner no es el modelo exitoso de una política democrática y republicana. Este miércoles también quedó confirmado que no le importa el bienestar de la gente: utiliza al ciudadano vulnerable para su propio bienestar.

No respeta, expone y utiliza. Se encierra en sus torres y convoca a los necesitados para calmar su propia sed de protagonismo. Por ello, Comodoro Py debería haber cambiado un minuto de nombre por “Cómo me amo a mí”.

Aquel que sólo busca las chicanas baratas, las ventajitas, el que irrumpe y viola las normas de convivencia, quien presenta una compulsión a la repetición de ilegalidades, como lo demuestran tantos camporistas, no representa poder: representa mediocridad, y nos lleva al pasado perverso.

Soluciones positivas se desarrollan únicamente si se entiende la búsqueda de la paz social como prioridad para los argentinos. El presidente Mauricio Macri ha dado una oportunidad de ir desarmando desconfianzas, para construir consensos y sobrellevar la famosa grieta.

Sin embargo, una pequeña oposición fundamentalista su retroalimenta de su relato. Perdón, pero comparto una de las afirmaciones de Cristina: “Hemos perdido la libertad”, “Hemos perdido la libertad de crecer”.

Y todo porque nos la hipotecó una década mafiosa de corrupción. Pero no perdimos la libertad de ver y de creer que juntos podemos dejar atrás esta época digna de todo olvido.

Un país no se merece ser un partido de fútbol, un Boca-River repleto de barrabravas. No se lo merece y no lo es. Hoy transitamos una democracia y el camino hacia la república lo comparte tanto el oficialismo como una oposición constructiva.

Tienta contestar cada una de las falacias que escuchamos de la boca de la ex Presidente: el amor, la libertad, su persecución “política”. Sin embargo, sólo se le pide que se someta a la Justicia como cualquier otro ciudadano. Nadie le coarta ni le coartará su libertad de expresión, sólo que ya la Argentina transita por otros caminos que ella no quiso o no quiere andar.

Démosle la bienvenida a la mejor noticia: la salida de Argentina tras 13 años en default. Con mayoría en ambas Cámaras, poquitos, los sectarios, fueron los que no entendieron la importancia de esta ley para el futuro de todos. Y sigamos la consigna de un artista de la vida, como fue, perdón, seguirá siendo Mariano Mores: “Uno busca lleno de esperanzas el camino que los sueños prometieron a sus ansias”.