El debate de campaña debe incluir a la educación

Estamos en la antesala de una nueva campaña electoral. Ya se definieron todas las candidaturas que participarán de las PASO, que determinará quiénes serán los candidatos en octubre. Nos esperan dos elecciones, dos campañas nacionales, sumadas a las que se están dando en cada uno de los distritos.

Los candidatos se alistaron y todos se comprometen a debatir sus propuestas, que en general responden a tres ejes: economía, inseguridad y corrupción. Todo indica que, como en las últimas campañas electorales, la educación va a estar ausente nuevamente en el debate político. Esto no quiere decir que no se hable del tema, sino que se lo volverá a resumir casi exclusivamente al presupuesto y a la inversión educativa. Sin embargo, si hay algo que nos dejó en claro esta década es que una mayor inversión no garantizó resultados. Continuar leyendo

Los días de clase perdidos deben ser recuperados

Este año solo 2 provincias estarán por encima de los 190 días de clases propuestos en el calendario oficial y muy pocas alcanzarán el piso de 180 días que exige cumplir la ley 25.864. Para lograrlo, la misma ley en su artículo 2° indica que cada jurisdicción deberá tomar las medidas necesarias para recuperar los días perdidos. Esta norma, que se sancionó hace 10 años, fue celebrada en el discurso oficial como un logro de la gestión, pero la realidad muestra que no  se cumple.

Existen casos como la Provincia de Buenos Aires que este año promediará unos 20 días menos de clases que la Ciudad de Buenos Aires, distrito con el que comparte alumnos y docentes en el área metropolitana. A esto, deberíamos agregar los días que perdieron aquellos alumnos que asisten a escuelas en municipios afectados por las inundaciones. A su vez, las provincias de Río Negro, Mendoza, Entre Ríos, Neuquén y Salta,  también, perdieron días por conflictos gremiales, el caso más grave fue la situación en la provincia del Chaco, donde más de la mitad de los alumnos perdió entre 45 y 50 jornadas.

La ley tiene un objetivo que no da lugar a interpretaciones ambiguas: se deben recuperar los días perdidos para igualar las posibilidades educativas de todos los alumnos del país. Continuar leyendo

Hablemos de educación

A diferencia de otros años, la cobertura mediática de los resultados obtenidos por Argentina en las pruebas de evaluación educativa PISA tuvo un mayor despliegue. Esta vez no quedaron reducidos a la comprensión técnica de los expertos e involucraron a la opinión pública sobre una realidad preocupante. Aún hoy los medios eligen, entre sus prioridades informativas, seguir hablando sobre los datos conexos de esas pruebas como la falta de comprensión lectora de más de la mitad de los adolescentes, el alto grado de ausentismo de nuestros alumnos o la falta de una élite interesada en la educación.

Bienvenido sea que la prensa hable de calidad educativa desde otros enfoques e instale el tema en la agenda pública. Es que nunca ha sido sencillo para los medios de comunicación abordar las noticias educativas y que éstas sean a la vez interesantes para un público que reclama información relacionada con lo que pareciera asociar a la calidad educativa como las condiciones edilicias de las escuelas, los conflictos docentes y, muy recientemente, a la dotación informática o la enseñanza de una segunda lengua. Los medios responden a esta demanda acotada con noticias que cubren ese interés, pero también porque los generadores de políticas públicas educativas, los ministerios, muestran importantes dificultades para convocar el interés de la sociedad y hasta el de los propios actores del sistema. Así, presos de sus propias limitaciones, luego terminan mostrando diferencias sobre el tipo de cobertura periodística que tuvieron las pruebas. Por ejemplo, los funcionarios, que en principio relativizaron las PISA y tardaron en pronunciarse y asumir responsabilidades, creen que es incompleto y parcial presentar los resultados de una prueba internacional de evaluación educativa en un formato de “ranking que, en cambio, para un medio de comunicación tienen un impacto y una penetración como noticia imposible de lograr sin apelar al mismo.

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