Tarjeta roja para Petrobras

Darío Epstein

Cuando en 2010 Petrobras anunció la emisión de acciones “maior do mundo”, lo primero que pensamos fue en la dilución de los accionistas minoritarios. Petrobras ostenta el récord mundial e histórico en cantidad de dinero obtenido de los mercados en una única colocación: captó alrededor de 70.000 millones de dólares en septiembre de 2010 vendiendo 1.870 millones de acciones preferidas a US$ 15,31 y 2.400 millones de acciones ordinarias a US$ 17,26, ¡más de lo que valen hoy!

Brasil supo aprovechar el momento de auge de los mercados emergentes, junto al atractivo que presentaban los BRIC, en un sector ávido de inversiones y con exceso de dólares en un mundo que no consigue rendimientos razonables.

Pero así como tuvo una historia de crecimiento hasta que el precio del barril de petróleo pasó los 140 dólares durante 2008 y la acción alcanzó 70 dólares y hoy vale apenas 16. En 2008 Petrobras valía casi tres veces Ecopetrol y hoy valen casi lo mismo (ver gráfico Valuación Anual). ¿La moda pasó? ¿La empresa cambió?

Por varios motivos Petrobras se ha distanciado de su público inversor e independientemente de las bondades de la compañía, llego el momento de buscar nuevos rumbos.

Entre las últimas señales debemos remarcar:

  • El balance de 2012 ha sido más débil de  lo esperado.
  • El pronóstico para 2013 sigue débil, con una creciente necesidad de fondos, en una empresa con alto capex y con mucha deuda.
  • La agenda del management responde al accionista Estado por encima de los privados.
  • La diferenciación de reparto de utilidades entre acciones ordinarias y preferidas es otra señal sobre el manejo para con los inversores.
  • El último aumento de tarifas defraudó. El esfuerzo para contener precios e inflación debería hacerlo el Tesoro de Brasil y no Petrobras. Caso contrario no deberían buscar socios privados y manejarla simplemente como una empresa estatal.

La empresa bajó tanto de valor que podríamos decir que todo lo anterior ya ha sido descontado en su precio. Pero tampoco su valuación es muy atractiva que digamos, porque a 10,5 el ratio de precio sobre ganancias, hay empresas más baratas en países como EEUU o Europa que poseen una prima de riesgo mucho más baja. Es el caso de Chevron, con un price-to-earnings de 8,7 veces las ganancias de los últimos meses, o Exxon Mobile de 9,5 veces con un riesgo menor al de Petrobras, que aun después de la baja cotiza a 10,5 veces, y sin grandes expectativas de crecimiento.

El mercado, de acuerdo con diecinueve analistas que coinciden en Bloomberg, marca un precio objetivo promedio de US$ 24,88 para su ADR de acciones ordinarias, es decir, un potencial de apreciación de más de 50% respecto al precio actual, y ningún analista recomienda vender las acciones. Estos analistas coinciden entre comprar y mantener la tenencia. Lamentablemente, estamos mucho menos optimistas que el consenso y creemos que existen otras alternativas en el sector más atractivas para invertir. A la hora de pensar en un rebote en su cotización, el inversor minorista no debe olvidarse que lo han dejado de lado en el momento de la toma de decisiones, y no hay indicios de que este aspecto vaya a modificarse. Al contrario, la agenda de Petrobras va a seguir demandando fondos por un cash flow débil y objetivos ambiciosos de aumento de producción.

Por todo lo expuesto pero principalmente por la falta de interés demostrado a los inversores privados, Petrobras (PBR) no es una acción que me guste para mi portafolio a pesar de la opinión siempre favorable de todos los analistas. Y aun en el corto plazo creo que el sentimiento del inversor privado podría ser un freno.

Más allá del potencial de ganancia, uno tiene que elegir al momento de invertir empresas amigables y que consideren que el inversor es una parte importante de la ecuación productiva.