El laberinto del dólar

Desde que se instauró el cepo cambiario, el Gobierno convive con la disyuntiva de cuidar que se reduzcan las reservas del Banco Central y, a la vez, cuidar que no se amplíe la brecha cambiaria. No puede lograr las dos cosas a la vez, ya que una alimenta a la otra.

Estos días escuchamos, de parte de los candidatos presidenciales, distintos paquetes económicos que implementarían en caso de ganar. Todos coinciden en que hay que aumentar las reservas y algunos hablan de levantar el cepo de forma inmediata. Otros como parte de un paquete integral a cien días. Otros plantean mayor gradualismo.

Pero las intenciones muchas veces chocan con la realidad al momento de implementar las ideas. Los mercados necesitan creer y confiar, ¡pero es mucho más fácil cuando hay dólares! Experiencias al respecto sobran.

Partiendo entonces de la base de que el próximo presidente va a necesitar mejorar la posición de moneda extranjera para lograr crecimiento, veamos cuáles serían las principales fuentes de acceso a divisas y sus problemas.

Las tres fuentes principales de acceso a divisas enfrentan problemas: Continuar leyendo

De empleos, deflación y robots

Recientemente he leído un excelente artículo de Andrés Oppenheimer donde remarca que deberíamos preocuparnos por el tema de esta nota (Free trade won’t kill U.S. Jobs – robots may). La sustitución de los hombres por máquinas y la consecuente pérdida de puestos de trabajo ante la automatización de las tareas es un viejo tema de constante opinión. Me parece importante concientizar al lector e inversor acerca de un proceso que no debería pasar desapercibido, teniendo en cuenta sus consecuencias en el desempleo estructural y en la deflación de precios generales, con su impacto sobre el crecimiento de largo plazo.

A favor de los que apoyan este proceso se encuentran los que argumentan que esa automatización eliminará puestos prescindibles pero creará otros necesarios. Lo cierto es que la pérdida de empleos no es reemplazada en la misma cuantía por la generación de nuevos empleos, por lo que el desempleo estructural debido a la automatización de los procesos productivos y en la prestación de servicios es un fenómeno que en las últimas décadas jugó un papel negativo en las economías. Continuar leyendo

¿Europa al borde de una tercera recesión?

A juzgar por los indicadores de actividad económica, Europa se encontraría al borde de una tercera recesión. Las crisis fiscales y de deuda quedaron atrás, pero pesan. Los valores ridículamente bajos de los rendimientos de los bonos a 10 años de España (2.13%) o Italia (2.34%), por debajo incluso de los de EE.UU., no debería llevar a creer que la situación esté bien. El desempleo en España, por ejemplo, es de 24.5%. El desempleo de la Eurozona en forma conjunta es de 11,5%, contra 5,9% en EE.UU., una diferencia considerable que ya se convierte en estructural.

Las señales de los precios al consumidor también son peligrosas. La inflación en la Eurozona se desaceleró nuevamente a 0,3% en septiembre, lo que generó nuevas preocupación por una posible deflación. Crecieron las expectativas por nuevas medidas de estímulo por parte del BCE. Pero en su última reunión, el Presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi decepcionó en su discurso ya que los inversores esperaban que definiera el tamaño total de su programa de compra de activos, pero esto no ocurrió. Además, Draghi no hizo ninguna sugerencia acerca de un posible programa de flexibilización cuantitativa  al estilo de la Reserva Federal de EEUU.

De continuar con niveles bajos de inflación, el mercado le volverá a pedir a la autoridad monetaria que implemente medidas adicionales y poco convencionales para revertir la tendencia. Japón lo está logrando sobre la base de una gigantesca emisión. Si Europa profundiza las medidas, el euro volverá a sentir las consecuencias.

Pero no hay mucho margen para políticas conservadoras. El indicador adelantado del ciclo, el PMI Composite de septiembre, se ubicó en 52 puntos por debajo de los 52,3 puntos del consenso, mientras que el PMI Servicios fue de 52,4 puntos también por debajo de las estimaciones del mercado (52,8).

En Alemania la situación de su motor, la industria, deja mucho que desear y es lo que nos preocupa para definir la salud de la región: los pedidos de fábrica registraron en agosto su mayor caída desde la crisis financiera de 2009 y el PMI Manufacturero cayó en septiembre a 49,9 puntos, por debajo del consenso y del mes previo. Recordemos que un indicador debajo de 50 puntos significa una contracción de la actividad.

El factor político no es menor. Por ejemplo, el ambiente se enrareció en Francia, en donde el partido Socialista del presidente Francois Hollande perdió el control de la cámara alta del Parlamento a manos del partido de extrema derecha Frente Nacional, que ganó su primera banca en el Senado. Además, la Unión Europea podría rechazar el nuevo presupuesto para 2015: las autoridades no permitirían el déficit presupuestario propuesto de 4,3% para el próximo año y pedirían uno nuevo que cumpla con las obligaciones de reducción del déficit público.

En síntesis, desde lo financiero lo peor ya habría pasado, la tranquilidad que exhibe su sistema financiero es un gran logro conseguido sobre la base de una mayor intervención de su Banco Central, algo a lo cual se venía resistiendo. Pero los niveles de deuda pública, actividad económica, déficits y empleo, nos indicarían que estamos en la puerta de una nueva crisis.

Nota: El índice PMI o Purchasing Managers Index (Índice de Gestores de Compras) es un indicador a nivel europeo que sirve para medir el estado en el que se encuentra la economía con respecto a diversos sectores. Para la recopilación de los datos referentes a este indicador se llevan a cabo una serie de encuestas a los gestores de compras (cuyo trabajo está especializado en controlar las condiciones en las que se encuentra la empresa) que pertenecen a las empresas privadas que han sido seleccionadas para representar a cada sector en concreto