Estados Unidos: en busca de otro Rambo

Es difícil explicar el fenómeno de Donald Trump sin tratar de entender a su grupo de votantes. Uno de los principales atributos que le asignan es la capacidad de llevar las cosas a cabo. Cansados de votar políticos que quedan atrapados en la maraña burocrática y no logran avanzar.

Pero es muy importante entender que Trump logra interpretar las necesidades de los ciudadanos de clase media, aunque sus alternativas de solución no sean tan claras. Por ejemplo, habla de devolverle a Estados Unidos los trabajos perdidos como consecuencia de la globalización, entiéndase outsourcing y offshorización. Ataca permanentemente a China, Japón y México como responsables de esta situación y de manipular su moneda. Ha propuesto tarifas diferenciales a las importaciones y un control más estricto del tipo de cambio.

Sus votantes están felices. Trump entendió su problema. ¿Pero la solución sirve? Traer la industria de nuevo a Estados Unidos nos asegura dos cosas: mayores costos para los consumidores norteamericanos y desempleo a futuro, producto del avance de la cuarta revolución industrial y la salida inminente de mano de obra de tareas repetitivas o rutinarias a la robótica y la digitalización. Claramente, no se está anticipando al futuro, sino interpretando el malestar de los votantes. Continuar leyendo

¿Quién puede con Donald Trump?

La mayoría de las frases que escucho en los medios de Donald Trump lo atacan con virulencia. Y no sólo los medios domésticos, que estarían más cómodos con los políticos tradicionales. Medios prestigiosos, como The Economist, marcan muy fuerte una posición anti Trump. Todos juegan el partido, porque la elección presidencial de los Estados Unidos tiene impacto sobre lo que ocurra en el mundo.

Anoche escuché a Ted Cruz hablar luego del Supermartes. Todas las frases que usó arrancaban con “Donald Trump”. Está clarísimo que tiene que tratar de revertir una diferencia muy pesada, en especial con él y el senador rubio dividiéndose los electores.

Todos tratan de que Trump no sea elegido como el candidato por el Partido Republicano. ¡En especial los propios republicanos! Por supuesto, los demócratas también preferirían otro rival.

¿Cómo competir contra un señor que está cortando transversalmente el modelo bipartidista de ese país? Pero, a pesar de todo y con el establishment en contra, la gente lo sigue votando. Y esto tiene que ver con la fatiga de los ciudadanos estadounidenses de los políticos tradicionales y con el malestar que hay en los sectores de clase media, tan fuertes en ese país. Continuar leyendo