Escenario de crecimiento mundial para 2015

El escenario de crecimiento global es parte de los puntos a considerar a la hora de elegir en qué activos invertir. Una variación en relación de tipo de cambio impacta de lleno en los balances de multinacionales (en dólares). La caída del precio del petróleo influye en el crecimiento mundial a través de mayor consumo discrecional, lo que favorece determinadas empresas sobre otras.  El superdólar afecta precios de commodities, y de esa forma vuelve a cruzar sectores y subsectores del S&P. Ganadores y perdedores se cruzan permanentemente y el arranque del análisis 2015 está en el crecimiento.

Nos pareció interesante mostrar el promedio de las proyecciones de los analistas para 2015. En 2014 EE.UU. avanzó a paso firme a partir del segundo trimestre. Sin embargo, la Eurozona no ha logrado sortear el débil crecimiento de sus economías, a lo cual se le suman las recientes dudas en torno al escenario político en Grecia. En tanto, Japón sorprendió con un aumento en los impuestos sobre las ventas que contrajo fuertemente el consumo y se encuentra actualmente en recesión. Continuar leyendo

Un mundo más desigual

El jueves de la semana pasada, la Presidenta de la Reserva Federal de EE.UU., Janet Yellen, dio una conferencia sobre desigualdad en la Reserva Federal de Boston. Fue contundente. Dijo que la desigualdad en EE.UU. es la peor en un siglo y amenaza la democracia. Sus dichos vienen a cuestionar muchos de los preconceptos que existen en torno a una sociedad más igualitaria en la mayor economía del mundo.

A partir de las medidas monetarias adoptadas para combatir la peor crisis económica financiera desde los años 30, hemos visto apreciarse el valor de los activos, llámese acciones, propiedades, bonos, etc. Esto tiene un doble efecto: por un lado aumenta la riqueza de los dueños de los activos, y por el otro aleja a quienes tienen menores recursos de acceder a estos activos.  Es decir, el efecto de las políticas monetarias expansivas produjo una ganancia artificial en los hogares de estratos sociales más altos. Por supuesto, la Reserva Federal lanzó estos agresivos programas acomodaticios para cumplir con su Carta Orgánica, ya que una de sus obligaciones es pugnar por el pleno empleo.  Sin embargo, el efecto secundario ha sido generar mayor desigualdad.

Medición tradicional

El índice que mide la desigualdad de ingresos en una economía es el índice de Gini: mide hasta qué punto la distribución del ingreso entre individuos u hogares dentro de una economía se aleja de una distribución perfectamente equitativa. Para la medición de los ingresos se utiliza el ingreso per cápita familiar, que surge de dividir el ingreso total del hogar en la cantidad de miembros que lo integran.

Asociado a este concepto, la curva de Lorenz muestra los porcentajes acumulados de ingreso recibido total contra la cantidad acumulada de receptores, empezando a partir de la persona o el hogar más pobre. El índice de Gini mide la superficie entre la curva de Lorenz y una línea hipotética de equidad absoluta, expresada como porcentaje de la superficie máxima debajo de la línea: un índice de Gini de 0 representa una equidad perfecta, mientras que un índice de 100 representa una inequidad perfecta.

Detrás de todas estas variables se encuentra la igualdad  y el acceso a las oportunidades para poder escalar de una clase social a otra, algo por lo cual EE.UU ha sido tradicionalmente referente. Que se mencione que los estadounidenses ya tienen relativamente pocas posibilidades de avanzar económicamente, y que el problema puede estar empeorando, es motivo de análisis.

El análisis de Yellen

Las cuatro fuentes de oportunidades económicas según Yellen son: los medios para criar a los hijos, el acceso a la educación, ser propietario de una pequeña empresa y la herencia.

En relación al financiamiento público para la educación temprana, el mismo no aumentó desde la recesión del 2009 en EE.UU. y el costo de la educación superior sigue aumentando, dos aspectos pendientes para reducir la desigualdad. Por el contrario, las ganancias de riqueza prevenientes de herencias están menos concentradas que a nivel  global. El promedio de edad para recibir una herencia es de 40 años.

Analizando los números se concluye que la distribución de la riqueza se concentra en el tiempo: la proporción de la riqueza en manos de la mitad inferior de los hogares se redujo de 3% en 1989 a 1% en 2013, según la Encuesta trienal sobre Finanzas del Consumidor de la Reserva Federal (una encuesta de 6.000 hogares).

Lo positivo es que se sinceró, algo que no se ha visto en los últimos años: remontando un poco en el tiempo, encontramos que el anterior Presidente de la Fed, Ben Bernanke, dedicó un discurso a la desigualdad recién en el año 2007. Nada de ahí en más.

Recordemos que la desigualdad en la distribución del ingreso de una sociedad afecta al desarrollo del país dado que junto con el crecimiento del producto es uno de los factores determinantes de la reducción de la pobreza, el cual debería ser el objetivo último de la política económica de largo plazo de todos los países.

La economía mundial bajo la lupa

La economía mundial está saliendo airosa tras la gravísima crisis 2008-2009 que llevó al mundo a una inédita recesión. Pero el crecimiento global sigue siendo demasiado débil para ser optimistas. Se deberán aumentar las reformas estructurales, como así también el dinamismo propio de las economías en vías de desarrollo, para encaminarse hacia un crecimiento más rápido y sostenible. Aún queda por completar el programa de reforma del sector financiero; los elevados niveles de deuda de muchos países no ceden; y persiste un fuerte desempleo: Europa tuvo un incremento del cual le ha sido muy difícil encarar una vuelta a la normalidad tal como ocurrió parcialmente en EE.UU.

Por otro lado, hay riesgo incipiente de un nivel demasiado bajo de inflación, con riesgo de deflación tanto en EE.UU. como en Europa que pueda inhibir la demanda, la actividad económica y el empleo. La volatilidad de los mercados también es un tema importante a monitorear debido a la salida del programa de expansión cuantitativa en EE.UU. en un contexto financiero externo menos benigno con una suba esperada de tasas de interés que parece más próxima que lejana a juzgar por las declaraciones de algunos miembros de la Fed.

Otro factor de riesgo a la economía mundial que vemos son las tensiones geopolíticas, que podrían opacar la recuperación vista hasta ahora, en especial por el caso de Ucrania y las represalias económicas a Rusia. Es un hecho que la actividad económica en las economías avanzadas, como EE.UU., la Eurozona y Japón, está mejorando, aunque a diferentes velocidades.

El FMI publicó recientemente su informe semestral Perspectivas Económicas Globales (WEO), con más luces que sombras a nuestro entender. Veamos las estimaciones: la economía global crecería en 2014 un 3.6%, y un 3.9% en 2015, cifras con una ligera corrección a la baja con respecto al pronóstico anterior de enero, lo cual implica una mejora frente a 2013 cuando la expansión global fue de 3.0%.

¿Quién da el impulso? Los mercados emergentes son responsables de más de dos tercios del crecimiento mundial. Pero coyunturalmente, el impulso viene dado por los países desarrollados, a que las economías emergentes y en desarrollo enfrentan nuevos riesgos: las economías avanzadas crecerán en 2014 2.2%, frente al 1.3% del año pasado. Destacamos el buen desempeño de Alemania, que explica en gran parte la fortaleza del Euro actual. EE.UU. crecería al 2.8%, mientras que la eurozona pasará de una contracción del 0.5% en 2013 a una expansión de 1.2% este año.

En cuanto a los países emergentes, las tasas de crecimiento se encuentran como siempre entre las más altas del mundo, en especial las de las economías emergentes de Asia. África subsahariana sigue siendo dinámica pero las condiciones son más complicadas en los países árabes en transición envueltas en un difícil contexto sociopolítico. El FMI redujo su pronósticos de crecimiento para los países emergentes y en desarrollo desde un 5,1% estimado en enero a 4.9%.

Las perspectivas de mediano plazo se han deteriorado aún más para Argentina en un escenario macro que está sujeto a una alta incertidumbre: crecería apenas 0,5% este año y 1% en 2015. Otros países con políticas heterodoxas hoy deben aplicar medidas de corte netamente ortodoxas por las consecuencias en sus economías. Un ejemplo es Venezuela, que experimentaría una caída del 0,5% este año y -1% en 2015. Venezuela cerró 2013 con una inflación minorista del 56,3% y se estima 50,7% de incremento para este año.

tabla art infobae 10 de abril 2014 (1)

Como en muchos otros países, hay cada vez menos margen para aplicar políticas macroeconómicas de apoyo, por lo que las reformas estructurales adquirirán más relevancia de ahora en adelante. Si la economía mundial no se integra, será difícil generar más expectativas. Sanciones a Rusia, problemas climáticos en el hemisferio Norte y continuo desempleo le ponen diversos grados de restricción para alcanzar los objetivos y reforzar la recuperación que se inició en 2010. En la última reunión del Grupo de los 20, se reconoció que mediante la aplicación de medidas de política correctas por parte de los países y la cooperación correcta entre ellos sería posible elevar el crecimiento mundial más de 2% a lo largo de los próximos cinco años.

Reporte 2013-2014: qué pasó y qué vendrá

Hasta los inversores más agresivos se han visto sorprendidos este año con el rendimiento en acciones norteamericanas, el mejor que se había visto en los últimos 12 años. Y también es cierto que hacía mucho tiempo que no se veía tal disparidad entre acciones de países centrales y países de la periferia: los emergentes debieron soportar caídas en promedio en los precios medidos en dólares.

¿Qué podemos esperar para el año que se inicia la semana que viene? La economía mundial está mostrando una continua mejora en términos de crecimiento y se espera que en 2014 la economía mundial crezca a una tasa de 3,7%, luego de registrar una expansión estimada de 2,9% este año. Sin embargo, se espera que el próximo año se extienda una de las características del crecimiento de la segunda mitad de 2013: las economías desarrolladas se acelerarían mientras que los países emergentes reducirían su ritmo de expansión.

Y una de las características dominantes seguirá siendo la prácticamente nula inflación en el G10. Y hasta con riesgo de deflación, un elemento inentendible a la luz del ritmo de emisión de países desarrollados en los últimos años y del aumento del consumo de los norteamericanos. La tasa de inflación núcleo detrás del consumo (PCE core) en la economía más grande del mundo es de apenas 1,1% interanual y la inflación minorista del 0,8%. En la raíz de este enigma está la baja inflación de costos medida por los costos laborales (uno de los factores explicativos con una alta correlación con la inflación total), el aumento de la demanda de dólares por parte del comercio mundial, además del aún bajo uso de la capacidad instalada (en la web de la Reserva Federal se puede ver que fue de 79% en noviembre, casi dos puntos porcentuales mayor al de hace dos años atrás, y de 80,2% de promedio de 1972-2012 con picos del 85%).

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