Cómo transfiere riqueza la caída del precio del petróleo

La caída en el precio del petróleo a sus mínimos de 5 años y retrotrayéndose a una época a la cual nadie quisiera regresar, julio del año 2008, impactará en forma selectiva en las empresas, en función de si son productoras o si el petróleo representa un insumo en su estructura de costos de producción.

Entre las distintas economías mundiales, el impacto pasa básicamente por saber si son productoras de petróleo y exportadoras netas, o bien economías importadoras netas de commodities energéticos.

Las empresas del sector de petróleo han sido de las más afectadas este año, cayendo en EE.UU. un 13%, contra una suba del 13% en el índice S&P 500. Algún sector evidentemente se está beneficiando de esta coyuntura.  Continuar leyendo

Petróleo: el mapa de ganadores y perdedores

Estructuralmente se ha producido un desfasaje entre la oferta y la demanda de crudo. 

Hay un aumento en la oferta proveniente del oil no convencional, principalmente de Estados Unidos y Canadá, mientras que la producción de la OPEP permanece estable y la demanda no crece, acompañando al magro crecimiento mundial. La reciente decisión de la OPEP de no recortar su objetivo de producción en 30 millones de barriles por día profundizó un ajuste de precios que ya se venía dando hace unos cuantos meses.

Si el precio del petróleo se mantiene bajo en el tiempo, eso es buena noticia para el crecimiento mundial, ya que al bajar los combustibles aumenta el consumo en otros bienes. Impacta especialmente bien en los países que trasladan rápidamente el costo del barril al surtidor de nafta. Pero también impacta positivamente en la balanza comercial de los países importadores. Los consumidores, las industrias demandantes de petróleo y las economías importadoras de petróleo le dan la bienvenida a esta abrupta baja en los precios y al cambio en el mapa de riqueza que está por venir. Parte de este beneficio y mayor actividad que se espera, irían a las arcas de gobiernos que podrían no trasladar el diferencial al consumidor, mejorando sus déficits. En definitiva, el efecto global general será la de impulsar el consumo y la producción si se verifican los menores costos de energía en forma directa, y de transporte en forma indirecta en cualquier bien que sea trasladado, lo cual  redundaría en mayor crecimiento y empleo. Continuar leyendo