Año nuevo, ¿China nueva?

En un mundo cada vez más entrelazado, es difícil poder realizar inversiones sin correlación entre sí, ya que, en algún punto, las variables se tocan. Y sobre todo cuando los riesgos van en aumento y son globales, como es precisamente lo que está ocurriendo en estos días en los mercados.

El descalabro del petróleo responde a múltiples factores de oferta, demanda y del valor del dólar, pero China juega un papel fundamental en la fijación de las expectativas de los operadores hoy en día. El índice de referencia de China, el Shanghai Composite, cayó -16,6% en 2016 desde 3.539 puntos a 2.949 puntos. En tanto, en el 2015 avanzó 9,41% (en 2014 había subido 52,9%). La baja del índice contagió al resto de los mercados por distintos canales. Continuar leyendo

Nasdaq 2.0, ¿y ahora qué?

Tanto el S&P 500 como el Dow Jones vienen superando mes a mes sus marcas históricas (desde fines de 2013). Pero hemos asistido en las últimas ruedas a otro quiebre histórico: el del Nasdaq.

Se trataba de una vara muy alta para alcanzar desde lo que fue la depuración que se inició en marzo del año 2000, cuando explotó por los aires la burbuja denominada burbuja.com. En ese entonces se llegaron a pagar valuaciones extraordinarias por negocios virtuales que se soportaban en proyecciones y tasas de crecimiento exorbitantes. De allí en más comenzó la abrupta caída del Nasdaq, las empresas punto.com comenzaron una serie de cierres, fusiones, adquisiciones y despidos, que hizo volver a la realidad a los inversores.

Pero la aversión al riesgo de los inversores, si bien funciona a corto plazo, a largo plazo se va diluyendo. Se han vuelto a alcanzar los 5048 puntos para el índice de empresas de la mal llamada bolsa de empresas tecnológicas. Denominamos a este proceso Nasdaq 2.0, porque se trata de empresas diferentes en su estructura de negocios, y con valuaciones más sustentables (en algunos casos), sobre todo en empresas con tamaños muy diferentes y algunas con flujos de caja libres muy elevados.

¿Y ahora qué? 

nasdaq por sector

Se trata de un índice que ya no tiene más de la mitad de las empresas del sector tecnológico, sino menos de la mitad: del 65% pasó al 42%. Además, sectores más conservadores como servicios de consumo y de salud ponderan mucho más que antes. Los sectores financiero e industrial también.

Como en cualquier otro rally, tanto los operadores como los analistas creen casi por definición que los aumentos en los precios de los activos se justifican. Por eso las valuaciones de las empresas más chicas son cada vez más elevadas en EE.UU.

El Nasdaq se benefició del importante peso de Apple. El rápido crecimiento de otras empresas de biotecnología como Gilead. Las llamadas redes sociales como Facebook también contribuyeron a que el Nasdaq llegue a sus niveles actuales.

El mayor apetito por mercados emergentes como Rusia o China en los últimos meses hablan de una recomposición de expectativas.  Algo está cambiando en el escenario de inversiones en China, ya que luego de una burbuja de acciones domésticas en el año 2007 por un frenesí de los chinos con respecto a las acciones, y un fuerte ajuste posterior, las acciones han vuelto a recuperar mucho terreno perdido luego de la depuración.

Desde comienzos de 2012, el índice más importante de China, el Shanghai Composite, ha estado lateralizando sin mayores variaciones, presentando uno de los peores resultados entre las bolsas mundiales. Sin embargo, a julio del año pasado el índice se ha incrementado asombrosamente, anotándose un 121% hasta el cierre de esta nota. En China la valuación promedio ponderada es un ratio de precio a ganancias trailing de 18.96x. Forward 12 meses el ratio se reduce a 15 veces, en línea con su promedio histórico de 10 años. Pero las dudas surgen cuando uno analiza las causas de este boom, que no se pueden encontrar mucho en los fundamentos económicos dado que China ha desacelerado su actividad en los últimos años y apunta a un crecimiento en 2015 en la zona de 7.0%, el menor nivel en muchos años.

La misma pregunta vale hacerse respecto al Nasdaq. Pero la economía norteamericana se encuentra a nuestro entender en una mejor situación y salud. Además, el comportamiento especulativo de los agentes del mercado contribuye. Con un nivel de VIX de 13% en este último tiempo y que la sensación que la suba de tasas podría retrasarse o ya está descontada. Los inversores en EE.UU. ya no esperan mayores estímulos monetarios pero saben que la Reserva Federal estará siempre para dar una mano en caso de fuerte caída de las acciones.

En síntesis, una combinación de negocios más afianzados en su rentabilidad, con muchas empresas que han crecido hasta alcanzar un tamaño tal que les permita ser consideradas de valor más que de crecimiento, valuaciones más razonables y una combinación con un mayor apetito por el riesgo por parte de los inversores en un entorno de tasas cero son la justificación de por qué el Nasdaq cruzó su último récord y va por más. El sector tecnológico ha perdido peso, para dar lugar a una mayor ponderación de los sectores de servicios de consumo, cuidado de la salud, financiero e industrial, entre otros. De ahí provendrán las subas. Habrá que ser más precavido en acciones del Nasdaq con las recientes alzas y monitorear las valuaciones cada vez más de cerca.

 

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