Ley de Mercados de Capitales: la gran oportunidad

Diego Lo Tártaro

En noviembre del año anterior fue aprobada la nueva ley de mercados de capitales; no vamos a ocuparnos desde luego de su letra chica, ya que aún la Comisión Nacional de Valores (CNV) no ha armado la normativa y tiene seis meses a partir de su publicación en el Boletín Oficial (el 28 de diciembre) para estudiarla, instrumentarla y ponerla en ejecución.

Pero desde el Instituto Argentino para el Desarrollo de las Economías  Regionales (Iader) sí entendemos que es apropiado y necesario dar nuestra opinión en cuanto a este trascendente paso dado por el organismo regulador de los mercados de capitales (CNV). Creemos que esto significa una oportunidad excepcional para aggionar a un mercado que todavía se rige por normas que hace muchos años los países desarrollados superaron, y de esta forma federalizar el mercado bursátil generando una gran oportunidad para las economías regionales y consecuentemente popularizarlo (cuando utilizamos este termino, entendemos por popularizar el que esté al alcance de todos, no de unos pocos como hoy ocurre; es decir que sea conocido, comprendido y aceptado por todos).

Reafirmamos todo lo que venimos sosteniendo desde hace años en cuanto a la forma en que fue y es conducido y atendido el negocio bursátil que inexorablemente “fue”, y se está camino a su extinción. Por ello nuestra satisfacción ante la sensata y oportuna intervención de la CNV.

Para comprender la necesidad del cambio debemos historiar con cifras cómo fue y cómo es en la actualidad nuestro mercado bursátil y de qué forma hemos sufrido en las últimas últimas décadas un proceso de desculturizacion bursátil que malogró las oportunidades que se fueron presentando con el correr de los años, y cómo esta desatención influyó en un continuo deterioro de nuestra economía con la consiguiente pérdida de puestos de trabajo y abandono de las economías regionales.

Hagamos un breve síntesis de cómo evolucionó el mercado bursátil.

  • Durante la década de 1930 se cotizaban en las pizarras de la Bolsa de Comercio de Buenos Aires (BCBA) aproximadamente 140 títulos públicos de deuda de las provincias y municipios, (en 1934 fueron 138 títulos). No están incluidos los títulos nacionales. Hoy, en 2013, estos tipos títulos no se cotizan.
  • Durante la década de 1960 se cotizaban en las pizarras de la BCBA 660 títulos privados. Hoy, en 2013, sólo lo hacen 103 títulos privados.
  • Durante la década de 1990 se llegó a operar diariamente en el piso, en títulos privados por 130 millones de dólares (cuando el “uno a uno”). Hoy, el promedio está en alrededor de 7/8 millones de dólares diarios.

Reiteramos nuestra opinión en cuanto al auge y caída de nuestro mercado bursátil, léase BCBA, ya que no tomamos las bolsas regionales o provinciales dado a que en el caso de que existan, no operan.

No es valedero preguntarse por qué este constante deterioro de nuestro mercado bursátil. La respuesta es una sola: la CNV, sus anteriores presidentes, desatendieron la potencialidad de este mercado. Las autoridades de la BCBA y de las entidades que conforman todo el sistema bursátil tal como hoy lo conocemos desarrollaron pésimas administraciones que sólo respondieron y responden a intereses corporativos, particulares y personales. Nunca se intentó agrandar el mercado, incorporar a las economías regionales, a las medianas empresas, o en captar nuevos inversores. Si bien siempre esto se declamó, en la práctica y la realidad nada se hizo, ni siquiera se le presto atención.

En resumen, el mercado actual es el resultado de políticas erradas y administraciones que no respondían a las necesidades e intereses del mercado, que fueron lentamente pero también inexorablemente expulsando al empresariado nacional, para que el mercado quedara finalmente controlado por megaempresas extrajeras. Las consecuencias están a la vista.

El empresariado nacional, las medianas empresas, todas la economías regionales, están pendientes del desarrollo de esta cruzada en favor del mercado bursátil que hoy encara la CNV. Nosotros, desde el Iader, deseamos y auguramos a las autoridades de la CNV el mayor de los éxitos ya que el éxito de ellos permitirá al empresariado nacional ampliar sus empresas, conseguir socios a riesgo, lograr un financiamiento más económico y acorde con sus necesidades, seguro y permanente. A los ahorristas, disponer de alternativas de inversión productivas y ventajosas. De esta manera estaremos defendiendo y apreciando nuestra moneda de la especulación con el dólar; en definitiva recuperaremos y consolidaremos el bienestar logrado con una economía sana y pujante.