Los espías del gobernador Gildo

Diego Rojas

Un sistema de inteligencia que vigile todo lo que pase en la provincia. Así se podría caracterizar el proyecto de espionaje interior detectado en Formosa a partir de los #InsfranLeaks, una serie de mails filtrados por miembros mismos de ese sistema para denunciar la ilegalidad de esa acción estatal. Políticos opositores de toda laya, periodistas que escribían notas con sesgo crítico, sindicalistas que hacían fiestas donde osaban a criticar al gobernador, indígenas que realizaban protestas en Buenos Aires por sus derechos: todos vigilados. Bienvenidos al sistema de vigilancia instaurado en el territorio gobernado por Gildo Insfrán desde 1995, es decir, desde hace dos décadas.

Los #InfranLeaks son elocuentes. Una reunión del grupo de apoyo a Félix Díaz realizada el martes 6 de junio de este año en Buenos Aires . Un informe da cuenta detallada de las discusiones de tal encuentro, del dinero recaudado para las acciones a realizar, de un posible acampe en la capital argentina. El informe implica la infiltración de un agente.

Notas periodísticas son enviadas antes de su publicación impresa a los superiores de la inteligencia formoseña, dando cuenta del hackeo de mails de periodistas de sesgo opositor.

Actividades del Partido Obrero son seguidas con minuciosidad y se informa de las mesas que instalan en la vía pública y de las reuniones que realizan en pos de un encuentro político nacional en el Luna Park. Se informa acerca de los dirigentes del PO presentes en la reunión.

El aeropuerto formoseño es pequeño y no tiene una actividad profusa de vuelos. Marca propicia para informar sobre quiénes parten y quiénes llegan y si algún periodista formoseño los va a recoger.

Unos docentes opositores al insfranismo nucleados en el gremio Voz Docente hacen una actividad callejera y se detalla la cantidad de gremialistas presentes, las consignas planteadas y el horario de la actividad. Docentes de la misma rama hacen una fiesta y se publican las fotos de los festejantes, a la vez que se toman las expresiones usadas en contra del gobernador.

Félix Díaz se descompensa en Buenos Aires, donde lleva adelante un acampe en reclamo de sus derechos. Un agente saca fotos mientra la ambulancia se lo lleva y escribe un informe sobre el estado de la protestas y sobre la incertidumbre que planteó la internación efímera del cacique Díaz. También informa sobre los colchones donados por el gremio ATE.

En las novelas escritas en el continente sobre la desmesura de los dictadores latinoamericanos se destaca el ansia de control de esos patriarcas inverosímiles. Que sin embargo existieron. Gildo Infrán es un producto democrático de tal estirpe. Sin embargo, no debería considerárselo como un ser excepcional: se trata de parte del proyecto kirchnerista para las provincias en las que no intenta disimular una pátina progresista. Insfrán es gobernador desde 1995 y no hay joven en la provincia que no tenga una imagen sobre el poder que no esté referenciada en los rasgos de su rostro. En Formosa se lo llama: “El tío”. Los sectores más politizados lo llaman: “El dictador”.

La revelación de los #InsfranLeaks implican la demostración del sistema de vigilancia estatal sufrido por todos aquellos que en Formosa se animan a ejercer el derecho a la crítica. En las próximas horas se presentarán en Tribunales distintas demandas para que se investigue el espionaje estatal que los #InsfranLeaks revelaríán. Desde los referentes radicales a quienes se les hackearon cuentas a los militantes del Partido Obrero vigilados en sus reuniones, pasando por periodistas y por los aborígenes en lucha de la comunidad qom. Será entonces el turno de la justicia.