La distorsión del repulgue y el relleno del macrismo

Toda manifestación comunicacional exhibe mucho más que el mero discurso que quiere mostrar. De tal modo, es en los silencios, las flexiones y las disrupciones donde el psicoanalista explora la conformación psíquica del paciente; o son las geografías del chiste las que pueden señalar, además del centro hilarante, la esencia de quien lo emite; o se pueden encontrar en los subtextos de lo no dicho de la literatura espacios para otros relatos secretos. No hay motivo para que las narrativas publicitarias se sustraigan de esta mecánica y mucho menos un spot publicitario estatal, ideado y realizado por las usinas comunicacionales del Poder Ejecutivo de la nación, que propone a través de la metáfora de la producción de una empanada una mirada distorsionada de nuestra sociedad, pero que a la vez dice demasiado acerca de cómo concibe el macrismo el papel de las instituciones sociales de la Argentina.

(Una digresión: ¿Qué necesidad lleva a la realización de un spot de campaña de Mauricio Macri y su Gobierno pagado con fondos estatales? ¿El spot de la empanada provee algún tipo de información relevante o se trata solamente de la continuidad de las publicidades electorales en tiempo no electoral y realizado con fondos públicos? ¿Es una distribución de la pauta oficial pero sin sentido informativo, sin utilidad pública ni social alguna, un mero intento de alcanzar una imagen simpática del oficialismo en medio del ajuste que lleva adelante y que sufren, en particular, los sectores populares? El spot de la empanada se trata de las innecesarias cadenas nacionales kirchneristas por otros medios). Continuar leyendo

Macri: ¿su base electoral rompió con el Gobierno?

Mauricio Macri llegó a la presidencia con algo más del 51% de los votos y una mayoría notable en la provincia de Buenos Aires —principal sede de los sectores de la clase laboriosa argentina— y de la ciudad de Buenos Aires, que está asociada a los sectores medios de la sociedad. Es decir, frente a análisis tendenciosos —incluso realizados por cierta izquierda— no es cierto que a Macri lo votaron los sectores de la clase media alta o sólo las minorías elevadas socialmente; no habrían alcanzado esos votos para el triunfo de Cambiemos. El repudio que había suscitado el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, el declive de su discurso de transformación frente a una realidad conservadora y la evidencia del enriquecimiento de sus funcionarios de modo que no se había visto nunca en el país lograron que las amplias mayorías populares se volcaran a un voto a una vertiente opositora de raíz centroderechista, o liberal-conservadora, o como quiera definirse a sí mismo el PRO y la alianza que conquistó. Sin embargo, quizás los cinco primeros meses de gestión de Mauricio Macri hayan bastado para dinamitar el vínculo del Gobierno con los sectores sociales que lo votaron.

No podría causar sorpresa. La política devaluatoria incidió directamente sobre la capacidad adquisitiva de los salarios, que fueron a la baja, incluso en los sectores medios, en el marco de una tendencia inflacionaria alcista que aún no se detiene. No sólo eso: las tarifas de los servicios básicos de luz, gas y agua se multiplicaron de manera desorbitada y se acusó a los sectores medios de haber sido subsidiados injustamente frente a otros segmentos sociales del interior del país, que también tuvieron incrementos en sus boletas de servicios, paradojalmente. Continuar leyendo

Reivindicación del voto en blanco

Durante estos primeros cinco meses de Mauricio Macri como presidente de la nación ha sido recurrente —por parte de personeros y simpatizantes del kirchnerismo en retirada— el señalamiento de la culpa de la izquierda por estos resultados, ya que debido a que este sector político había llamado a votar en blanco —y no por el supuesto “mal menor” que habría expresado la candidatura sciolista— habría ganado el candidato de Cambiemos. Debe hacerse notar que la proposición dista de la realidad. Sin embargo, la acusación vale también para —vistos estos primeros meses de ajuste del Gobierno nacional y de los replicados en las provincias, incluso (y sobre todo) aquellas gobernadas por los k— realizar una reivindicación política del voto en blanco en aquel ballotage.

Hay una infinidad de hechos que muestran más similitudes que diferencias entre las políticas estratégicas del macrismo y las del kirchnerismo. En primer lugar, hay que señalar que ambas tendencias promovían la devaluación, que es la marca y seña de toda política de este período y es, principalmente, una confiscación de los salarios de los trabajadores en función de medidas de recuperación procapitalista en medio de la crisis económica. De este modo, la devaluación llevada adelante por Alfonso Prat-Gay solamente podría haber sido muy similar a la reclamada y anunciada por los economistas de Daniel Scioli, Mario Blejer o Miguel Bein, además de que fuera saludada luego de realizada por el principal asesor sciolista, Gustavo Marangoni. Más allá de esta información esencial, revisemos algunos episodios que reafirman la caracterización de “ajustadores” que viene bien para macristas o kirchneristas y que fue la causa por la que muchos llamaron a votar en blanco —una buena manera de evitar el voto a los propios verdugos. Continuar leyendo

Elogio del primero de mayo

La Argentina es una nación que cuenta con numerosos episodios que la ubican como una sociedad de vanguardia y que nutren su orgullo. Repitamos una vez más, entonces, que la Argentina fue el hogar de la birome, del colectivo, del dulce de leche y de las huellas dactilares, entre otros. Sin embargo, también podría ser destacada como una de las sociedades que albergó muy temprano la celebración del Día del Trabajador. El congreso mundial de fundación de la Segunda Internacional Socialista, en su sesión del 14 de julio de 1889 (una fecha significativa, ya que conmemoraba el inicio de la Revolución francesa) y a iniciativa de los obreros estadounidenses, declaró que el primero de mayo las clases obreras de todos los países debían conmemorar el Día Internacional de los Trabajadores en homenaje a los mártires de Chicago. Así se denominaba a los cuatro militantes anarquistas que defendían el derecho a las ocho horas de trabajo y que habían sido ejecutados bajo falsas acusaciones de terrorismo por el Estado estadounidense debido a incidentes ocurridos el primer día de mayo, durante las huelgas nacionales cumplidas por ese objetivo tres años antes.

El primer acto mundial en conmemoración de esa lucha —y de reivindicación de sus objetivos y de homenaje a sus luchadores— se cumplió en la Argentina con rigurosidad. En el Prado Español, ubicado en la actual plaza Francia, más de dos mil trabajadores de diversas nacionalidades y de adscripciones socialistas y anarquistas realizaron el acto al mismo tiempo que se celebraba en las principales capitales europeas y en varias ciudades estadounidenses. La clase obrera argentina, constituida por trabajadores del más diverso origen, se plegaba a la clase trabajadora internacional en una acción global y política en función de sus objetivos históricos estratégicos. Una tradición —no en el sentido fetichista o folclórico del término, ya que supone una jornada de lucha por la perspectiva de estructuración política de la clase— que se mantiene hasta hoy. Continuar leyendo

Uber: su llegada y qué revela

Ernest Hemingway comparaba a su método de escritura con un iceberg: allí estaba, visible, el texto de la superficie, tal como se revela la montaña de hielo para los observadores, brillando blanca sobre el mar. Sin embargo, es en el sustrato de lo no escrito —de aquello no visible de la montaña de hielo— que se encuentra la fuerza literaria de la narración. Una historia textual oculta, tal como la base del iceberg que, recordemos, hizo hundir al Titanic. Debajo del debate sobre Uber sí o Uber no, se encuentra el relato de las miserias de los peones del transporte de pasajeros en el país.

Antes que nada, hay que resaltar que los beneficios y la amabilidad de la aplicación para celulares, como tal, es muy positiva. Sin necesidad de llamar, se obtiene transporte sin demasiadas demoras y con tarifas convenientes en relación con las establecidas por las estipulaciones de los taxímetros. Por otro lado, el registro del usuario y su tarjeta de crédito evitan no sólo el uso de dinero en efectivo, sino que previenen de ese modo los asaltos en los taxis, una modalidad que —si bien es minoritaria— existe.

Nadie podría oponerse a la llegada de la tecnología, sus avances y sus desarrollos, salvo a riesgo de adscribir al ludismo, corriente de personas que ante los avances de la Revolución Industrial se dedicaban a destruir maquinarias porque atentaban contra los métodos de trabajo de antaño. Sin embargo, estos beneficios —la superficie— no señalan lo que subyace bajo Uber. Continuar leyendo

Anocheceres agitados para el macrismo y el kirchnerismo

Días agitados atraviesa la Argentina y no tiene modo el ciudadano de respirar tranquilo ni hacer caso omiso ante tanto estímulo político exaltador. Dijo alguna vez el periodista Jon Lee Anderson —que recorrió cinco continentes para realizar sus crónicas y así se convirtió en maestro de maestros del oficio— que los países que más discutían de política en el mundo eran la Argentina e Irán. Que la política, decía, se introducía en las mesas de almuerzo y en los diálogos nocturnos. Que no tenía parangón con otros lugares en el orbe. Seguramente tenía razón. Estos últimos días lo demuestran. Vivimos una nación signada por los hechos políticos.

Imposible evitar el discurso político cuando la inflación amenaza con dar un salto exponencial luego de los tarifazos en las facturas de energía y transporte. De un día para el otro viajar hacia el trabajo o hacia cualquier destino cotidiano costará el doble —cuando los salarios no aumentaron en esa proporción ni por asomo— o prender la luz, usar la estufa, llamar por teléfono o bañarse tendrán también un aumento sideral en sus costos —cuando los salarios no aumentaron en esa proporción ni por asomo. Imposible evitar el diálogo político cuando una ola de despidos se cierne sobre los ciudadanos mismos, los vecinos, los amigos de los amigos, los parientes. Y mientras tanto suben los precios de los artículos de la canasta familiar a un ritmo prepotente. Es de esta manera que se manifiesta en estos lares el ajuste. De un modo brutal. Continuar leyendo

Holdouts: todos votaron pagar (y cómo pagaremos todos)

El Senado de la Nación aprobó el marco jurídico exigido por el juez neoyorquino Thomas P. Griesa para destrabar el pago de la deuda a los holdouts, popularmente conocidos como “fondos buitre”. De esta manera concluyó uno de los episodios más polémicos acerca de la deuda externa nacional mediante el voto de unidad del oficialismo y la oposición kirchnerista a favor de su pago y del inicio de un nuevo ciclo de endeudamiento con los organismos financieros internacionales. Notable es el voto de los senadores del Frente para la Victoria, que revela además la impostura k de quienes dos semanas atrás seguían levantando en la Cámara de Diputados el lema: “Patria o buitres”.

El pago a los fondos buitre muestra un estatuto colonial en cuanto a la trastienda que devino tal acuerdo: como nunca antes, es un juez de un distrito estadounidense —no ya su Estado— el que estableció las condiciones para su rúbrica. Un estatuto al que todas las fracciones del oficialismo y la oposición k se sumaron bajo la excusa de que tal pago habilitaría el ingreso de capitales que hoy serían retaceados al país. La visita del presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, es el último eslabón requerido para el establecimiento de este gran acuerdo nacional. Sin embargo, las esperanzas de los promotores del pago para recibir empréstitos que ayudarían a la nación se sustentan sobre falsas expectativas. Continuar leyendo

Continuidad de la vara doble y cínica

El doble estándar —es decir, la virtud de medir los actos ajenos con una vara diferente de aquella con la que se miden los propios— se había transformado en una de las características centrales del relato kirchnerista. Una herramienta fundamental para sostener un discurso “progresista” que no tenía anclaje en la realidad de los actos del Estado dirigido por Néstor Kirchner, primero, y Cristina Fernández, después.

Por ejemplo, ese recurso le permitía a Ricardo Forster —profesor de filosofía y uno de los miembros más conspicuos de Carta Abierta— denunciar ecológicamente el traslado de los árboles de la avenida 9 de Julio para la construcción del metrobús y no decir ni pío acerca de la lucha del pueblo de Famatina, reprimido por el kirchnerista Luis Beder Herrera, contra la contaminación megaminera. O procesar a los militares responsables de desapariciones y otras aberraciones durante la última dictadura y hacer caso omiso y sostener en su puesto al elegido de Cristina al frente del Ejército, César Milani, denunciado por varias personas por su acción represiva en La Rioja durante los años oscuros. O exhibir a un niño jujeño que recitaba en Tecnópolis “No te burles de un colla”, mientras el kirchnerista Gildo Insfrán asesinaba en la ruta a manifestantes de la etnia qom y la Presidente se negaba a recibirlos en una audiencia largamente requerida mediante acampes en el centro porteño. Son sólo algunos ejemplos de la doble vara, de mirar la paja en el ojo ajeno sin ver la viga en el propio. Que tiene una continuidad manifiesta en el método político del Gobierno de Mauricio Macri. Continuar leyendo

Bomba de tiempo del kirchnerismo en Santa Cruz

Durante la inauguración de las sesiones legislativas, una gran manifestación contra el ajuste del Ejecutivo se manifestó por las calles y rodeó el palacio parlamentario, lo que provocó que los manifestantes oficialistas tuvieran que retirarse del lugar, en medio de cánticos contra el Gobierno y sus medidas. Estas líneas no son ficción.

El martes 1º de marzo, en Río Gallegos, capital de la provincia de Santa Cruz, gobernada por la kirchnerista Alicia Kirchner, manifestantes docentes y estatales en un número superior a los tres mil (que, en la pequeña ciudad patagónica, son una enormidad) expulsaron a La Cámpora, que había decidido manifestarse para apoyar a la gobernadora. Se trata de un episodio que indica una profundización del escenario de choques sociales en la provincia, otrora feudo político del kirchnerismo.

Santa Cruz es la provincia en la que se refugió el kirchnerismo residual. Si bien no obtuvo la mayor cantidad de votos, algo que sí hizo su contrincante radical, Alicia Kirchner (hermana del fallecido ex Presidente y fundador de la tendencia que gobernó el país durante doce años) se convirtió en gobernadora por obra de la antidemocrática ley de lemas. Según Alicia Kirchner misma denuncia, heredó una provincia en llamas. Lo que omite Alicia es que ella misma es heredera del régimen kirchnerista. Kirchnerismo que gobierna desde hace 25 años la provincia, trece años más de los que gobernó el país. Continuar leyendo

Un retroceso para la Justicia argentina

José Pedraza, autor intelectual del asesinato de Mariano Ferreyra, cumplirá el resto de la condena a quince años de prisión por el crimen en una lujosa torre de Palermo Chico, en la calle Bulnes entre Libertador y Cerviño. Así lo determinó hoy un fallo dividido entre los jueces que entienden en la causa, miembros del Tribunal en lo Criminal número 21 -aunque dos de los jueces no son titulares. El juez Diego Barroetaveña, quien condenó hace dos años a Pedraza por el homicidio, votó contra el otorgamiento de la domiciliaria. El abogado de Pedraza había pedido el beneficio en función de su edad y supuestos problemas de salud. Sin embargo, los médicos designados para expedirse sobre el asunto concluyeron que ex dirigente ferroviario podía pasar el resto de la condena en prisión y que sólo se precisaba poner especial cuidado en su régimen nutricional. Los jueces subrrogantes -es decir, suplentes- Liliana Barrionuevo y Horacio Barbeli votaron a favor de que el asesino de Mariano Ferreyra modifique su domicilio desde el penal de Ezeiza a una lujosa torre -Pedraza declaró que vivirá en el piso 35- en una de las zonas más preciadas de la ciudad de Buenos Aires.

Es un retroceso.

La condena a José Pedraza y Juan Carlos “El Gallego” Fernández había significado un hecho histórico, ya que por primera vez en el país la justicia dictaba prisión para los autores intelectuales de un crimen político. También a los autores materiales y a los policías que liberaron la zona para que el delito se pudiera cometer. Menos de tres años después del histórico fallo, Pedraza regresa a su hogar.

Pedraza había sido detenido en un piso de Puerto Madero. Hoy comenzará a vivir en otro en Palermo Chico. ¿Cómo logra un trabajador, un representante sindical, vivir en torres de lujo, destinadas a empresarios por lo general? Es sencillo: José Pedraza forma parte de un sector parasitario de los trabajadores, la burocracia sindical que actúa no en función de los intereses de sus representados, sino en los de sus propios beneficios. Esta no es una apreciación subjetiva: Pedraza ordenó ejecutar el ataque patotero contra los obreros ferroviarios tercerizados que reclamaban el pase a planta permanente porque se ponía en juego un negocio del que sacaba grandes dividendos. El ataque patotero (liderado materialmente por el dirigente sindical de la línea Roca y ejecutado por barrabravas y lúmpenes contratados a tal efecto) también provocó graves heridas a Elsa Rodríguez -quien todavía padece consecuencias neurológicas por el balazo recibido en la cabeza y que vive en Berazategui, muy alejada (en todos los sentidos) del rascacielos que Pedraza comenzará a habitar-. Cuando el asesinato de Ferreyra era cometido, Pedraza y “El Gallego” Fernández participaban de un congreso auspiciado por una publicación del sector. El afiche de convocatoria señalaba a la Unión Ferroviaria como una “empresa” auspiciante del evento. No había error: Pedraza era un empresario que extraía sus ganancias sobre la base de la hiperexplotación laboral expresada en la tercerización de los obreros de la cooperativa Unión del Mercosur. En el departamento de Puerto Madero en el que fue detenido se encontró folletería de la cooperativa. Pedraza era un empresario dedicado.

Entrevisté a Pedraza para mi libro “¿Quién mató a Mariano Ferreyra?” y fue la única vez que el asesino habló sobre el crimen con la prensa. La entrevista y el libro fueron señalados como material de prueba por la Justicia, que consideró que en ciertos pasajes Pedraza se autoincriminaba. Por esa razón también fui testigo en el juicio que lo condenó. Hay quienes indican que Pedraza merece la domiciliaria por una cuestión humanitaria. Cuando lo entrevisté, tuve también una primera impresión parecida. Pedraza parecía un abuelo que en cualquier momento iba a retirar a sus nietos al jardín de infantes para llevarlos a la plaza. Pero la entrevista evolucionó y terminó a los gritos. Pedraza había dicho que eran kirchneristas, había hecho un recuento de todos los funcionarios con los que habitualmente hablaba -incluida la presidenta Cristina Fernández, que se había referido a él como representante del “sindicalismo que construye”-, había dicho que los ferroviarios “no eran botones” y que por eso no habían entregado al matador Cristian Favale -que se pavoneaba de haber disparado fatalmente a Ferreyra-, había admitido “que pocos sabían que el ataque se iba a realizar”, es decir, había admitido la planificación anterior del crimen. Y terminó a los gritos, Pedraza acusaba a un delegado combativo de ser un “delincuente”. Pedraza se sacaba la máscara de abuelo para mostrar el rostro siniestro de un burócrata sindical que defendía el crimen que había cometido.

Pedraza había intentado coimear a la Justicia para que no se lo condenara a prisión efectiva. El otorgamiento de la domiciliaria en una torre de lujo lo acerca a este objetivo.