Escenas de la degradación política

5. Es una norma histórica que, llegado el fin de ciclo de un régimen -o de cierto tipo de Gobiernos-, sus líderes y sus miembros actúen desprovistos de cualquier hilo que los una con la realidad. Que ingresen en una etapa de anomia cercana a la locura institucional. Los próximos últimos meses del kirchnerismo tal como lo conocemos podrían cumplir con esta consigna, si tomamos los acontecimientos de estos últimos días, que señalan, además, la culminación irreversible de una etapa.

4. El jueves la presidente Cristina Fernández realizó una cadena nacional en la que anunció que el cadáver tibio de Ariel Velásquez -el joven radical baleado la jornada previa a las PASO del 9 de agosto en circunstancias no aclaradas y que había muerto el día anterior al discurso presidencial- no era un militante radical, como se había anunciado, sino un miembro de la agrupación Tupac Amaru, liderada por Milagro Sala. “Cuando estaba entrando acá, estaban las pantallas de la televisión diciendo que un militante radical había sido asesinado en Jujuy -dice la transcripción oficial del discurso de Fernández. Obviamente, le echaban la culpa a una organización, la Tupac, que lidera Milagro Sala, y tengo acá lo que me acercó… De resultas que el militante radical no era radical, sino que nos acercaron la certificación del Juzgado Electoral de Jujuy, la persona muerta… ‘Certificación. Poder Judicial de la Nación. El que suscribe, secretario electoral de la nación, distrito Jujuy, Juan Chañi, certifica en cuanto hubiese derecho que el ciudadano Jorge Ariel Velázquez -el chico, pobrecito, que mataron de un tiro- se encuentra afiliado al Partido por la Soberanía Popular’. Este es el certificado. ¿Saben de quién es el Partido por la Soberanía Popular? Es el que lidera Milagro Sala y que pertenece a Unidos y Organizados. Este chico iba además al colegio que pertenece a esta organización. […] Acá tienen, el pibe, el pobre compañerito, iba a la escuela que fundó Milagro Sala, la Tupac. Acá la solicitud, acá está el emblema de la organización del partido, acá están las notas del chico, pobrecito”. Continuar leyendo

Los espías del gobernador Gildo

Un sistema de inteligencia que vigile todo lo que pase en la provincia. Así se podría caracterizar el proyecto de espionaje interior detectado en Formosa a partir de los #InsfranLeaks, una serie de mails filtrados por miembros mismos de ese sistema para denunciar la ilegalidad de esa acción estatal. Políticos opositores de toda laya, periodistas que escribían notas con sesgo crítico, sindicalistas que hacían fiestas donde osaban a criticar al gobernador, indígenas que realizaban protestas en Buenos Aires por sus derechos: todos vigilados. Bienvenidos al sistema de vigilancia instaurado en el territorio gobernado por Gildo Insfrán desde 1995, es decir, desde hace dos décadas.

Los #InfranLeaks son elocuentes. Una reunión del grupo de apoyo a Félix Díaz realizada el martes 6 de junio de este año en Buenos Aires . Un informe da cuenta detallada de las discusiones de tal encuentro, del dinero recaudado para las acciones a realizar, de un posible acampe en la capital argentina. El informe implica la infiltración de un agente.

Notas periodísticas son enviadas antes de su publicación impresa a los superiores de la inteligencia formoseña, dando cuenta del hackeo de mails de periodistas de sesgo opositor.

Actividades del Partido Obrero son seguidas con minuciosidad y se informa de las mesas que instalan en la vía pública y de las reuniones que realizan en pos de un encuentro político nacional en el Luna Park. Se informa acerca de los dirigentes del PO presentes en la reunión.

El aeropuerto formoseño es pequeño y no tiene una actividad profusa de vuelos. Marca propicia para informar sobre quiénes parten y quiénes llegan y si algún periodista formoseño los va a recoger.

Unos docentes opositores al insfranismo nucleados en el gremio Voz Docente hacen una actividad callejera y se detalla la cantidad de gremialistas presentes, las consignas planteadas y el horario de la actividad. Docentes de la misma rama hacen una fiesta y se publican las fotos de los festejantes, a la vez que se toman las expresiones usadas en contra del gobernador.

Félix Díaz se descompensa en Buenos Aires, donde lleva adelante un acampe en reclamo de sus derechos. Un agente saca fotos mientra la ambulancia se lo lleva y escribe un informe sobre el estado de la protestas y sobre la incertidumbre que planteó la internación efímera del cacique Díaz. También informa sobre los colchones donados por el gremio ATE.

En las novelas escritas en el continente sobre la desmesura de los dictadores latinoamericanos se destaca el ansia de control de esos patriarcas inverosímiles. Que sin embargo existieron. Gildo Infrán es un producto democrático de tal estirpe. Sin embargo, no debería considerárselo como un ser excepcional: se trata de parte del proyecto kirchnerista para las provincias en las que no intenta disimular una pátina progresista. Insfrán es gobernador desde 1995 y no hay joven en la provincia que no tenga una imagen sobre el poder que no esté referenciada en los rasgos de su rostro. En Formosa se lo llama: “El tío”. Los sectores más politizados lo llaman: “El dictador”.

La revelación de los #InsfranLeaks implican la demostración del sistema de vigilancia estatal sufrido por todos aquellos que en Formosa se animan a ejercer el derecho a la crítica. En las próximas horas se presentarán en Tribunales distintas demandas para que se investigue el espionaje estatal que los #InsfranLeaks revelaríán. Desde los referentes radicales a quienes se les hackearon cuentas a los militantes del Partido Obrero vigilados en sus reuniones, pasando por periodistas y por los aborígenes en lucha de la comunidad qom. Será entonces el turno de la justicia.

¿Quién es responsable por la muerte del niño Qom?

¿Cómo es el dolor cuando el dolor se introduce en el cuerpo y en el alma y desde adentro lo desgarra todo?

Es una pregunta válida, porque se sabe que ese estado de las cosas sucede.

Tal vez nadie mejor que una madre o un padre o un abuelo o una abuela de un niño que acaba de morir pueda expresarlo con la mayor de las certidumbres. Como los padres de Néstor Femenia, el niño qom de 7 años que murió debido a las complicaciones producidas por la desnutrición y la tuberculosis, luego de dos meses de internación en un hospital de la provincia de Chaco. O su abuelo. Su abuelo Hipólito Femenia fue entrevistado por el periodista Ignacio Otero, de TN, en Villa Río Bermejito, ciudad que da acceso al espeso bosque de El Impenetrable, mientras recogía agua en un balde plástico. Agua de un estanque, que luego debía ser hervida para poder ser bebible, ya que nadie le reparte agua potable a su comunidad, cuyas casas carecen de cloacas. “¿Néstor lo acompañaba a buscar el agua?”, preguntó el periodista, e Hipólito Femenia comenzó a llorar. Con un llanto intermitente y sostenido e inevitable. “Lloré porque Néstor siempre está acá buscando agua”, dijo Hipólito Femenia, hablando en presente de su nieto. “Llevaba su bidoncito”, recordó. Continuar leyendo

Formosa: lo que CFK no dijo sobre Insfran

La “teoría del iceberg”, que planteó Ernest Hemingway, indica que la estructura de un relato se posa principalmente sobre lo no dicho, sobre aquello no contado pero que constituye la base estratégica de la narración visible, así como un témpano de hielo sólo deja ver una pequeña porción, sobre las aguas, de esa montaña helada y amenazante. ¿Cuál es el sustrato no pronunciado este martes en el discurso de la presidenta Cristina Fernández frente al eterno gobernador formoseño Gildo Insfrán? Continuar leyendo

Las patotas de Insfrán y el relato kirchnerista

El viernes por la noche una patota del gobernador formoseño Gildo Insfrán atacó con machetes, cadenas y palos a miembros de la comunidad wichí de Francisco Javier Muñiz, en Las Lomitas, y a estudiantes de la Universidad de Buenos Aires que se encontraban realizando unas pasantías sociales en la región. Los universitarios se habían movilizado junto a los aborígenes para reclamar la liberación de seis detenidos durante un desalojo violento en unos campos de esa región del este formoseño y habían podido filmar las manifestaciones, las condiciones de detención de los indígenas presos, a la vez que las paupérrimas condiciones de vida de los pueblos originarios de la provincia. Este era el material reclamado por los patoteros, que les exigían en medio de cadenazos que les entregaran las filmaciones. Antes de retirarse y de quebrar el brazo derecho del dirigente wichí Viviano Luna y de golpear a varios estudiantes, se robaron dos bolsos, en los que no se encontraban las cámaras que habían registrado las imágenes reveladoras.

Hace unas semanas, más precisamente el 16 de julio de este año, uno de los escribas de la propaganda estatal kirchnerista había publicado en Tiempo Argentino un artículo titulado “Formosa del Bicentenario y la cuestión nacional” en el que aseguraba que Gildo Insfrán era el artífice de una “revolución formoseña”. Sin el pudor que lleva a medir el sentido de las palabras, el articulista no sólo atribuía al gobernador -que inició su gobierno en 1995- ser el líder de un proceso transformador, sino que Insfrán habría panificado “paliar los desastres del neoliberalismo cívico-militar tan tempranamente como desde su primer mandato”, intento que se habría traducido en “una mejora sustancial en todos los estratos de la población, con énfasis en los hogares más empobrecidos” y que habría redundado en un “masivo respaldo del pueblo formoseño a la defensa y consolidación del proyecto histórico del pueblo argentino reiniciado en 2003”. El texto, una oda al lamebotismo del poder de los así llamados “intelectuales K”, finalizaba planteando que “la instalación en Formosa de una planta de Conversión de Uranio (Dioxitek) y del reactor CAREM, emblemas del emblemático Plan Nuclear Argentino” serían la prueba concluyente de tal “revolución”. Nada más alejado de la realidad y sólo una muestra más del “relato” kirchnerista. Relato que puede y debe ser refutado con una sencilla enumeración de datos.

Formosa tiene una población de 550.000 habitantes. Cerca de dos tercios de la población activa trabaja para el Estado, alrededor del 80% cobra el salario mínimo y 50 mil subsisten con los planes de empleo. Incluso los datos del INDEC la ubican entre las más pobres de la nación. El censo de 2010 señala que es una de las cuatro provincias con más elevado analfabetismo del país, con departamentos que tienen picos de 13,5 puntos porcentuales (como el departamento Ramón Lista, de alta población aborigen). El 47% de los hogares en Formosa habita en viviendas deficitarias. Es decir que uno de cada dos hogares revisten condición “precaria”. El 41,1% de los habitantes formoseños no tiene instalaciones de agua dentro de sus viviendas y no existe tendido de gas en toda la provincia. El 38,8% no posee instalaciones sanitarias con descarga de agua. La tasa de mortalidad infantil es la más elevada del país, con 21,2 fallecimientos cada mil niños nacidos vivos, cuando el promedio del país es de 11,7. Un 22,4% de los jóvenes está en situación de pobreza según estadísticas oficiales recopiladas por UNICEF. Los pobres entre los pobres son indios. La Encuesta Materno Infantil Pueblos Originarios (EMIPO) del Plan Nacer, de 2010, indican que un 81,3% de las madres de menores de seis años afirmó que sus hijos ingieren solo una comida diaria, un 8,5% afirmó que ingieren dos comidas diarias, y un 6,9% que ingieren tres comidas diarias. Un 23,9% de las mujeres dijo que había perdido uno o más hijos. Para la región NEA ese porcentaje fue de 12,6%, y a nivel nacional aumentó al 13,8%.

Las rebeliones indígenas incendian cada cierto tiempo el interior de la provincia. En 2010, el reclamo mediante el corte de ruta de la Comunidad La Primavera -a una hora y media de la capital- en reclamo de derechos básicos -agua, posta sanitaria y documentos y títulos de tierras- culminó con la represión ejercida por la policía de Insfrán, que usó armas de fuego y terminó con la vida de Roberto López y postró de por vida a Samuel Garcete. Durante el ataque, perdió la vida el policía Eber Falcón. El episodio se extendió al punto de que las viviendas de los qom fueron quemadas por las fuerzas del orden. En abril de 2013, el este formoseño fue escenario de una rebelión inusitada de las poblaciones originarias, que incluyó toma de municipalidades y hasta de comisarías. Durante tres semanas álgidas, el gobernador Insfrán se negó a negociar con las comunidades indígenas. La cuestión de la tierra es uno de los problemas fundamentales de la región. Tal es el motivo del reciente desalojo violento de los wichís de Las Lomitas que terminó este viernes con la patota atacándolos a ellos y a los estudiantes, en mayor parte militantes del Partido Obrero.

La represión e intimidación a los opositores no se limita a la disidencia indígena. En 2010, Insfrán llegó al extremo de reprimir con agentes encubiertos y la policía una protesta de estudiantes secundarios del colegio nacional. Los adolescentes habían ocupado por primera vez el edificio educativo, al que ingresó personal policial de civil y policías que los reprimieron con una inusitada violencia. Más tarde, la infantería atacó a padres y estudiantes en la plaza que queda enfrente del edificio.

La corrupción en Formosa es endémica. La obra pública es realizada por empresas de funcionarios del gobierno y sus familiares -como consta en la causa iniciada para que se investiguen los hechos de corrupción protagonizados por la secretaria de obra pública Stela Maris Manzur. Un sobrino arrepentido del vicegobernador Floro Bogado contó el sistema de ñoquis que impera en el Congreso provincial, donde se cobran sueldos por trabajadores inexistentes. Una corrupción que no sólo se limita a la provincia: la causa Ciccone no sólo involucra directamente al vicepresidente Amado Boudou, sino que tiene un capítulo fundamental en la Formosa, cuyo ministerio de Economía pagó 7 millones de pesos a The Old Found -que sería la empresa vitrina de los negocios de Amado- por una asesoría realizada para esa cartera. La causa que investiga el hecho se encuentra bloqueada por la Justicia de Insfrán.

La última tropelía del gobernador eterno intenta convertir a la provincia en un depositario de peligrosos elementos radioactivos rechazados en todo el país -y prohibidos por la propia legislación local. La instalación de plantas de esta naturaleza está prohibida en zonas urbanas por ley debido a su alta toxicidad y contaminación. La planta Dioxitex, que el gobierno gildista anunció se instalará en la provincia, fue denunciada por contaminar el suelo, las aguas subterráneas y el aire en el barrio cordobés de Alta Gracia, donde se encontraba ubicada. A esto se agrega la existencia de metales cancerígenos debajo de los residuos radioactivos. En 2012 la planta fue clausurada debido a la falta de habilitación y de autorización de las redes sanitarias para arrojar efluentes, falencias de seguridad sanitaria y la carencia de un certificado de bomberos. Se intentó trasladar a otras localidades cordobesas y a La Rioja, pero la población lo rechazó. En la época de Fukushima, la energía limpia es la opción estratégica para un desarrollo estratégico. Aún así, Insfrán plantea la instalación en la provincia. Gildo quiere convertir a la provincia en un basurero nuclear.

Para ciertos constructores del “relato” kirchnerista -que tienen cobijo en los órganos de propaganda paraestatal del Gobierno-, Gildo Insfrán es el líder de una “revolución” en Formosa. En realidad, su gobierno es una manifestación autocrática en la ya imperfecta democracia argentina. La oposición radical comparte intereses con el insfranismo, ya que sus representantes forman parte del negocio de la tierra y son grandes terratenientes beneficiados por Gildo -él mismo poseedor de grandes haciendas en Formosa y Paraguay. Su gobierno es conocido entre la población de la provincia como “la dictadura”. La necesidad de construir una alternativa política a este estado de las cosas es imperiosa. El incremento de las movilizaciones sindicales y el crecimiento de la izquierda, representada en el Partido Obrero, no son ajenos a esta perspectiva estratégica.

Los kirchneristas que leyeron mal a Borges

Uno de los más célebres poemas de Borges es El golem. Allí, unos versos explican con precisión la posibilidad de que en las palabras vivan lo que ellas significan. Así comienza el poema:

Si (como afirma el griego en el Cratilo)

el nombre es arquetipo de la cosa

en las letras de ‘rosa’ está la rosa

y todo el Nilo en la palabra ‘Nilo’.

Una posibilidad que remite a lo divino y sus cualidades ya que, como dice el texto bíblico, “En el principio fue el Verbo”. Nombrar la cosa y que la cosa sea es una prerrogativa de los dioses.

Tal parece ser la actitud política de los kirchneristas a la hora de construir esa entelequia que se ha dado a conocer como “el relato”.

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Neuquén: la debacle moral de los progres K

La jornada del miércoles 28 de agosto de 2013 será recordada como aquella en la que la progresía local bajó un escalón más en su imparable descenso moral hacia los subsuelos. En la ciudad de Neuquén la Legislatura debía votar la aprobación o no del decreto del gobernador Jorge Sapag que habilitaba el acuerdo entre YPF y la empresa estadounidense Chevron, anunciado e impulsado por la presidenta Cristina Fernández y su gobierno. Para resguardar la sesión parlamentaria de la movilización popular -planteada por la realización de un paro activo en la región-, el día anterior la ciudad amaneció vallada y dos barrios circundantes a la Legislatura fueron militarizados. El miércoles, día de la sesión, se realizó la movilización, que fue reprimida constantemente durante más de cinco horas. Hubo detenidos y contusos y hasta un manifestante herido por una bala disparada por un arma de fuego policial. Dentro del parlamento, kirchneristas y miembros del Movimiento Popular Neuquino (oficialista) aprobaron el acuerdo. En las tribunas parlamentarias se habían instalado unas barras favorables al acuerdo que llegaron a cantar: “¡Viva Chevon!” -textualmente-. Los diputados neuquinos no se pronunciaron sobre la represión. En el ámbito nacional, el kirchnerismo guardó silencio -y festejó en sus búnkeres de Puerto Madero-. La progresía, otra vez, calló.

El acuerdo allanado implica la asociación de la parcialmente nacionalizada YPF con la empresa estadounidense Chevron -hecho que implica una reprivatización de la compañía petrolera-. Chevron ha sido demandada por el gobierno ecuatoriano por el desastre ecológico que sus prácticas produjeron en la Amazonia, donde 500 mil hectáreas verdes fueron contaminadas. ”El desastre natural es cinco o seis veces superior al derrame del petróleo de British Petroleum en el Golfo de México, y 30 veces superior al derrame de Exxon Valdez en Alaska”, describió hace pocos días el presidente ecuatoriano Rafael Correa. La justicia ecuatoriana condenó a Chevron a pagar 19 mil millones de dólares como indemnización por sus crímenes ecológicos. La empresa se fugó y no se sometió a la justicia. Encontró refugio en la Argentina, donde su Corte Suprema no hizo lugar a un embargo sobre sus bienes como paso previo al acuerdo YPF-Chevron. Un dato notable para aquellos kirchneristas que se llenan la boca hablando de la “Patria Grande” y de la “unidad latinoamericana”.

La petrolera estadounidense llevará adelante la extracción no convencional de hidrocarburos en la zona conocida como Vaca Muerta. Éste es el nombre amable que tiene el método del fracking, prohibido en Francia, Bulgaria y varios estados de los Estados Unidos. La semana pasada se realizaron movilizaciones en Washington y Londres contra el fracking, una práctica altamente contaminante y destructiva. “El fracking es la búsqueda de hidrocarburos mediante la fractura de la roca madre, que se encuentra muy por debajo de la tierra, mediante la presión de agua y químicos. Este método permitiría encontrar los restos de hidrocarburos en la vieja roca que antes los proveía. Es como sacarle los últimos jugos a la tierra”. Así describe el método el abogado ambientalista Enrique Viale. La violencia de la presión del agua quebraría las resistencias de la roca subterránea, usando grandes cantidades de ese líquido vital. La destrucción ecológica es doble, ya que la actividad no sería contaminante del subsuelo neuquino, sino que agotaría los recursos acuíferos de la cuenca del río Limay.

No sólo eso.

El acuerdo entre YPF y Chevron contiene cláusulas secretas. La justicia ordenó a YPF que diera a conocer los términos del acuerdo, pero la empresa se negó a hacerlo aduciendo el carácter de “acuerdo entre privados” -negando la cualidad “estatal” de la compañía, tan cacareada por el gobierno- y que podría ocasionar perjuicios en su cotización en bolsa. Jorge Altamira, dirigente del Partido Obrero y candidato del Frente de Izquierda, aseguró que el secretismo se debía a la existencia de una cláusula según la cual YPF absorbería el pasivo ambiental de la asociación, es decir que, en caso de desastre ecológico, la parte argentina se haría cargo de las costas de una posible demanda. Los términos coloniales del acuerdo con la empresa estadounidense desmienten cualquier viso nacional del gobierno de la presidenta Cristina Fernández.

La sesión parlamentaria neuquina fue escandalosa. En las tribunas barras cantando “¡Viva Chevron”, en los curules el impedimento de debate ya que sólo se podría votar por sí o por no. Esto no impidió que un grupo de ocho legisladores se retiraran de la sesión, sobre un total de 35 entre los que se cuentan los del Frente para la Victoria, el MPN, el Frente Grande y Nuevo Encuentro, que dieron rienda libre al acuerdo colonialista. Antes de retirarse, el diputado Raúl Godoy, del Frente de Izquierda, y la diputada Beatriz Kreitman, de la Coalición Cívica, desplegaron una bandera estadounidense que dejaron expuesta a los demás legisladores para recordarles en nombre de los intereses de qué país estarían trabajando.

Antes, toda la jornada había sido marcada por la represión a la movilización enmarcada en el paro activo decretado por la CTA regional y que contó con el acatamiento de trabajadores estatales, docentes, ceramistas, de la Federación Universitaria del Comahue y de numerosos estudiantes secundarios, además de las comunidades mapuche que exigen que no se implemente el fracking en sus tierras ancestrales. Había más de cuatro mil manifestantes, que equivalen a una manifestación de 60 mil personas en la Capital Federal. La represión fue constante. Las comunicaciones telefónicas que este cronista pudo establecer con manifestantes tenían como fondo el ruido de las balas policiales. Hubo numerosos detenidos y heridos por balas de goma y por las consecuencias de los gases lacrimógenos que acosaron a la manifestación sin descanso. Testigos señalaron que en cierto momento los policías empezaron a disparar con sus pistolas 9 milímetros. Rodrigo Barreiro, de oficio docente, fue internado en un hospital de la capital neuquina por una herida de bala de plomo. A ese punto llegó la represión para lograr la aprobación de un acuerdo infame.

Hubo silencio. Silencio en las guaridas de Hugo Yasky, secretario general de CTERA -gremio que agrupa a los docentes de todo el país-, frente a la represión que sufrieron sus compañeros en la Patagonia. Silencio en los organismos de derechos humanos que adhieren al kirchnerismo, transformados en meros cotos de celebración en actos oficiales de las medidas gubernamentales -triste destino que la coptación gubernamental logró en personas, por ejemplo, como Estela de Carloto-. Silencio en los “pibes por la liberación”, que se movilizaron a favor de la ley de medios pero que no emitieron ni un solo comunicado repudiando las balas policiales. Silencio entre los progres. Silencio.

Trataba de entender el fenómeno del derrumbe de la progresía local conversando con mi amigo Martín Quintana. “Están aprisionados por la potencia redentora del ‘pero’”, me decía Martín, que vive en Corrientes, escribe, es docente y tuitea bajo el nick @fragmentario. “Esa partícula les permite olvidar lo que viene detrás de ella: ‘Reprimen en Neuquén por un acuerdo colonialista pero impulsaron el matrimonio igualitario’. O: ‘Se asocian con el fascista Gildo Insfrán en Formosa pero están en contra de la corporación Clarín’. El ‘pero’ es muy potente. Produce que la parte anterior a la partícula confrontativa sea olvidada y se sientan bien entonces con sus conciencias”. Quintana tiene razón. Sin embargo, no es sólo un asunto lingüístico. Es peor. El sino de los progres es su adhesión a un pragmatismo vergonzante en nombre de un proyecto “nacional y popular” ficticio, que no ha realizado transformaciones estructurales y que mantiene los privilegios de los que nunca los perdieron a los que suma a una nueva burguesía emergente que obtiene nuevos beneficios de la mano del poder gubernamental. Es su enlodamiento en una política que se postula como popular, pero que cuenta con muertos por balas policiales de gobiernos kirchneristas en esta década ganada para imponer sus planes. Es la transformación de los biempensantes en aplaudidores sin escrúpulos de la entrega incesante de estos años. Es el derrumbe moral sin escalas hacia el fondo de los fondos.

El acuerdo con Chevron -descripto por el viceministro de Economía Axel Kicillof como “un carnaval”- ha sido aprobado a través de la represión policial y de las balas de plomo. Los progres que lo festejaban están a un paso del desbarranco total y definitivo. Sin embargo, tienen una última oportunidad. La de abandonar la farsa del relato kirchnerista en función de los principios que alguna vez sostuvieron. Si no es así, serán condenados -bajo admonición de ser sometidos al peso implacable de la verguenza ajena- a no hablar de política frente a sus hijos ni frente a los hijos de sus hijos durante las próximas décadas, cuando el relato kirchnerista sea caracterizado como lo que es: una farsa que engañó a la progresía y le hizo aplaudir la entrega.

“Gracias, Gildo”

Las formas de reaccionar ante las derrotas suelen mostrar ciertos aspectos del alma humana que, de otra manera, se mantendrían ocultos en lo recóndito. Es posible apreciarlo en los momentos más cotidianos de la existencia, desde el momento en que se pierde un partido de fúbol hasta cuando el equipo de preferencia de un hincha se va a “la B”. Cuando un niño sufre no haber ganado el juego que realizaba. Cuando una presidenta pierde una elección.

El domingo 11, luego de que se constatara que el Frente para la Victoria había perdido casi cinco millones de votos en las internas PASO desde la última elección, la presidenta Cristina Fernández brindó un deslucido discurso que se caracterizó por la confusión y la no admisión de la derrota. Se debe remarcar que tal resultado debía ser endilgado a la jefa del Poder Ejecutivo ya que ella misma se había puesto al frente de la campaña, en un intento de nacionalizar la elección. El miércoles por la tarde, ciertas cosas cambiaron. No todo cambio implica que se cambie para mejor.

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