Criminalización y mito de una figura polémica

Si existiera una entidad tal como la del ser nacional, seguramente tendría entre sus características a la intensidad, hecho comprobable desde que este sábado —un caluroso sábado de un probable (pero no) tranquilo enero— la dirigente social y política del kirchnerismo, Milagro Sala, fue detenida en Jujuy acusada de “instigación al delito y tumulto”, figura que encubre que ha sido penalizada por protestar.

El episodio constituye un hecho gravísimo. Para poder considerar la seriedad de sus posibles consecuencias se debe hacer por un instante abstracción de la figura de Milagro Sala —denunciada innumerable cantidad de veces por sus manejos espurios de fondos públicos, por patoterismo, amenazas con armas y un uso por parte del Estado de su movimiento como fuerza de choque contra organizaciones sociales y políticas opuestas al kirchnerismo.

Si se logra abstraer esa figura no tan sólo polémica, sino ciertamente repudiable, se podrá constatar que la resolución judicial que determina su detención lo hace en torno al acampe de protesta realizada por su organización. Un hecho similar al que realizó durante gran parte de 2015 Félix Díaz en representación del pueblo qom, en la avenida 9 de Julio y avenida de Mayo, en la capital argentina. Un método de protesta usado muchas veces por una gran cantidad de movimientos sociales en reclamo por sus derechos. Un derecho a la protesta garantizado por la Constitución. Continuar leyendo

Escenas de la degradación política

5. Es una norma histórica que, llegado el fin de ciclo de un régimen -o de cierto tipo de Gobiernos-, sus líderes y sus miembros actúen desprovistos de cualquier hilo que los una con la realidad. Que ingresen en una etapa de anomia cercana a la locura institucional. Los próximos últimos meses del kirchnerismo tal como lo conocemos podrían cumplir con esta consigna, si tomamos los acontecimientos de estos últimos días, que señalan, además, la culminación irreversible de una etapa.

4. El jueves la presidente Cristina Fernández realizó una cadena nacional en la que anunció que el cadáver tibio de Ariel Velásquez -el joven radical baleado la jornada previa a las PASO del 9 de agosto en circunstancias no aclaradas y que había muerto el día anterior al discurso presidencial- no era un militante radical, como se había anunciado, sino un miembro de la agrupación Tupac Amaru, liderada por Milagro Sala. “Cuando estaba entrando acá, estaban las pantallas de la televisión diciendo que un militante radical había sido asesinado en Jujuy -dice la transcripción oficial del discurso de Fernández. Obviamente, le echaban la culpa a una organización, la Tupac, que lidera Milagro Sala, y tengo acá lo que me acercó… De resultas que el militante radical no era radical, sino que nos acercaron la certificación del Juzgado Electoral de Jujuy, la persona muerta… ‘Certificación. Poder Judicial de la Nación. El que suscribe, secretario electoral de la nación, distrito Jujuy, Juan Chañi, certifica en cuanto hubiese derecho que el ciudadano Jorge Ariel Velázquez -el chico, pobrecito, que mataron de un tiro- se encuentra afiliado al Partido por la Soberanía Popular’. Este es el certificado. ¿Saben de quién es el Partido por la Soberanía Popular? Es el que lidera Milagro Sala y que pertenece a Unidos y Organizados. Este chico iba además al colegio que pertenece a esta organización. […] Acá tienen, el pibe, el pobre compañerito, iba a la escuela que fundó Milagro Sala, la Tupac. Acá la solicitud, acá está el emblema de la organización del partido, acá están las notas del chico, pobrecito”. Continuar leyendo