El Gobierno se apresta a malvender los recursos de Vaca Muerta

Domingo Cavallo

El proyecto de nueva ley de Hidrocarburos que ha presentado el Poder Ejecutivo deja entrever que el Gobierno se propone malvender los recursos de Vaca Muerta para hacerse de dólares. El proyecto de ley prevé que en el caso de los recursos hidrocarburíferos no convencionales, el gobierno podrá conceder su exploración y explotación por negociación directa (es decir sin licitación) con la posibilidad de que esas concesiones se renueven sine die, es decir a perpetuidad. Sería muy perjudicial para los intereses del país que se firmen concesiones sin licitación con el propósito de hacerles aportar capitales financieros a los concesionarios en lugar de crear condiciones para que hagan inversiones eficientes y aporten al país la máxima renta posible en una perspectiva de mediano y largo plazo.

A principios de la década de los 90, los acreedores querían que vendiéramos las empresas del Estado como monopolios, con el argumento de que de esa forma se obtendrían más recursos para afrontar el pago de las deudas. Yo siempre me opuse a esa propuesta porque las privatizaciones, como las concesiones, deben llevarse a cabo para asegurar un proceso eficiente de inversión y de producción sostenible de bienes y servicios al mínimo costo social. Así lo planeamos a partir de 1991. Las privatizaciones que se hicieron durante 1990, cuando todavía había alta inflación y no se había creado un clima de inversión, enfrentaron muchos inconvenientes y sus contratos debieron ser renegociados luego de la puesta en marcha de la convertibilidad porque, en medio de una gran incertidumbre, habían tenido que aceptarse condiciones inconvenientes para el país.

El rumor de que George Soros podría comprar la deuda de los fondos buitres, pedir el stay a Griesa  y conseguir a cambio un contrato de concesión de Vaca Muerta otorgado en forma directa y en condiciones diferenciales a otros contratos como para compensarle la pérdida en la que incurriría, conformaría una pseudo -solución al problema de la deuda mucho peor que la que la Presidenta frustró cuando los banqueros locales estuvieron a punto de hacer la misma operación esperando una eventual compensación de SEDENSA.

Decidí escribir este post luego de leer la valiosa conferencia que Carlos Bastos pronunció en el CARI sobre Política de Hidrocarburos.

 

(Publicado originalmente en la página del autor)