¿A qué paridad puede llegar a estabilizarse el tipo de cambio?

(Informe escrito el 28 de abril de 2016)

Para responder esta pregunta es necesario examinar la sensibilidad relativa de la tasa de inflación y del tipo de cambio a la política monetaria.

Para identificar la relación del tipo de cambio y la inflación con las políticas cambiaria y monetaria es necesario contar con algún indicador del tipo de cambio de equilibrio de largo plazo, sin el efecto transitorio de las restricciones cambiarias y la política monetaria. El tipo de cambio de paridad del poder adquisitivo, que surge de los precios relativos entre países, puede jugar ese papel.

Anticipo la respuesta: si se estabiliza, el tipo de cambio estará más cerca de 16 que de 14 pesos por dólar. Continuar leyendo

El Gobierno debería frenar el aumento del precio de los combustibles

A partir de ayer la nafta y los demás combustibles líquidos aumentaron un 10%. Esto es un despropósito. Los combustibles tienen precios en Argentina mucho más altos que los que se pagan, por ejemplo, en los Estados Unidos. Yo estoy en Washington y acabo de cargar nafta súper a menos de 3 dólares el galón, lo que significa menos de 80 centavos de dólar por litro. A 17 pesos por litro en Argentina el precio es de 1,2 dólares, es decir, un 50 % más caro.

Mientras la electricidad, el gas natural y el transporte urbano siguen estando a precios muy por debajo de los internacionales. Es un contrasentido que el Gobierno, por su intervención en el mercado del crudo, permita que los precios de los combustibles sean un 50% más caro que en el exterior. Esto, para una economía con geografía extendida como la nuestra, es mortal.

Una buena política de intervención en el mercado de combustibles, mientras no lo dejen operar como un mercado libre sin restricciones para el comercio exterior como el que existía en los 90s, sería obligar a las empresas a mantener congelados los precios hasta que el precio del petróleo crudo en Argentina quede al mismo nivel que en el mercado internacional. Hoy está a 70 dólares el barril en nuestro país y a levemente por arriba de 40 en el exterior.

La incidencia en el costo de la vida de los combustibles es equivalente a las del gas, la electricidad y el transporte urbano. De manera que un congelamiento de los precios de los combustibles podría permitir que terminen de ajustarse gradualmente los precios de la electricidad, el gas y el transporte hasta terminar de eliminar los subsidios a las empresas prestadoras sin que el impacto sobre el índice de inflación sea mayor al que hoy producen los aumentos en los combustibles.

Cómo evitar que el nuevo endeudamiento cree más problemas que los que resuelve

Ahora que el Gobierno está resolviendo los conflictos pendientes con sus acreedores y aparece en el horizonte la normalización de las relaciones financieras, tanto con el mercado de capitales interno como con los mercados de capitales del exterior, se han levantado voces en contra del nuevo endeudamiento.

Los kirchneristas critican con el argumento de que se abandona la política de desendeudamiento del Gobierno de los Kirchner. Burda mentira. El endeudamiento, bien medido, aumentó durante los Gobiernos de Eduardo Duhalde y de los Kirchner desde alrededor de 140 mil millones de dólares, al final del mandato de Fernando de la Rúa, hasta 250 mil millones en la actualidad. Como porcentaje del producto bruto interno, representa ahora lo mismo que representaba al final del 2001. La única diferencia es que ahora una gran parte del endeudamiento es con acreedores que tienen sentencias a favor, sean de la Justicia argentina o de la Justicia de otros países, por alrededor de 30 mil millones de dólares (15 a 20 mil millones con los jubilados argentinos y entre 10 y 15 mil millones con otros acreedores, incluidos los tenedores de bonos en default). Continuar leyendo

Ningún dirigente serio apoya la política exterior de Cristina

Aníbal Fernández, siguiendo una orden de Cristina, salió a criticar al gobernador Juan Manuel Urtubey por sus declaraciones ante el Consejo de las Américas en Nueva York. Entre las muchas extravagancias de nuestra Presidente, la más temeraria de todas es, precisamente, la pretensión de que quienes se postulan para sucederla se comprometan a mantener su política exterior.

Desde hace mucho tiempo es muy claro que ningún dirigente político serio apoya la política exterior de Cristina. Yo lo señalé en los primeros párrafos del epílogo de mi libro Camino a la estabilidad. Dije entonces:

“A fines de marzo de 2014, cuando estoy terminando de escribir este libro, en la ciudad de Cambridge y he podido seguir desde acá la visita a Estados Unidos de Daniel Scioli, Mauricio Macri, Sergio Massa y un grupo grande de políticos que participaron en un seminario en la Universidad de Harvard, incluidos Ernesto Sanz y Juan Manuel Urtubey, no me caben dudas de que el nuevo Gobierno, cualquiera sea su signo político, va a producir un giro importante en la política exterior de Argentina. La virtual alianza ideológica de los Gobiernos de los Kirchner con el régimen venezolano y el denominado socialismo del siglo XXI desaparecerá y Argentina retomará la línea de política exterior de los Gobiernos de [Carlos] Menem y [Fernando] de la Rúa.” Continuar leyendo

Si no se elimina el cepo de entrada, al cabo de un año se terminará devaluando mucho más

Tanto los allegados al Gobierno de Cristina Kirchner como los asesores de Sergio Massa acusan a Mauricio Macri de querer provocar una fuerte devaluación del peso y hacer caer los salarios reales al anunciar la eliminación inmediata del cepo cambiario.

Es paradójico, porque quienes hoy denuncian los peligros de una fuerte devaluación son los mismos que desde 2002 en adelante pregonaban la teoría del crecimiento basado en el tipo de cambio real alto y ponderaban la pesificación decidida por Eduardo Duhalde en ese año, que fue la causa de una devaluación mayor al 300 %.

En aquella época parecían no ser conscientes de que el tipo de cambio real alto significaría salarios reales bajos. Puede que ahora hayan aprendido la lección y sinceramente quieran proteger a los salarios en el futuro. Pero lo dudo mucho. Creo que se equivocan, porque no entienden el funcionamiento de la economía argentina y no han reflexionado suficientemente sobre su historia.

No caben dudas de que las exportaciones han perdido competitividad y de que hay fuertes síntomas de atraso cambiario en el mercado oficial. A pesar de que los índices de tipo de cambio real dan cuenta de que este está en un nivel semejante al del año 2001, la pérdida de competitividad de las exportaciones es mayor a la que existía en aquel año. La evolución de las exportaciones, tanto en valor como en volumen, lo demuestran: A lo largo de 2001 las exportaciones crecieron%. En lo que va del año 2015, comparado con los mismos meses del 2014, las exportaciones cayeron 17 %. La evolución de los precios de exportación no fue más desfavorable en 2001 de lo que fue en los últimos 12 meses. Continuar leyendo

Condicionar para fracasar

Cuando Cristina le enrostra a Scioli su amistad con Macri y Kiciloff le llama a Macri aplaudidor de Menem, están tratando de humillarlo y mostrar que, si es elegido presidente, se verá obligado a continuar con sus mismas políticas, aunque signifiquen el fracaso estrepitoso de su gobierno.

Todo el mundo sabe que tanto Néstor Kirchner como Daniel Scioli aplaudieron a Menem desde posiciones de expectancia mucho mayores que las de Mauricio Macri, al punto que Kirchner hizo muchas campañas acompañando a Menem desde su provincia, comenzando por la de 1991, cuando ganó la gobernación de Santa Cruz gracias al impacto positivo de la convertibilidad. A Scioli, Menem le pidió que aceptara ser candidato a diputado nacional en 1997 para presentar una figura que pudiera competir conmigo.

Yo acababa de crear Acción por la República y estaba muy enfrentado con Menem por mis denuncias sobre las mafias enquistadas en el poder.  Y en 2001 fue el PJ menemista el que me propuso que nos aliáramos para presentar candidatos nacionales en la Capital Federal. Así surgió la candidatura de Scioli para diputado nacional y la de Horacio Liendo para senador en la elección de octubre de aquel año.

Por internet circula una copia de aquel voto y la crónica de la campaña de esos días. Leyendo esa nota periodística de 2001, la gente puede pensar que en lugar de votar a Macri (intención que me atribuye Kiciloff sin que yo lo haya dicho) voy a votar a Daniel Scioli. Debo decir que lo haría de no ser porque creo que las circunstancias historícas lo han colocado a Scioli en una posición desde la que le resultará imposible revertir la estanflación y la decadencia general a la que nos han llevado las políticas del kirchnerismo.

Aún así, si Scioli tiene la mala suerte de ser elegido presidente con todo el condicionamiento que le está planteando el kirchnerismo, haré votos para que Dios le de fuerza y valentía para sacarse de encima esta mochila perversa e intente gobernar como le dicta su conciencia y su sentido común. Sigo pensando, como en 2001, que Scioli es una persona bienintencionada y que tratará de obrar bien.