Drogas, el precio de la hipocresía

El polifacético secretario de Seguridad Sergio Berni ha cometido un grave error ético y político: ha metido el tema de las drogas en la pelea política, con sus “ingeniosasreferencias al distrito de Tigre. Francamente, no conozco lo que sucede en Tigre, pero sí sé lo que sucede en todo el país con este verdadero desastre que -sin ninguna duda- ha generado el kirchnerismo. Podrá discutirse si la política económica o social o internacional han sido mejores o peores a los largo de los últimos 10 años, pero no puede nadie negarse que lo que ha sucedido en este período en el campo de las drogas constituye un delito de lesa humanidad. 

Los niveles de consumo han explotado, según las cifras de la misma Sedronar, duplicando y hasta triplicando la utilización de diversas drogas, en especial entre los jóvenes. El informe mundial de drogas nos coloca en un vergonzoso tercer lugar entre los mayores países de tránsito. Se ha instalado el sicariato, con periódicos ajustes de cuentas entre narcos. Aparecen también ajustes de cuentas entre Fuerzas de Seguridad y otras formas inéditas de corrupción. Los trabajadores sociales que están en los barrios confiesan estar desbordados por el avance de la droga en los hogares y el impacto que esto tiene sobre personas y familias.

¿Qué ha hecho el kirchnerismo para qué todo esto sucediera? Dos blanqueos escandalosos, en el primero de los cuales se quemaron 4 mil causas penales. No haber implementado el viejo plan de radarización ni los escáneres en los puertos. Haber cortado los contactos con el exterior en temas de inteligencia. Haber mantenido a la Sedronar en un segundo plano, con un presupuesto misérrimo y en los últimos 4 meses no haber nombrado secretario ni  haber puesto este tema entre las políticas prioritarias del Estado, al punto de que no hay prácticamente menciones al tema en ningún discurso del matrimonio Kirchner. No haber implementado políticas masivas de prevención. No haber ayudado a las provincias a contar con más recursos, al punto tal que hay una verdadera rebelión de los secretarios de Drogadicción provinciales. La provincia de Buenos Aires está cerrando centros de prevención de adicciones por falta de presupuesto, sin que la Nación la ayude.

No cabe duda alguna de que la responsabilidad primaria de definir la estrategia, conducirla y financiaría, corresponde al Gobierno Nacional, como sucede en todos los países en los que el tema adicciones figura entre las prioridades de Estado. La ejecución descentralizada es eficiente sólo en la medida en que haya un eje coordinador que fije prioridades con visión estratégica.

Con estos antecedentes, es una verdadera hipocresía que Berni meta el tema político dentro de este drama, quitando energías a lo que debería ser la prioridad ética fundamental: resolver el problema. Si el señor Berni tomase conciencia del daño en vidas humanas causado por la lenidad en el comportamiento del Gobierno que integra, tal vez dejaría de jugar a las elecciones con el sufrimiento ajeno.

Diana Conti: el pelo pero no las mañas

La diputada Diana Conti es un tipo de personaje que cumple un rol muy importante en los gobiernos totalitarios : expresa el sentir de eternidad del monarca y su círculo íntimo. De esa manera no sólo asegura su propia supervivencia, sino que además hace pensar al monarca que existe un clamor que ella y su mensaje están interpretando… Es la voz que traspasa las rejas y los muros del Palacio, que están cerrados a cualquier voz que no sea amable para con la Corte.

Los autócratas necesitan rodearse de silencio, salvo el de adulones y aplaudidores; y a medida que las cosas van peor, y que los ruidos de la protesta crecen, el cerco de silencio debe ser cada vez mayor. El mundo de afuera debe cerrarse para que el monarca gobierne tranquilo.

Por eso tratan de quedarse con todos los medios, silenciar la Justicia, comprar cualquier voluntad.

Y por eso la re-reelección debe permanecer viva en el imaginario del palacio para que CFK  siga pensando que hay posibilidades y alimente de tal manera la energía que le da el sueño de la eternidad.

Pero esta disquisición nacida de la lectura de la historia política de la humanidad y la Argentina, no es una teoría. Porque si algo ha demostrado el kirchnerismo es que tiene capacidad para proyectarse al futuro, más allá de sus errores . Pura voluntad, que es uno de los ejes básicos del mantenimiento del Poder.

El sueño K es ahora muy simple: como se viene una elección difícil, hay que preparar el campo para la negociación. Pero no una negociación para sacar lo bueno que puedan aportar los adversarios victoriosos, sino para intentar atraparlos en las redes del poder y acordar con ellos como juntarse para continuar hacia la eternidad.

Éste es el peor peligro de lo que viene: la posibilidad de compartir el poder entre vencedores y vencidos; de un contubernio nacido al aroma del común interés que da el “imperium”.

Para quienes hemos mantenido una posición sostenida de oposición, este peligro no es una alternativa lejana. Basta ver el “récord” de los votos de algunos criticones circunstanciales, para entender con que facilidad cambian los vientos para ellos.

Los votos en YPF y Ciccone; la pasividad en denunciar la corrupción crónica; el silencio frente a brutalidades diversas, son antecedentes que hoy deben ser mirados con lupa para saber adonde se pondrán algunos cuando suene la música de la sirena y los invite a pasar.

Diana Conti pasará en ese momento de vocera de los sueños a gentil portera del Salón Dorado.