La vuelta de la puja entre el dólar y las tasas

Las últimas semanas no han sido fáciles para el equipo económico a cargo del Banco Central (BCRA). La falta de oferta de divisas propia de esta época del año y el avance de la demanda han generado una fuerte presión sobre la cotización del dólar, que esta semana llegó a romper la barrera de los 16 pesos.

¿Qué explicó, en parte, esta suba? La menor tasa de interés, ubicada por debajo de la tasa de inflación esperada luego de las sucesivas bajas llevadas a cabo por la autoridad monetaria, volvió a despertar el apetito por el dólar, que parecía controlado durante las primeras semanas pos-cepo, cuando las tasas reales eran positivas: el BCRA pecó de optimista y bajó la tasa muy rápido.

Durante las primeras jornadas de avance del dólar, para evitar que la suba del dólar siga “fogoneando” la inflación y con el objetivo de contener una corrida especulativa, el BCRA intervino en el mercado de divisas, con poco éxito.

Recién después de que el martes, en la licitación de Lebac, subiera la tasa de corto plazo (35 días) seis puntos, hasta llegar a 37% y generar un overshooting de tasa de interés, la cotización de la divisa norteamericana comenzó a ceder, reabrió la puja entre el dólar y las tasas, la cual desde hace más de un mes se había definido a favor de las posiciones en divisas por la tendencia a la baja de los rendimientos en pesos en un contexto de aceleración de la inflación local. Continuar leyendo

El complejo escenario global que recibirá el próximo Gobierno

Atrás quedó el contexto internacional favorable que prevaleció durante la “década ganada”, el cual permitió financiar el modelo Nac&Pop: bajas tasas de interés internacionales y Brasil y China, principales destinos de los productos nacionales, creciendo a altas tasas. La fuerte dependencia de la economía argentina al sector externo, a pesar de las políticas proteccionistas implementadas durante los últimos años, es un arma de doble filo.

¿Dónde estamos hoy? La economía argentina se encuentra en una delicada situación interna debido al incorrecto manejo de las políticas económicas a nivel doméstico, potenciado por los cambios (desfavorables) en la economía global: China no solo continúa desacelerándose, sino que también devaluó su moneda durante los últimos días, Brasil entró esta semana en recesión técnica y el real sigue ajustándose, Estados Unidos se apresta a subir su tasa de interés de referencia.

China, nuestro segundo socio comercial y principal destino de nuestras exportaciones primarias, crece cada vez a menores tasas. Su menor demanda, por lo tanto, impacta negativamente, tanto a través de los menores volúmenes adquiridos como así también por la presión a la baja que ejerce sobre los precios internacionales de los commodities. Continuar leyendo

El dólar al compás del ritmo electoral

Esta semana el dólar en el mercado informal volvió a romper la barrera de los $/US$ 15, para acumular una depreciación del 11,3 % en lo que va de julio. De esta forma, con un cambio oficial virtualmente “planchado” en $/US$ 9,16, la brecha entre ambas cotizaciones se disparó al 64 %, contra el 40 % que mostraba a inicio de junio.

Si bien desde el oficialismo el discurso es que “la patria está siendo atacada por un golpe de mercado”, basta observar los últimos eventos que dieron lugar a la suba de la divisa en el mercado paralelo, que tienen en común la continuidad de las restricciones cuantitativas, en algunos casos llevadas hasta el extremo de la prohibición de operatoria con activos financieros.
Sumado a la volatilidad cambiaria de los períodos preelectorales, los controles ordenados por Axel Kicillof sobre la city no hicieron más que presionar sobre la cotización: es muy sabido que cuando algo se prohíbe, automáticamente se transforma en más deseado, y el dólar no es la excepción a la regla.

Analizando otros eventos puntuales, el anuncio de que Daniel Scioli compartiría la fórmula presidencial del Frente para la Victoria con el ultrakirchnerista Carlos Zannini envió al mercado el mensaje de “Scioli al gobierno, Zannini al poder”. De esta forma, se percibe que los cambios y los ajustes pretendidos por el mercado no solo deberán esperar, sino que hasta existe el temor de que los controles se profundicen. Continuar leyendo

La inflación “pulverizó” la competitividad buscada en enero

Desde que Alejandro Vanoli asumió la presidencia del Banco Central hace poco más de un mes, el mercado de divisas ingresó nuevamente en una “virtual” pax cambiaria. La moneda estadounidense cotiza estable en el mercado oficial, y los fuertes controles por parte de la autoridad monetaria han logrado reducir la brecha con los canales paralelos (blue, contado con liqui, MEP).

No obstante, debido a la política monetaria menos restrictiva llevada adelante por la Reserva Federal de los Estados Unidos, el dólar ha comenzado a fortalecerse (con el consiguiente impacto negativo sobre el precio de los commodities), lo que ha presionado a la depreciación de las monedas de los mercados emergentes debido a la huida de dólares desde estas economías más riesgosas a una más desarrollada y, sobre todo, más estable.

Este cambio en el manejo de política de la Fed, junto con la dinámica inflacionaria interna, impacta de distintas maneras sobre el tipo de cambio real, el cual se utiliza como medida relativa de la competitividad de una economía. Continuar leyendo

Dólar “blue” y la convergencia del mercado al valor técnico

¿Existe un precio de equilibrio para el dólar? Si bien no hay un indicador exacto, ya que el mismo depende de múltiples factores, tanto relacionados con el desempeño económico como psicológicos, se puede hacer una aproximación considerando su valor técnico, que es aquella tasa de cambio que surge de la razón entre la base monetaria y las reservas internacionales.

A partir de la implementación del “cepo cambiario”, el drenaje de divisas y la consecuente caída de las reservas internacionales, sumado a la fuerte expansión monetaria llevada a cabo por el Banco Central (BCRA), dieron lugar a un notable incremento del valor técnico del dólar, el cual alcanzó su máximo en enero de este año, tras la devaluación, cuando llegó a los 13,27 $/USD.

Sin embargo, desde ese mes, la marginal suba de reservas, junto a una política monetaria menos expansiva comenzó a presionar a la baja este valor técnico. En abril escribíamos una columna sobre este tema, en la cual se mencionaba esta tendencia descendente, y estimábamos un valor de 12,50 $/USD para mediados del año. Terminó junio, y el valor del indicador se ubicó en 12,54 $/USD, muy cercano a la estimación realizada.

En tanto, la liberalización parcial del cepo en enero y la suba de las tasas de interés “secaron” el mercado de pesos: parte de estos se fueron a dólar “oficial” (más el 20%, ya que la mayoría de las personas optó por retirarlos de las entidades financieras) y la parte restante a plazos fijos, los cuales otorgaban un rendimiento superior a la tasa de devaluación esperada. Esto permitía arbitrar en el mercado, y fue de vital importancia para la “pax cambiaria” de los tres meses post-devaluación.

Esta “sequía” del mercado, asimismo, operó sobre el mercado informal de cambios, o dólar “blue”, que refleja el valor de mercado de la divisa norteamericana, ya que el cambio media entre los agentes de la oferta y la demanda, sin intervención del gobierno. Durante los primeros meses, al canalizarse los pesos a las operaciones mencionadas, los intercambios en este mercado marginal fueron escasos, y el valor de mercado se ubicó por debajo del técnico.

Sin embargo, a partir del mes de abril, el BCRA comenzó a operar con micro-devaluaciones y a disminuir la tasa de interés, generando nuevamente incertidumbre en el mercado respecto del rumbo de la política cambiaria, lo que comenzó a presionar a la alza sobre el tipo de cambio “blue”. Muchos ahorristas habían inmovilizado sus ahorros por tres meses, y al vencimiento de los plazos fijos, se “volcaron” al mercado informal de divisas.

Asimismo, diversos vaivenes económicos también afectaron sobre el valor del dólar “blue”. Durante última mitad de junio, el mismo se vio presionado por la incertidumbre que añadió al mercado el fallo en contra de la Justicia de los Estados Unidos en el caso de los holdouts. De esta forma, la divisa informal cerró el primer trimestre cotizando 12,15 $/USD, un 49% por encima del valor oficial, pero sólo 39 centavos por debajo del técnico.

De esta forma se observa, que si bien en el corto plazo puede haber diferencias sustanciales en los valores técnico y de mercado, en el mediano plazo se verifica la convergencia del mercado al valor técnico, por lo que este último puede ser utilizado como un indicador de referencia para períodos en los que no existan grandes perturbaciones exógenas.

*Este artículo fue escrito en conjunto con Mariano Carpineti.