El valor del tipo de cambio: un problema de oferta y demanda

El tipo de cambio en Argentina está muy atrasado, eso no es novedad. El estandarte del tipo de cambio real alto y competitivo y los superávit gemelos de la gestión de Néstor Kirchner han sido dilapidados durante los últimos años debido a la acumulación de un sinfín de desequilibrios macroeconómicos originados en el incorrecto manejo de política económica.

Con el gasto público creciendo por encima de los recursos tributarios, el déficit fiscal no tardó en aparecer (a pesar del maquillaje contable). Una vez que se terminó la “caja”, hubo que salir a buscar quién “pague la fiesta”. El elegido fue el Banco Central (BCRA).

Como es sabido, aunque desde el kirchnerismo sigan negándolo, la emisión monetaria, cuyo objetivo es monetizar el “rojo” fiscal, genera inflación: aumenta la oferta monetaria por encima del incremento de la demanda de dinero. Ya nadie quiere papelitos de colores que cada vez tienen menor valor. Por lo tanto, cada vez se necesitan más pesos para comprar todo tipo de bienes, entre ellos, divisas.

El mercado de divisas no es muy distinto del resto de los mercados. La diferencia es el bien que se comercializa: la economía no produce divisas (no puede emitir moneda extranjera), sino que estas deben ingresar a través de operaciones con el sector externo. Continuar leyendo

El círculo vicioso del déficit fiscal y el impuesto inflacionario

Todos los días nos despertamos con una novedad en el frente económico. Sin embargo, sin ser noticias diarias, las tendencias que contribuyen a explicar los desequilibrios macroeconómicos existentes siguen su curso natural.

Una de las principales tendencias, que durante los últimos años parece haberse convertido en una normalidad, es el déficit fiscal. Debe distinguirse que si bien el resultado es el mismo, el tesoro puede verificar un rojo financiero por insuficiencia de ingresos o por exceso de gasto público.

En lo que va del año se expandió por encima del 42 %, mientras los ingresos tributarios crecieron “sólo” un 33 %. Basta con ver un poco los números para que no queden dudas: No es un problema de ingresos, sino de gasto.

Atrás quedaron los “superávit gemelos” (fiscal y comercial), pilar del modelo económico kirchnerista. Según estimaciones propias, 2015 cerrará con un rojo fiscal por encima de los 220 mil millones de pesos (3,9 % del PBI). Sin contabilizar las rentas de Anses y Banco Central, superará los 350 mil millones de pesos (6,3 % del PBI), aunque podría profundizarse aún más si desde el Ejecutivo deciden continuar ampliando las partidas destinadas a gasto público. Continuar leyendo

El dólar al compás del ritmo electoral

Esta semana el dólar en el mercado informal volvió a romper la barrera de los $/US$ 15, para acumular una depreciación del 11,3 % en lo que va de julio. De esta forma, con un cambio oficial virtualmente “planchado” en $/US$ 9,16, la brecha entre ambas cotizaciones se disparó al 64 %, contra el 40 % que mostraba a inicio de junio.

Si bien desde el oficialismo el discurso es que “la patria está siendo atacada por un golpe de mercado”, basta observar los últimos eventos que dieron lugar a la suba de la divisa en el mercado paralelo, que tienen en común la continuidad de las restricciones cuantitativas, en algunos casos llevadas hasta el extremo de la prohibición de operatoria con activos financieros.
Sumado a la volatilidad cambiaria de los períodos preelectorales, los controles ordenados por Axel Kicillof sobre la city no hicieron más que presionar sobre la cotización: es muy sabido que cuando algo se prohíbe, automáticamente se transforma en más deseado, y el dólar no es la excepción a la regla.

Analizando otros eventos puntuales, el anuncio de que Daniel Scioli compartiría la fórmula presidencial del Frente para la Victoria con el ultrakirchnerista Carlos Zannini envió al mercado el mensaje de “Scioli al gobierno, Zannini al poder”. De esta forma, se percibe que los cambios y los ajustes pretendidos por el mercado no solo deberán esperar, sino que hasta existe el temor de que los controles se profundicen. Continuar leyendo

Los salarios por la escalera, los precios por el ascensor

De cara a las elecciones presidenciales de este año, el kirchnerismo seguirá empeñado en mostrar números favorables del desempeño económico, con el fin de apuntalar al candidato elegido. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos, las cifras no acompañan: claro ejemplo de esto es el poder de compra de los salarios.

Según guarismos oficiales, en el primer mes del año los salarios nominales promedio de la economía se expandieron un 1,96% respecto a diciembre de 2014, o un 32,7% si se comparan con los de enero del año previo, mientras que los precios avanzaron un 2,1% mensual, o un 35,1% interanual. En tanto, 2014 “cerró” con una suba nominal promedio de salarios del 31,4% frente a una inflación que finalizó el año en torno al 38,5%. Continuar leyendo

IED en América Latina: Argentina sigue relegando posiciones

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) presentó ayer su informe sobre “Inversión Extranjera Directa en América Latina y el Caribe 2013”. Del informe se desprenden varios datos interesantes que permiten caracterizar el panorama general de América Latina y de la Argentina.

En términos globales, los flujos de inversión extranjera directa (IED) aumentaron un 11% en 2013, mientras que a nivel regional este avance fue tan solo del 5%, llevándola a su máximo histórico de 184.920 millones de dólares. De esta forma, América Latina captó el 13% de la IED total, manteniendo estable su participación desde 2011.

En el caso particular de Argentina, la IED recibida durante el último año descendió un 25% según la Cepal, dado que en 2012 ingresaron bajo este concepto 12.116 millones de dólares contra los 9.082 que entraron en 2013. De esta forma, se ubicó en el sexto lugar en la región, luego de Brasil, México, Chile, Colombia y Perú.

Cabe destacar que el país no sólo sigue relegando puestos frente a otros países de la región con mejor desempeño económico, sino que también la participación en el total de la IED sigue descendiendo. Entre 2003 y 2013, Argentina recibió, en promedio, el 6% de la inversión total, ubicándose este último año por debajo de la media, al alcanzar el 5%; mientras que entre 1991 y 2000, había recibido, en promedio, el 18% de los recursos que entraron a la región, alcanzando un máximo en 1992, año que captó el 30% de la IED regional, debido al fuerte ingreso destinado a la adquisición de empresas en proceso de privatización.

Por otra parte, hay que considerar que durante los últimos años los ingresos computados como IED en Argentina no son “ingresos voluntarios”, sino que una parte muy importante de estos se deben a que las restricciones en el acceso a divisas impuestas a fines de 2011 provocaron el aumento de la reinversión de utilidades por parte de las filiales extranjeras: al no poder remitirse las utilidades a las casas matrices, se computan en la balanza de pagos como reinversión de las subsidiarias.

En 2013, este concepto representó el 77% de las entradas totales de IED, pero su valor se redujo un 14% en comparación con 2012, mientras que las entradas “voluntarias” de capital disminuyeron un 24% y los préstamos entre compañías fueron ligeramente negativos en el primer semestre, si bien las cifras relativas a la totalidad de 2013 no se han publicado todavía.

Según el informe citado, las fusiones y adquisiciones se limitaron a unas pocas transacciones entre compañías extranjeras del sector energético. El fondo Southern Cross vendió la Compañía General de Combustibles a un inversionista privado por 200 millones de dólares y Andes Energía PLC adquirió algunos activos por un importe que tampoco se ha hecho público.

En tanto, durante los primeros meses de 2014, el gobierno llegó a un acuerdo con Repsol para pagar 5.000 millones de dólares como compensación por la nacionalización en 2012 del 51% de la empresa petrolera YPF. En este sentido, la estrategia de YPF es atraer a otras empresas internacionales como socios para desarrollar sus amplias reservas de petróleo y gas, aunque para que esto sea viable deberán darse condiciones que hoy en día no están presentes en la economía, tales como la posibilidad de las empresas de enviar ganancias al exterior y garantías sobre los derechos de propiedad.

En el escenario descripto, se observa que de haber tenido la posibilidad de remitir utilidades, la IED hubiese descendido aun más, dado que las condiciones actuales, tanto económicas, como políticas e institucionales no son las más propicias para los inversores externos. La incertidumbre que se percibe a nivel general ha “cerrado” un canal importante de ingreso de divisas, y en un contexto de escasez como el actual sería propicio comenzar a dar señales positivas a los inversores del resto del mundo.

Sin embargo, para contextualizar el panorama, solo resta mencionar que junto a Ecuador y Venezuela, Argentina es uno de los tres únicos países de la región que en la actualidad reciben menos IED que hace una década. Con esto queda muy claro cuál ha sido el rumbo de los últimos años.

*nota escrita junto a Mariano Carpineti