Asia Pacífico pelea al Mercosur el liderazgo comercial del país

Según las primeras cifras oficiales del nuevo Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), la balanza comercial del 2015 fue deficitaria en 3.035 millones de dólares, tras exportar 56.752 millones e importar 59.787 millones de dólares.

La caída del 17% de las exportaciones anuales se explicó casi en su totalidad (16%) por el descenso de precios, mientras que las menores cantidades sólo representaron una caída del 1 por ciento. En tanto, en el caso de las importaciones, si bien en el año cayeron un 8%, crecieron un 5% en cantidades pero se redujeron los precios un 13 por ciento.

No obstante, el desempeño comercial del año fue muy heterogéneo por regiones, aunque la creciente globalización y la fuerte expansión de la región Asia Pacífico (compuesta por la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático —Asean—, China, Corea, Japón e India en el bloque de países estimados en forma conjunta por el Indec) permitió que esta se ubicara cabeza a cabeza con el Mercosur en cuanto a destino de las exportaciones argentinas y superara al bloque sudamericano con los envíos a nuestro país. Continuar leyendo

América Latina: ¿Es posible un mercado más amplio?

En la región, la arquitectura de la integración presenta una alta densidad institucional, tras más de cincuenta años de esfuerzos. No obstante, debido a que existen numerosas agrupaciones con objetivos diversos, aún persiste la debilidad en la definición de sus esferas de acción y los cambios en el espacio económico mundial de las últimas décadas. Para sortear esta debilidad, no sólo es necesaria la convergencia entre los distintos esquemas de integración, sino también es urgente.

En el nuevo escenario mundial, el fortalecimiento de la integración de América Latina dotaría de mayor peso global a la región, por lo que la convergencia entre el Mercado Común del Sur (Mercosur) y la Alianza del Pacífico constituiría una oportunidad histórica de avanzar en un esquema de integración.

Este acercamiento permitiría a ambos bloques diversificar la estructura productiva y exportadora de la región, en un contexto de fuertes cambios en el esquema económico internacional: el dinamismo económico se ha trasladado de los Estados Unidos y la Unión Europea (UE) a la región Asia-Pacífico. Esto implica que la articulación entre espacios comenzaría desde el punto de vista económico, en el que la región cuenta con numerosas fortalezas y tiene algunas dificultades por superar; en el largo plazo, debería trabajarse en consensos de base a nivel político, lo que permitiría que cada país conserve su soberanía. Continuar leyendo

La convergencia en la diversidad: repensando el esquema de integración regional

Mucho se ha hablado antes de las elecciones presidenciales en Brasil, en las cuales triunfó Dilma Rousseff, sobre la continuidad de la principal economía latinoamericana en el Mercosur, lo que ha llevado a los países del bloque a repensar el esquema de integración regional actual.

El debate en ese país ha oscilado desde permanecer sin cambios hasta abandonar el Mercosur, pasando por un sinfín de transformaciones intermedias. La principal queja por parte de Brasil son los problemas en el intercambio comercial con Argentina de los últimos tiempos: un tema no menor para el resto de los países miembros del bloque regional.

Uruguay y Paraguay se encuentran siempre presentando reclamos por la posición asimétrica en la que están: al ser economías pequeñas suelen ser más abiertas al libre comercio que las más grandes que tienden a proteger sus mercados internos de mayor dimensión, y se encuentran en la encrucijada de no poder negociar por fuera del Mercosur. Por otra parte, Venezuela, el socio más nuevo del bloque, es el que menores problemas ha presentado por el momento. Continuar leyendo

La prórroga del acuerdo automotor como estrategia defensiva

Desde el gobierno celebran la prórroga del pacto automotor con Brasil, aunque el mismo sólo se centró en la definición de un nuevo “flex” – que regula el intercambio del sector automotor libre de aranceles – más bajo que el vigente, a favor de Argentina. Esto ha permitido a las carteras de Economía e Industria “patear” los temas más sensibles para más adelante.

Sin embargo, el nuevo “flex”, claramente el aspecto más positivo del acuerdo, podría en realidad no tener ningún efecto a nivel sectorial sobre la golpeada industria automotriz.

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