El narcotráfico y su espiral del silencio

¿Alguien se acuerda de que hace escasas dos semanas Norma Bustos murió acribillada a balazos por sicarios en Rosario, luego de haber denunciado en 2008 la venta de estupefacientes en su barrio? ¿Alguien recuerda que a mediados de noviembre, un periodista fue amenazado de muerte por medio de llamadas telefónicas luego de que publicara una serie de notas sobre el narcotráfico? ¿Importa a esta altura de los acontecimientos discutir sobre el enorme mural dedicado a Claudio Cantero, líder de la banda narcocriminal “Los monos”, en una villa de Rosario? ¿Es demasiada retrospectiva traer al debate los acontecimientos de octubre del 2013, cuando balearon la casa de un gobernador? ¿Alguien tiene presente que durante el 2014 ya son más de 200 los muertos en la ciudad santafecina, producto de la violencia del crimen organizado?

Existe un mecanismo sociológico por el cual las definiciones de los medios de comunicación y la ausencia de apoyo manifiesto de las propias opiniones en la comunicación interpersonal originan una suerte de “espiral de silencio”. El término, acuñado por la politóloga alemana Elisabeth Noelle-Neumann, identifica de qué manera la percepción de la opinión pública puede influir en el comportamiento de un individuo. Si son los medios masivos de comunicación los que generan opiniones, posturas y marcas ideológicas, controlar el contenido de su masividad implicaría regular la voz de las masas. Continuar leyendo