El fascismo-corporativismo del secretario de Comercio

Facundo Chidini

Todo en el Estado, nada contra el Estado, nada fuera del Estado.” Benito Mussolini

En pocas palabras, el fascismo-corporativismo se obstina en destruir al liberalismo en todas sus formas, que es la expresión de la sociedad del contrato que ha reemplazado a la antigua sociedad comunitaria. Entiende que dejar que la libertad se desarrolle sin ponerle ningún freno es dar libre curso a todas las malas inclinaciones y, al mismo tiempo, reducir o suprimir el ámbito de las solidaridades naturales. Es por eso, que estima que la competencia como principio único de la producción económica marchita el espíritu de las sociedades, produciendo desigualdades en ellas y condenándolas al fracaso.

Mussolini introdujo en la economía de la Italia fascista estas ideas traducidas en multitud de elementos de intervención, usando a los capitalistas industriales para implantar en conjunto con el Estado el corporativismo nacionalista y totalitario.

De esta manera, haría que todos los sectores de la sociedad deban obligatoriamente integrarse y trabajar unificadamente al mando del gobierno; por lo que esta corporación, entre otras medidas, regularía la competencia “excesiva”, obligaría a los productores a prestar mayor atención a la solidaridad para satisfacer las necesidades humanas que a la producción y a “garantizar” los precios y salarios fijándolos.

Son numerosos los hechos autoritarios, violentos e intervencionistas que lleva a cabo Guillermo Moreno en complicidad con numerosos empresarios, que indican las similitudes con el sistema detallado anteriormente.

En esta ocasión, me quiero referir a las medidas fascistas de los acuerdos de congelamiento de precios, cepo publicitario y Supercard dispuestos por el secretario de Comercio Interior e implementados por las cadenas de supermercados y electrodomésticos.

Claramente estas medidas violan el espíritu de la Constitución Nacional y la Ley 25.156 de Defensa de la Competencia al imponer, por vías de hecho, prácticas destinadas a limitar, restringir, falsear o distorsionar la competencia o el acceso al mercado.

Ante esta situación, un grupo de dirigentes de PRO Libres, Unión Por Todos y del Partido Liberal Libertario, cansados de las violaciones constantes al ordenamiento jurídico, patrocinados por Bloque Constitucional, hemos denunciado a Guillermo Moreno, a la Asociación de Supermercados Unidos, a las principales empresas de supermercados que la integran y a las cadenas de electrodomésticos que hicieron público su acuerdo de precios con la Secretaría de Comercio.

La presentación quedó radicada en la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia, que es la autoridad competente para llevar adelante las investigaciones por violaciones de la ley 25.156. Como esa comisión depende de Moreno, éste fue recusado para intervenir como autoridad de aplicación de la ley en este caso. Por tal motivo, la cuestión deberá ser resuelta por la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Civil y Comercial Federal.

Creo firmemente que estas situaciones no son fáciles, pero nos ponen a prueba como sociedad. El amor por la libertad, por nuestros próceres fundadores y por nuestro país nos debe impulsar a no ceder ante las presiones y ante los ataques. Porque una sociedad que se adormece es una sociedad que termina dominada por el autoritarismo. Por eso, confío en la ciudadanía que se manifiesta, se rebela ante el fascismo y que seguirá defendiendo la República con la convicción de que, como expresó Dante Alighieri, “el lugar más oscuro del infierno está reservado para aquéllos que se mantienen neutrales en tiempos de crisis”.