Ejemplo de convivencia para aspirantes al gobierno

Hace poco más de una semana, mientras me “calzaba” mi uniforme naval para oficiar de moderador de un seminario de intereses marítimos en el auditorio del Congreso Nacional, un sentimiento de profundo temor cruzó por mi mente. ¿Estaba seguro de lo que iba a hacer? Una decena de gremios movilizados, en su mayoría enrolados en la CGT opositora al Gobierno, estarían atentos dentro y fuera del recinto a las palabras que pronunciarían otros gremialistas, empresarios, marinos y, como broche de oro, el secretario de la Comisión de Intereses Marítimos de la Cámara de Diputados, Gustavo Martínez Campos (Frente para la Victoria, Chaco), que presentaría dos leyes que, de aprobarse, incidirán de manera superlativa en la actividad marítima y en la industria naval de la Nación.

Llegar al Congreso no fue fácil, cientos de trabajadores del sector marítimo con bombos, banderas y petardos ofrecían el típico paisaje de las movilizaciones gremiales. Una vez dentro del auditorio, el paisaje no era menos pintoresco: Ingenieros navales se mezclaban con hombres luciendo las pecheras verdes de ATE (Asociación de Trabajadores del Estado), empresarios con pinta de serlo charlaban amistosamente con legisladores y muchos colegas de la Armada Argentina, más precavidos que yo, vestidos de civil, compartían la previa totalmente distendidos.

Y déjeme contarle, querido amigo lector, que me tocó conducir tres maravillosas horas de convivencia amistosa, amable, civilizada y alegre entre gente que no piensa de la misma manera, pero que se unió en torno a una idea que simplemente les insinúa un futuro mejor. Continuar leyendo

Las marinas argentinas

Ciertamente la celebración del día internacional de la mujer, poco tiene que ver con las tradicionales festividades de neto corte comercial las que si bien evocan aspectos sensibles como las figuras de padre, madre, hijo y valores tales como la amistad y el amor, vienen de la mano de una movida mercantil; la que incluso hace que cada país la adecue a sus disponibilidades de calendario y a que en nuestro país algunas celebraciones hayan migrado de fecha para evitar que sorprendan a la población con los bolsillos flacos por la cercanía del fin de mes.

Por el contrario, el 8 de marzo es un día que va más allá de una celebración social. De hecho la elección de esa fecha – como todos recordamos- tiene fundamento en el trágico fin sufrido por un grupo de trabajadoras de la costura de la ciudad de Nueva York en 1857, que reclamaban una jornada laboral de 10 horas. La protesta devino en un incendio en el que perecieron 16 de ellas.

Es por ello que a modo de homenaje, y con su permiso – amigo lector- deseo dedicarle la columna de hoy a una porción muy particular de nuestras conciudadanas que “osaron” con todo éxito incursionar en un bastión masculino por excelencia. La actividad naval.

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