Res non verba

Se dio cuenta, querido amigo lector, usted y yo compartimos el incomparable privilegio de vivir en un país tan maravilloso que no solo le ha aportado a la humanidad excelentes profesionales, deportistas y artistas; poseemos además el honor de integrar un ítem propio en la clasificación de los sistemas socioeconómicos internacionales (según un premio nobel de economía existen los países desarrollados, los subdesarrollados, Japón y Argentina).

Dos siglos de vida institucional nos han permitido también aportar al mundo elementos tan útiles como el alambre de púa, el bolígrafo y el colectivo. Y mejor no hablo de Diego Maradona y del papa porque no cabe en mi pecho el orgullo.

No nos hemos quedado atrás tampoco en el campo de la literatura. No hablo solamente de Jorge Luis Borges o Julio Cortázar, otras mentes menos conocidas pero igualmente brillantes han permitido al orbe incorporar reflexiones, frases y palabras de todo tipo y tenor que magistralmente definen y resumen situaciones extremadamente complejas. Asonada militar, convertibilidad, sensación de inseguridad, cacerolazo, cepo, corralito, dólar blue y hasta la inefable máxima democrática “todos y todas”. Sacamos a la luz también la transversalidad y al “empoderar”, también a los “piratas del asfalto” y los nacionales y populares motochorros.

Son verdaderas composiciones gramaticales magistrales. Lo invito a leer por separado cada una de ellas y a dar rienda suelta a su memoria para redescubrir lo que cada término ha significado en su vida y en la de nuestra bendita nación, la que supo ser “El granero del mundo”. Otra más, y van… Continuar leyendo

La paja y el trigo

En mi pago chico (la marina y los barcos) la noticia de la designación de un fiscal militar para llevar a juicio administrativo a marinos civiles, generó muchos más chascarrillos que críticas o apoyos. La ley en la que se basa el funcionamiento del “ Tribunal Administrativo de la Navegación” data de la dictadura autodenominada “ Revolución Argentina” y entre otras cosas faculta al presidente del tribunal ( a la sazón un almirante) a ordenar la detención de un “imputado que se niegue a comparecer”. ¿Se imagina, amigo lector, el picnic que se haría hoy un estudiante de primer año de derecho con una orden detención librada por un almirante? Demás está decir que este tribunal no funcionaen la práctica desde hace muchísimos años, pues su esencia misma ha sido demolida más que por el paso del tiempo por el sentido común. No es políticamente correcto ver a uniformados juzgando a alguien, ni siquiera a otros uniformados. De hecho la abolición del código de justicia militar, dejó en claro que los militares no pueden juzgarse a sí mismos. Mucho menos lo podrán hacer entonces con ciudadanos civiles que eligieron el mar como medio de vida. No obstante, algún alto mando naval está intentando hacerlo funcionar. Continuar leyendo