Sálvese quien pueda

Sin la menor posibilidad de duda, la única orden que un capitán no desea dar jamás es la de “sálvese quien pueda”. Esta instrucción a los pasajeros y tripulantes de una nave en peligro tiene la particularidad de ser irreversible; una vez pronunciada por quien ejerce el comando, la autoridad de quien la dio caduca automáticamente; cesan las jerarquías, el deber de obediencia, la responsabilidad e incluso el respeto por reglamentación alguna por parte de todos los alcanzados por esa directiva final. A partir de allí, y hasta la hora final o hasta que eventuales rescatistas asuman el control, cada individuo queda facultado para hacer lo que considere necesario para asegurar su supervivencia; aunque para conseguirlo deba realizar actos que conspiren contra la vida de los demás. Disputar un lugar en una balsa; arrancar el chaleco salvavidas de otro náufrago; robar alimentos y agua y todo aquello que usted, amigo lector, se anime a imaginar, luego todo quedará borrado; perdonado y olvidado cuando la ley vuelva a imperar para los sobrevivientes a la tragedia. Continuar leyendo

Navegando sin Norte

La vida en el mar – como también sucede en tierra firme- se encuentra simplificada por una enorme cantidad de ayudas a la navegación que hacen que día a día  el “arte de navegar” se vea facilitado por todo tipo de equipos electrónicos que hacen la tarea del marino no solo más sencilla sino muchísimo más segura. Sin pretender transformar la columna en un curso acelerado de navegación, lo invito – amigo lector- a imaginar la diferencia entre navegar en una nave impulsada por la fuerza del viento a hacerlo en uno de los modernos cruceros tan de moda por estos días.

Sin lugar a dudas una de las “siete maravillas” de la navegación moderna está constituida por la aparición del “girocompás”. Esta ingeniosa invención aprovecha los principios de “inercia y precesión” para obtener una marcación casi perfecta del “norte”. Sin ser  usted marino, entenderá que en medio del mares fundamental no perder jamás el norte.  También es fundamental mantener el norte en nuestras vidas y me atrevo a decir que en la política aquel que lo ha perdido, se encuentra en gravísimos problemas.

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