Ella lo hizo

Un poco por mi profesión y mucho por intuición, a medida que avanzaba hacia el punto de encuentro, respondía con pesimismo a mis ocasionales interlocutores cuando estos me decían “Dios quiera que no llueva”.  La forma y el color de las nubes  indicaban otra cosa; llovería y muchísimo.

Podría ensayar una forma literaria para expresarle, querido amigo lector, qué era lo que se sentía en esas calles saturadas de gente. La emoción de ver a ancianos apoyados en bastones forzando a sus propios cuerpos a mantenerse erguidos cada vez que se entonaba el himno nacional; como retumbaba en las vidrieras de la Avenida de Mayo el grito unánime de cientos de miles de personas “nunca más”; o lo emotivo que fue el haber quedado por unos segundos cara a cara con la madre y las hijas del fiscal; pero si  usted fue a la marcha no hace falta que lo haga y si no fue le puedo asegurar que no tengo la capacidad para expresarle cabalmente lo que significo este 18F. Continuar leyendo