“Toma mi amorcito tu medicamento para que en unos años te hagan tu diálisis”. El spot publicitario es patético pero esclarecedor: la voz en off de una madre que ofrece un medicamento a su hijo muestra una realidad tan evidente y actual en el país como la inflación: la automedicación en niños y adultos, un mal social que avanza sin tregua.
En estos días, la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA) advirtió que según una encuesta realizada en 2013, el 82% de los entrevistados utilizaba medicamentos de venta libre y la mitad desconocía los efectos adversos que podían provocar en combinación con otras drogas. Y agregó: “alrededor del 11% de todos los casos de insuficiencia renal terminal son atribuidos al consumo de analgésicos y el 40% de los casos de hemorragia digestiva alta son atribuibles al consumo de aspirina y al resto de los antiinflamatorios no esteroides”.