La magia de escribir

En una frase memorable, Miguel de Cervantes decía: “No ames lo que eres, sino lo que puedes llegar a ser”. Con más de cuatrocientos millones de ejemplares vendidos desde que escribió Don Quijote, Cervantes no hizo más que desarrollar su pasión: la escritura. Como afirmaba el premio nobel Camilo José Cela: “Para escribir sólo hay que tener algo que decir”.

Hoy las oportunidades son mayores, de la mano de las nuevas tecnologías. Así lo demuestra el Concurso Literario de Autores Independientes en Español, organizado por Amazon. Por segundo año consecutivo, tengo el placer de ser embajador del evento para Estados Unidos y América Latina. En esta tercera edición, cuya convocatoria se abre del 1º de julio al 31 de agosto, miles de autores apostarán por sus creaciones, deseosos de ser publicados y llegar a cada rincón del mundo.

Yo mismo disfruto escribiendo. Cada uno de mis libros refleja una parte de mis emociones, mis esperanzas, mis frustraciones y mis sueños. No tengo miedo ante los retos; me gusta moverme de la realidad autobiográfica a la novela de ficción, siempre con la intención de llegar al corazón del lector. Continuar leyendo

Amor de familia

Una imagen que ha saltado en las redes sociales me ha hecho confirmar lo que dice Sir John Bowring: “Una familia feliz no es sino un paraíso anticipado”. Se trata de una fotografía viral en la que aparecen cuatro personas. Un padre y su hijo acostados, con dos pequeños bebés prematuros sobre el pecho.

Los niños prematuros tan sólo tienen 700 gramos. El padre y el hermano hacen de incubadoras humanas, una práctica innovadora en países como Suecia y Dinamarca. Verdaderamente, amar es compartir. La fotografía, tomada originalmente en 2008, pero republicada en Facebook por la organización NINO Birth, ya ha superado los 25 mil “me gusta”.

Esa máquina perfecta que llamamos cuerpo adquiere información desde el preciso momento en que nacemos. Incluso, en su interior, escuchando los latidos del corazón de la madre. Por ello, como se desprende de la iniciativa, la familia crea un estrecho lazo. Normalmente sucede con la madre; pero, si ella necesita una cesárea, otro familiar puede ocuparse con la misma pasión.

La técnica canguro ya comienza a adoptarse a lo largo del mundo. Según la guía para padres del hospital español Vall d’Hebron, este método “promueve el vínculo afectivo madre/padre-hijo, disminuye su nivel de ansiedad y aumenta su confianza y su participación”. Además de propiciar grandes beneficios en la salud y el bienestar del pequeño. Continuar leyendo

Habilidades diferentes

Todos tenemos capacidades diferentes, sean psicológicas, físicas o emocionales. Nadie es perfecto. Mi madre siempre decía que yo era un inadaptado. Al fin y al cabo, en mi adolescencia deambulaban voces por mi cabeza. Sin embargo, aprendí algo: lo que me pasaba no podía convertirse en un límite para mi vida. Como dice el deportista Scott Hamilton: “La única discapacidad en la vida es una mala actitud”.

Recientemente conocí la historia de Donald Grey, el primer caso diagnosticado de autismo, en 1933. Era un niño que vivía con su propia manera de ver el mundo y comunicarse con el resto. En aquella época se enviaba a los “inadaptados” a una institución, mientras el resto de la familia volvía a la mal llamada vida normal. Sin embargo, los allegados de Donald eran conscientes de que él escuchaba a su manera, y en un año regresó a casa.

Fue entonces cuando el doctor Leo Kanner entró en su vida. Tras conocer a Donald y a otros niños con el mismo tipo de conducta, publicó un artículo en el que establecía las pautas para diagnosticar el síndrome. A partir de entonces, sus padres se abocaron a que Donald pudiera conectarse con el mundo. Forest, su pueblo en pleno Mississippi, se encargó de que fuera uno más de ellos. El autismo no ha desaparecido de la vida de Donald, simplemente él ha aprendido a luchar contra los límites. Hoy en día vive en la casa en la que creció, rodeado de sus amigos; practica golf y viaja por todo el mundo. Continuar leyendo

La meditación más científica

Si alguien me hubiera dicho hace unos años que la meditación iba a convertirse en un hábito de mi día a día, no le habría creído. Lo cierto es que es una práctica que he tardado en comprender y de la que ahora soy un total defensor. Como explicaba el escritor Og Mandino: “La meditación y la oración alimentan el alma”. Sus beneficios incluso son reconocidos por estudios científicos.

Por ejemplo, el psiquiatra Andrew Newberg denomina neuroteología a la disciplina que equilibra las neuronas y las religiones. En su opinión, ese proceso destaca la liberación de emociones trascendentales, gracias a la estimulación repetitiva de rituales como la oración o la meditación.

Newberg considera que la religión proporciona una conexión superior. Durante un estudio de la Universidad Thomas Jefferson, en Filadelfia, inyectó un rastreador radiactivo a un monje budista para descubrir el movimiento del cerebro con la meditación. Así, Newberg llegó a la conclusión de que nuestro cerebro es capaz de producir “espiriteria”, las experiencias trascendentales en un cerebro emocional.

La meditación no tiene por qué estar asociada a la religión. Este hábito puede suponer un cambio en nuestras vidas a nivel profesional y personal. El líder espiritual Osho destaca: “La meditación es vida, no es sustento. No tiene nada que ver con lo que tú haces, tiene todo que ver con quién eres”. Continuar leyendo

El misterio de las emociones

El interés por desentrañar el misterio de las emociones se remonta a los mismos inicios de la civilización humana. Bien o mal gestionadas, las emociones son hijas de la vida y no pocas veces, según Vincent Van Gogh, “capitanean nuestra existencia y las obedecemos sin siquiera darnos cuenta”.

Su lado más oscuro da la cara, precisamente, cuando las obedecemos así y nos dejamos arrastrar por la inmensa energía que generan. Dios nos crea con emociones, pero de nosotros depende gestionarlas, manejarlas con sabiduría y guiar la fuerza que desencadenan a favor de lo más positivo y hermoso que anhelamos en la vida.

Las emociones influyen sobre los tres componentes que definen la existencia del ser humano: el corporal, el mental y el espiritual. El nivel de paz interior y bienestar depende mucho del control que ejercemos sobre ellas. Cuando nos dominan, desatan reacciones químicas en el cuerpo que dañan tanto la salud física como la mental. En el plano espiritual, las más complejas —ira, miedo, odio— dejan huellas que tienden a enrarecer la felicidad. Continuar leyendo

La otra Torre de Babel

Cuenta la Biblia que, cuando todos los hombres hablaban una misma lengua sobre la Tierra, decidieron edificar una torre cuya cúspide llegara hasta el cielo. Aprendieron a quemar el barro y sustituyeron las piedras por ladrillos. Para pegarlos, utilizaron brea en lugar de argamasa. Dios (Jehová, Yahveh) bajó preocupado, y comprendió que nada impediría a aquellos hombres llevar adelante sus propósitos de llegar al cielo.

Para evitarlo, hizo que cada uno comenzara a hablar una lengua diferente. Nadie entendía al otro, la confusión fue total y los hombres, sin poder comunicarse entre sí, decidieron suspender la obra y dispersarse por todo el mundo, lo que dio lugar a los diferentes idiomas. Esa es, en síntesis, la famosa leyenda de la Torre de Babel, una historia capaz de demostrarnos la negatividad de la incomunicación.

Pero no sólo los idiomas provocan problemas de comunicación. En ocasiones, las actitudes humanas son las que tienden ese manto, con todas sus secuelas negativas. Si nos dejamos llevar por el enojo o el odio, creamos barreras infranqueables con los demás. Son emociones fuertes que nublan los sentidos y diluyen el razonamiento.

Los seres humanos soberbios e intransigentes nunca mantendrán una comunicación correcta y constructiva con sus semejantes. La soberbia y el fanatismo elevan muros, tienden a imponer ideas y hacen prevalecer puntos de vista no compartidos —y a veces hasta rechazados— por los otros. Continuar leyendo

Descubre tu propósito

Todos hemos llegado al mundo con un propósito, y este debe guiarnos en nuestra vida, porque así se le da sentido a la existencia humana. Al decir del escritor español Rafael Chirbes: “Si no sabes a dónde vas, ningún camino es bueno”.

Mi amigo y mentor Deepak Chopra, médico, conferencista y motivador indio, afirma que cada uno tiene un destino único. De todas las personas en el planeta, tu destino es sólo tuyo. Precisamente ese es el objetivo de nuestro nuevo reto gratuito de meditación, de 21 días, que tengo el honor de compartir con el maestro Chopra.

“Destino Extraordinario” invita a descubrir tu propósito, seguir tus pasiones y convertirte en la persona que naciste para ser. Y la clave comienza con una pregunta clara: “¿Quién soy?”. Llegar a conocer su respuesta te provocará una sensación de seguridad y satisfacción que resultará clave en tu vida.

Descubrir nuestros verdaderos deseos nos brinda la oportunidad de alcanzar el máximo potencial y cultivar un estado de conciencia plena. Obtener tal equilibrio nos dará la ocasión de llevar a cabo nuestro legítimo destino. Continuar leyendo

¡Decide ser feliz!

Decía el escritor ruso León Tolstoi: “Mi felicidad consiste en que sé apreciar lo que tengo y no deseo con exceso lo que no tengo”. Vivo convencido de que la felicidad ya radica en el mismo hecho de existir. ¡Sólo vivir es motivo para agradecer! Y es que la gratitud está directamente relacionada con la felicidad.

Llegar o no a la felicidad completa depende de muchas cosas. Desde el reconocimiento de los dones y las cualidades que nos ofrece la vida hasta nuestra actitud hacia el futuro y el aprendizaje del pasado, sin quedarnos estancados allí. Este es un tema que desarrollo en mi nuevo libro, El analfabeto emocional, que presentaré a principios de mayo en Buenos Aires.

Si preguntamos a un joven qué cualidades tiene una persona feliz, probablemente nos contestará que la riqueza y la fama son fundamentales para disfrutar una vida perfecta. “Ponemos más interés en hacer creer a los demás que somos felices que en tratar de serlo”, aseguraba el escritor François de La Rochefoucauld. ¡Qué ironía!

Un estudio de la Universidad de Harvard, desarrollado durante 75 años, sugiere algo completamente diferente. La investigación analizó a 724 personas, año tras año, para hablar sobre trabajo, vida, salud y familia. Unos sesenta encuestados iniciales continúan vivos y ahora sigue el análisis con los dos mil hijos de esas familias. Continuar leyendo

Líderes de nuestra época

Existen personas capaces de resaltar entre sus similares. Son los casos de Steve Jobs y Steve Wozniak, líderes de toda una generación tecnológica. Ambos tuvieron visión de futuro y apostaron por lo que luego se convertiría en una nueva época del mundo.

Hace ahora cuarenta años que Apple se estrenó como compañía. ¿Qué sucedió entonces? Que se unieron dos mentes brillantes, dos líderes que buscaban marcar la diferencia. Wozniak, por ejemplo, siguió el consejo de su padre, quien le dijo que un ingeniero debía marcarse como objetivo mejorar la calidad de vida de la sociedad, gracias a sus inventos. Y eso es lo que hizo junto a su compañero. El verdadero liderazgo no nace de la necesidad de saciar el ego, sino de desarrollar un propósito de servicio hacia los demás.

La gran creatividad de ambos rompió paradigmas en áreas ya predefinidas por otras compañías. Jobs fue el primero en hacer más atractiva la tecnología, uniendo la calidad con algo entonces tan descuidado como el diseño.

Ellos no son excepciones. Todos podemos ser líderes de nuestra época. O de nuestra oficina, casa, familia o vida. Cada uno centrado en sus cualidades. Convertirnos en líderes nos permite descubrir quiénes somos y cuál es nuestro camino.

Jobs argumentaba: “Estoy convencido de que, por lo menos, la mitad de lo que separa a los emprendedores exitosos de los que no lo son es mera perseverancia”. Los verdaderos líderes tienen un potencial transformador del destino, pueden llegar a poner en práctica sus enfoques y alcanzar el éxito con esfuerzo. El liderazgo no es un don que se hereda, sino que se desarrolla. Continuar leyendo

Sin fecha de caducidad

Yuichiro Miura es un ejemplo de vida. La cultura occidental nos lleva a pensar que cuando superamos los 80 años (a veces incluso antes), nuestras oportunidades y nuestras experiencias son limitadas. ¡Cuánto error! El japonés Yuichiro, precisamente con 80, consiguió llegar a la cima del Everest. Logró así entrar al Record Guinness, a pesar de una reciente operación de corazón y de una rotura de cadera pocos años antes. Como dice un proverbio chino: “Hay que subir la montaña como viejo para llegar como joven”.

Lo más trascendental no es que haya conseguido escalar la montaña más elevada del planeta, sino que a su bajada aseguró: “Soy el hombre más feliz del mundo”. La felicidad no es cosa de edades. La alegría se consigue cumpliendo las metas que nos vamos imponiendo en la vida.

Un estudio de la Universidad de Nueva Gales del Sur, en Australia, ha determinado que la felicidad en los seres humanos varía dependiendo de las edades. Según la investigación, la alegría comienza a descender a partir de los 20 años y vuelve a aumentar a los 65. Las preocupaciones se olvidan y podemos disfrutar de nuestros logros.

El único límite al que nos enfrentaremos, en el día a día, es la salud. Debemos mantener el equilibrio del cuerpo y la mente para potenciar nuestra vitalidad, manejar el estrés y mantener esa salud perfecta que practicamos con Deepak Chopra. Continuar leyendo