A la región no se le cae el mundo encima

Iván Cachanosky

Cuando Cristina Fernández de Kirchner anunció que el Estimador Mensual de la Actividad Económica (EMAE) creció un 1,9% en 2012 (los datos estimados por la Fundación Libertad y Progreso muestran una caída del 0,3% anual), se ocupó de resaltar que la cifra no se incrementó a los ritmos de los años precedentes debido a la crisis internacional existente. En otras palabras, volvió a destacar el falaz argumento de que “el mundo se nos cayó encima”. La crisis internacional existe, pero no es la causa del magro “crecimiento” del 2012 de Argentina.

Si fuera cierto que la causa del leve crecimiento se debe a que el mundo se encuentra en caída libre, afectaría no sólo a la Argentina, sino también a otras economías regionales. Pero al comparar los números domésticos con los de otros países vecinos vemos que la historia es distinta en algunos casos. Si nos tomamos el trabajo de realizar una “travesía regional” podremos observar qué ocurre en países vecinos. Comencemos cruzando la Cordillera de los Andes, allí el crecimiento anualizado es del 5,5% anual. No pareciera ser cierto para Chile que el mundo se le cayó encima, lo cual es muy extraño ya que lo único que hay que hacer es situarse del otro lado de la Cordillera. Además, Chile es un gran ejemplo de modelo al registrar excelentes cifras macroeconómicas para la región. Posee una inflación anualizada de tan sólo un 1,49%, la inversión en el país creció un 7,5% interanual, la industria se expandió al casi 3% anual y capta alrededor del 11,35% de la inversión extranjera directa de América Latina.

Avancemos en la travesía, esta vez, cruzando el Río de la Plata hacia Uruguay. El país liderado por Mujica creció al 3,6% anual en comparación con la caída del 0,3% de la Argentina. Debido a que Uruguay es muy pequeño, la inversión extranjera directa también lo es, pero otros indicadores han sido muy positivo para el país vecino. Ejemplos pueden ser la industria, al expandirse un 5,44%, y un gran crecimiento en la construcción del 14,63% (en contraste con las últimas novedades en este rubro en la Argentina). Pareciera que, además del otro lado de la cordillera, cruzando el Río de la Plata tampoco alegan o se excusan argumentando que el mundo se les cae encima.

Por último, continuando con esta travesía, ¿qué decir de nuestros otros vecinos? Brasil es el país que menos creció, después de la Argentina. Lo hizo al 1% anual. Sin embargo su inversión extranjera directa viene creciendo, al igual que la variación de sus reservas, reflejando un buen síntoma hacia futuro. La diferencia con Argentina es que las perspectivas a futuro son buenas mientras que aquí no lo son. En cuanto a Bolivia y Paraguay, ambos países tampoco parecen entrar al juego de la caída del mundo al mostrar crecimientos 5,2% y 3,79% anuales respectivamente. A esta altura cabe preguntarse si es el mundo el que se cae o si es la Argentina la que lo hace.

A continuación, se puede observar un cuadro con el crecimiento de Argentina y el de los países regionales (en Argentina se pueden apreciar dos números, el revelado por el Indec y el estimado por la Fundación Libertad y Progreso).

Como puede observarse en el cuadro, tomando el dato oficial, los únicos países a los que supera Argentina son Brasil y Paraguay, mientras que si tomamos el dato de L&P, el resto de los países regionales (con excepción de Paraguay) nos superan. Para concluir, ¿por qué si el mundo se cae, hay países que logran crecer por encima del 4,5% anual? Si uno sostiene la hipótesis que el mundo se cae a pedazos, debe concluir lógicamente que afecta a países similares (regionales). Creer que la caída del mundo afecta solamente a la Argentina es entrar en una inconsistencia lógica. Es importante volver a destacar que no se niega la existencia de la crisis mundial, todos los países desaceleraron su crecimiento en mayor o menor medida pero ninguno cayó en la proporción que lo hizo nuestro país. Además, la Argentina (junto con Paraguay) son los únicos dos países en los que la desaceleración fue tal que se llegaron a obtener cifras anuales negativas.