Con las reformas de Raúl Castro, los cubanos pobres viven peor

Junto a su esposa y cinco hijos, José vive hacinado en una habitación de tres metros por cuatro con una barbacoa de madera, en una cuartería de Santos Suárez, barriada del sur de La Habana. El solar es un sitio precario donde los cables de electricidad cuelgan del techo, el agua corre por el angosto pasillo central debido a las filtraciones en las cañerías y un olor nauseabundo de los albañales se impregna en la nariz durante horas.

Esa cuartería forma parte de la colección de asentamientos desvencijados donde residen más de 90 mil habaneros, según cuenta Joel, funcionario de vivienda en el municipio 10 de Octubre.

Hay sitios peores. En los alrededores de la capital, como el marabú, crecen las villas miserias. Suman más de 50. Casas de chapas de aluminio, tejas y cartón tabla sin servicios sanitarios donde sus moradores obtienen la electricidad de manera clandestina. Continuar leyendo

Los cubanos esperan un 2015 diferente

Aunque Yaumara, psicóloga, lleva tres noches haciendo cola en una feria del municipio 10 de Octubre, a ver si logra comprar un pavo pequeño por 170 pesos (8 dólares), para la cena de fin de año, ella espera grandes cosas de 2015.

En medio del bullicio de vendedores ambulantes, tenderetes portátiles de lona ofertando pan con lechón, papel sanitario o pintura, rodeada de estantes de hierro oxidados con boniatos, yucas y otras viandas y el suelo lleno de tierra rojiza, Yaumara no pierde la fe de poder comprar un pavo y festejar el nuevo año con su familia.

“Si no es así, no puedo comprar pavo. En las tiendas por divisas un pavo congelado cuesta entre 42 y 55 cuc (44 y 60 dólares), que representa dos meses y medio de mi salario. Soy optimista, pienso que en 2015 las cosas van a cambiar para bien. Peor no podemos estar”.

Entre varios cubanos de a pie consultados, nadie supo argumentar con una narrativa coherente por qué los próximos doce meses serán diferentes. Tal vez un reflejo condicionado. Una corazonada. Continuar leyendo

Hermanos Castro: un Estado dentro de otro Estado

Cuando en 2005 la revista estadounidense Forbes puso a Fidel Castro en una lista de las personas con poder político más ricas del mundo, con un valor aproximado de 550 millones dólares, el ex guerrillero se enfadó. Habilitó un programa especial en la televisión y por espacio de cuatro horas aseguró no tener un dólar en ninguna cuenta bancaria. Y hasta lanzó un reto: pagaba un millón de dólares al que pudiera demostrarle que tenía riquezas acumuladas. Vaya contradicción.

Castro estaba visiblemente enojado. Lo consideraba, y considera, un problema de honor personal. Su reto cayó en saco roto. Al año siguiente, en 2006, Forbes subió la parada y estimó su patrimonio en 900 millones de dólares. No sé si Forbes en su famoso listado, alguna vez incluirá al general Raúl Castro. El tema tiene diversas aristas y disquisiciones. Les hago una pregunta que pudiera parecer manida: ¿realmente los Castro son multimillonarios?

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