Ese asunto de las paritarias

Jonatan Sánchez

Este año, al igual que los anteriores (desde el 2004 en adelante) y previo al inicio de clases, se abre el debate con respecto a la mejora del salario docente. Desde diferentes sectores apuntan contra el gobierno nacional intentando lograr que penetre la idea de que dentro de los objetivos de la actual gestión no se encuentra la mejora del sistema educativo nacional.

“En mis 25 años como docente no tengo memoria de que la primera actitud de un presidente haya sido la educación. Esta es una señal importante que tiene que estar acompañada con mejoras en la inversión”. Esta declaración provino del entonces ministro de Educación de la Nación, Daniel Filmus cuando el recientemente asumido presidente Néstor Kirchner viajó al segundo día de asumir a destrabar un conflicto docente en Entre Ríos. Esta anécdota nos demuestra el compromiso que siempre ha tenido el kirchnerismo con respecto a la mejora del salario docente, pero también a la mejora de las condiciones que permiten que año a año más niños y jóvenes se inserten en el sistema educativo.

Las paritarias son, miradas en la actualidad, una moneda corriente en la vida política del país. Aunque lo hayamos naturalizado, estos diez años de paritarias, donde en el caso de los docentes se fija el salario inicial de los mismos, es decir, el sueldo de un maestro que comienza a trabajar por un cargo de jornada simple, representa una anomalía en la historia moderna de nuestro país. Desde el golpe de Estado de 1955, donde fuerzas antidemocráticas derrocan al entonces presidente Juan Domingo Perón, no hubo un período como el actual, con 10 años de paritarias. Es decir, estamos hablando de un diseño institucional relativamente consolidado, que adquiere mucha mayor relevancia en un contexto donde muchos países penan por ello, debiendo expulsar gente del mercado de trabajo, o congelando salarios.

Estas instancias colectivas de negociación no hacen más que reforzar una institución que el peronismo siempre ha valorado, los sindicatos, los cuales representan y empoderan a la clase asalariada. Las paritarias anuales han ido generando una conciencia por parte de la clase trabajadora que permitirá obstaculizar cualquier intento de dar marcha atrás con las mejoras en el poder adquisitivo de los argentinos. Cabe mencionar y alertar que la voluntad de deteriorar el poder de compra del trabajador aún tiene defensores y propagadores, como la del diputado nacional por el Frente Renovador, Felipe Solá, haciendo mención que a los trabajadores no les “molestaría” una rebaja salarial.

Si tomamos el período que abarca los años 2003 – 2013, se puede apreciar como han crecido los salarios docentes, tanto los de aquellos que cuentan con cierto grado de antigüedad como los que se incorporan al nivel inicial sin ninguna experiencia. Como dato objetivo, el salario de un maestro de grado de educación primaria, jornada simple y con 10 años de antigüedad se incrementó en un 766%, pasando de $ 657 a $5046. Si tomamos, a su vez, el salario mínimo de un maestro de educación primaria sin antigüedad, observamos un incremento del 833%, pasando de $ 350 en el año 2003 a $ 3332 en el año 2013.

No obstante las contundentes mejoras en los niveles de ingresos de los docentes, en esta última década, el Estado ha impulsado una batería de políticas orientadas a consolidar al sistema educativo como uno de los pilares del desarrollo con inclusión social.

Entre las principales medidas, podemos destacar los programas nacionales “700 Escuelas”, “Más escuelas I, II y III” y el de “Fortalecimiento de la Infraestructura Universitaria”, todos destinados a la ampliación y mejora de la infraestructura educativa para los cuatro niveles que conforman el Sistema Educativo Nacional: Inicial, Primario, Secundario y Superior. A través de estos programas no solo se construyeron y reacondicionaron más de 1663 escuelas – se puede decir que se viene construyendo una escuela cada dos días y medio, en estos 10 años – sino que se sigue fortaleciendo la visión federal, ya que se inauguraron 9 universidades nacionales, permitiendo el ingreso de primeras camadas de estudiantes universitarios en la Provincia de Buenos Aires, donde se concentra un tercio de la población de nuestro país, pero además por primera vez en nuestra historia cada provincia cuenta con al menos una universidad nacional en su jurisdicción. En cuanto a las nuevas universidades inauguradas en el conurbano bonaerense, se destaca que aproximadamente el 80% de los ingresantes corresponden a primeras generaciones de estudiantes universitarios, esto quiere decir, que son los primeros de la familia que pueden acceder a la educación superior.

El programa “Conectar Igualdad”, creado en el año 2010, es otra iniciativa igualadora que busca establecer un piso de conocimiento tecnológico y acortar la brecha informática en nuestro país, entregando una netbook a todos los estudiantes y docentes de las escuelas públicas. Ha permitido que más de 3.800.000 netbooks hoy se encuentren siendo utilizadas en pos de un mayor conocimiento.

Por otra parte, el gobierno nacional ha impulsado diversas políticas orientadas a que los jóvenes finalicen sus estudios primarios y secundarios, entre ellas se incluyen la Asignación Universal por Hijo (AUH) que es un apoyo financiero para los hijos de trabajadores desempleados o que se desempeñen en el mercado informal hasta los 18 años de edad; el plan Ellas Hacen, dirigido a mujeres en situación de vulnerabilidad, que fomenta la finalización de los estudios primarios o secundarios; o el Plan Fin de Estudios (FinEs), que promueve la finalización de los estudios en un marco de flexibilidad adaptado a jóvenes y adultos que por diversas razones no pueden concurrir a un curso regular para culminar sus estudios. Asimismo, la puesta en marcha del reciente Plan PROGRESAR constituye un nuevo derecho para los jóvenes entre 18 y 24 años que no trabajen, que lo hagan informalmente o que tengan un salario menor al mínimo, vital y móvil, otorgando una prestación que complementa los ingresos de los jóvenes.

Remitiéndonos al inicio de la nota, recordamos allá por el año 2003 a un flamante presidente que iniciaba su mandato solucionando un conflicto gremial. Hoy, diez años después, se firma un proyecto de formación docente gratuita, universal y en servicio accesible a todos los docentes del país. Es por todo ello que resulta fundamental reconocer los logros en materia educativa a lo largo de la presente década, como así también continuar por el mismo sendero, en la búsqueda de una sociedad más justa e igualitaria.

Escrito en colaboración con Nicolás Wittwer Pruyas