¿Qué es el “Ateneo Libre”?

El martes pasado, en la Casa del Partido Colorado, presentamos, junto al Dr. Jorge Batlle y un calificadísimo núcleo de ciudadanos colorados, lo que hemos llamado “Ateneo Libre”. Somos, simple y sencillamente, un conjunto de gente que ha tenido responsabilidades institucionales y se siente en la obligación de generar discusiones, análisis y aun pronunciamientos sobre la vida del país, que enfrenta un momento particularmente neblinoso.

No se trata de una agrupación con finalidades electorales ni nada que se le parezca. Ni lo es ni lo será. No venimos a competir con nadie en ese terreno, sino a contribuir con todos, tratando de ayudar al Partido en la difusión de sus ideas y en la permanente actualización de sus enfoques. Por eso el primer acto fue presentarnos ante el Comité Ejecutivo Nacional, la mayor autoridad partidaria, para informar de nuestro emprendimiento y ponernos a sus órdenes en el esfuerzo de recuperación en que está empeñado.

Ha pasado el tiempo de la bonanza que nos regaló el mercado internacional en la última década y nuestra economía vive una situación que comienza a ser realmente difícil. Lo hace desde la debilidad de un Gobierno jaqueado y superado por el sindicalismo. La fractura social se sigue profundizando y la situación de seguridad es una expresión tan rotunda que hasta los inmigrantes sirios, que vienen de una guerra, se quejan de ella.

La educación sigue en manos de las gremiales y el futuro del país se ve comprometido por la sobrevivencia, en el Frente Amplio y el PIT-CNT, de una mentalidad sin convicción democrática ni aceptación de la economía de mercado. Es duro decirlo pero es la verdad. Si hubiera un verdadero sentimiento democrático, no se podría seguir creyendo que Cuba o Venezuela son democracias. Si se entendiera lo que es la economía moderna, globalizada, no se estaría impugnando negociación para alcanzar la liberalización del comercio de servicios, desde un país en que su economía cada vez más se basa en ellos.

Continuar leyendo

Una renuncia que es mucho más

Ante todo, digamos que Read no solo es un dirigente experimentado, sino alguien tan emblemático como que ya fue orador en la celebración del 1.º de mayo de 1983, cuando, aún bajo la dictadura, un grupo de gremios coordinados en el Plenario Intersindical de Trabajadores (PIT) lograron una sorprendente autorización para hacer un acto tradicional, hasta entonces prohibido. Al año siguiente, el 1.º de mayo, el sindicalismo exhibiría la nueva denominación de PIT-CNT, que reunificaba ese plenario con la vieja CNT. En todo ese proceso, fue Richard Read figura principalísima y orador permanente hasta el 1.º de mayo de 2013, cuando llamó la atención planteando el tema de la ética del trabajador: “No quiero al atorrante, al vago, al lumpen. No quiero eso en mi sindicato, quiero laburantes”.

Con el tiempo, todos maduramos y ese ya era el caso. Aquel joven de discurso radical que conocimos entonces daba paso a un dirigente que comprendía por dónde pasaba el fondo del interés del trabajador.

Desde entonces, cada tanto, Read se desmarcaba del oficialismo sindical, notoriamente alineado con la orientación comunista y del Movimiento de Liberación Nacional (MLN). Comenzó a hablar de “productividad”, una mala palabra para esa conducción, considerada una expresión típicamente capitalista. Bajo ese rubro, sin embargo, Read logró un acuerdo en su ramo, en que -en ciertos sectores- se bajó la jornada laboral a 6 horas sobre la base de un aumento en la producción. Continuar leyendo