Canje de deuda para un 2015 crítico

El Ministerio de Economía acaba de comunicar el lanzamiento inmediato de tres operaciones de administración de deuda con títulos del Tesoro. Las operaciones estan centradas en el Boden 2015, que vence por  Dls 6.3 MM el año próximo, y el Bonar 2024, cuya circulación es de Dls 3.5 MM. Ambos títulos están esencialmente en poder del sector privado.

El año 2015 se anticipa crítico para el programa financiero del Tesoro. Las necesidades de financiamiento incluyen un déficit financiero (primario más intereses) de 6.1 % del PIB (5.9 % en 2014) y vencimientos de capital por (en dólares, por simplicidad) Dls 14 MM.

A diferencia de otros años, solo una parte menor de los vencimientos–Dls. 2.9 MM- son intra sector público. La mayor parte, por Dls. 8.5 MM, es con acreedores privados (Dls. 8,5 MM) y el resto con agencias internacionales.

Es positivo ver algo más de activismo en la política de deuda, lo que comenzó este año con las emisiones de Bonar y Bonad, y continúa ahora con este anuncio. Continuar leyendo

Nuevos canjes, nuevos interrogantes

Luego de que se debilitara la expectativa de que un grupo de bancos internacionales lograra  reponer el stay, de que Argentina insistiera con su presentación en La Haya y que la justicia en EEUU aceptara tratar la apelación por los bonos que no son de su jurisdicción, la economía y los mercados se mantuvieron expectantes, con interrogantes respecto de qué esperar a continuación.

No fue por mucho tiempo. A las pocas horas de esos eventos, el Gobierno anunció dos nuevas iniciativas. En primer término, ofrecer a los bonistas reestructurados que no pueden cobrar por el fallo Griesa que acepten un cambio de sede de pago desde EEUU a Argentina, removiendo al BoNY como agente fiduciario y sustituyéndolo por un fideicomiso del Banco Nación.

Esta oferta será probablemente vista por la justicia de EEUU como un intento de eludir el fallo. Eso ya fue anticipado por el Juez Griesa. Las consecuencias sobre el uso de la jurisdicción de New York  para futuros contratos o emisiones soberanas o privadas, es preocupante. Podría traducirse en una menor demanda y  mayores tasas de interés en el futuro.

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