Una victoria de la soberanía nacional

Marcelo Koenig

Según la Real Academia Española, la campaña buitre tiene dos definiciones:

A) Ave rapaz de cerca de dos metros de envergadura. Se alimenta de carne muerta y vive en bandadas. 

B) Persona que se ceba en la desgracia de otro.

 

La llegada de la Fragata Libertad en el día de hoy al puerto de Mar del Plata, representa una victoria histórica de la soberanía nacional sobre el capital especulativo financiero. Luego de la larga noche neoliberal, instaurada a sangre y fuego el 24 de marzo de 1976, y radicalizada en la segunda década infame de los 90, desde el 25 de mayo de 2003 nuestro país vive un período de recuperación de la soberanía nacional, enmarcada en un proyecto nacional y popular.

Pese a la voluntad del pueblo argentino, manifestado en elecciones libres y democráticas, el poder económico, local y transnacional, se niega a aceptar la nueva realidad histórica por la que transita nuestro país. De esta manera, fondos buitres que se negaron a ingresar al canje realizado por el ex presidente Néstor Kirchner recurrieron  a un juez norteamericano con el objetivo de incautar un buque militar argentino a través de un embargo . Tuvieron un primer fallo positivo y desde ese momento, como ocurre desde hace décadas, desplegaron su gran lobby mediático. Lobby que tuvo sus repetidores locales, desde el grupo Clarín hasta distintas voces de la oposición que clamaban, como siempre en nuestros doscientos años de historia, que la única salida posible era la claudicación y ceder ante el reclamo de los especuladores.

Sin embargo la presidenta Cristina Fernández, en su carácter de conductora estratégica del destino de los argentinos, no cedió. Ni ante las presiones internacionales de los mismos que llevaron el mundo a la crisis actual y a los recortes de derechos y represión que vemos en Europa, ni ante sus cómplices locales, tan duchos en las artes del servilismo y el remate del patrimonio y la soberanía  nacional al mejor postor foráneo.

Es por eso que hoy se hará presente el pueblo organizado en el puerto de Mar del Plata. Para acompañar a la presidenta en la celebración por el regreso de uno de nuestros buques escuela, con los que, a diferencia de sus nefastos predecesores (como Rojas y Massera), se entrenan las futuras generaciones de marinos para defender  a la patria. Cristina no afloja. Porque las mayorías populares no aflojamos en la defensa de nuestros intereses populares y en la construcción de una sociedad justa e igualitaria. Unidos, organizados y solidarios, estamos construyendo una Argentina más digna de ser vivida.